Por Claudio Zlotnik
�Sobre la economía argentina pende una espada de Damocles, que es la emergencia fiscal. Esta ley nos permitirá resolver un gran problema, como el hecho de ordenar y cumplir con la deuda que se mantiene con los jubilados.� Durante dos horas, José Luis Machinea fundamentó ante los senadores el envío de la Ley de Emergencia Económica. Tuvo un éxito parcial. Anoche, la Cámara alta aprobó la norma. Pero le introdujo modificaciones que el propio ministro calificó como inaceptables, como la emisión de un bono �Brady� para las provincias. La ley pasó a Diputados para su segunda revisión.
La presencia de Machinea en el Senado no figuró en la agenda del ministro hasta la tarde, y fue la moneda de cambio impuesta por la bancada del justicialismo para aprobar la Emergencia Económica y después quedarse en sus bancas al momento de debatir el tema de los desafueros. Los radicales, a su vez, señalaban que la convocatoria a Machinea era un tiro por elevación al vicepresidente Carlos Alvarez, quien se oponía a que el Senado sancionase leyes en medio del escándalo. En síntesis, el titular del Palacio de Hacienda interrumpió una conferencia de prensa que estaba brindando en el ministerio para dirigirse al Parlamento a las 19.
La Emergencia Económica �que anoche los senadores cambiaron por Emergencia Financiera� era una de las leyes reclamadas por Fernando de la Rúa. El jefe de Estado la había presentado en la última Navidad y Diputados la aprobó a fines de marzo.
Desde un primer momento, De la Rúa calificó a esta ley como uno de los puntales de su gestión. Y antes de subirse al avión que ya lo llevó a México y Nueva York, emplazó a los senadores a votarla a pesar del escándalo que envuelve a los legisladores. La norma posterga, a través de sendas emisiones de bonos a 10 y 16 años de plazo, las deudas que el Estado mantiene con jubilados, militares y proveedores. También pone un límite a las demandas contra el Estado y habilita al Ejecutivo para reubicar personal en la administración pública.
Los senadores le dispensaron un trato amable al ministro. Los legisladores querían saber la razón que tenía Hacienda para declarar la emergencia económica y, de paso, reclamarle a Machinea sobre la angustiosa situación por la que atraviesan los distritos del interior. Con respuestas cortas y precisas, el ministro fue respondiendo cada uno de los requerimientos. En su intervención, dejó en claro su fuerte oposición a la propuesta de los senadores para que la Nación lance un bono por 5000 millones de dólares para aliviar el peso de las deudas provinciales. �Si ustedes hacen eso, aumentaría un 52 por ciento el total de colocaciones de títulos públicos que hace la Nación cada año. Sería atentar contra el crédito del país�, acusó.
A cambio, Machinea les contó a los dueños de casa que ya estaba negociando con los distintos gobernadores una salida para aligerar el pasivo de las provincias, que en total trepa a 20 mil millones de pesos. Pero el ministro no logró persuadir a los senadores. Al momento de levantar las manos, éstos incluyeron la emisión del �Brady� provincial, aunque omitieron precisar el monto de la refinanciación. �Le dejamos el espacio en blanco para que usted disponga�, señaló José Luis Gioja, titular del bloque del justicialismo.
No obstante, como los cambios introducidos anoche fueron por mayoría simple, Diputados podrá volver a la versión original del proyecto, que no contempla aquella posibilidad. Distinto fue el caso de la ley Antievasión, donde los senadores introdujeron modificaciones con dos tercios de los votos. En este último caso, Economía ya advirtió que podría pedirle a Fernando de la Rúa que vete los cambios, en referencia al mantenimiento de un bloqueo para investigar la historia fiscal de los contribuyentes y la negativa a establecer un cupo en las exenciones impositivas que gozan las surtidoras de combustibles de la Patagonia. El senador Gioja fue uno de los que más defendió la posibilidad de que el Estado lance un bono para las provincias. �Les va a salir más barato prevenir el incendio que ir después a apagarlo�, advirtió. Para reforzar sus dichos, recurrió al fantasma del estallido social en Corrientes. �Estoy seguro que en esa provincia gastaron más ahora que si hubieran prevenido la crisis�, apuntó. Pero Machinea no se corrió ni un milímetro de su posición. �Créame que estamos trabajando. Tal vez lleguemos a un acuerdo para emitir un bono por un monto menor (a los 5000 millones)�, contraofertó. Jorge Villaverde (PJ) fue uno de los seis senadores que votó en contra. �No podemos darle un cheque en blanco al Gobierno�, dijo.
Para justificar la necesidad de declarar la emergencia, el jefe de Hacienda detalló las deudas que el Estado mantiene con los jubilados, militares retirados y proveedores. En total suman 6000 millones de pesos: 3300 millones con la clase pasiva, 1800 millones con las Fuerzas Armadas y otros 800 millones con proveedores y otros sectores. �Alguien podría reclamar la ejecución de esta deuda en forma abrupta, y nosotros no podríamos pagarla. Esta posibilidad genera incertidumbre y hace que aumenten el riesgo país y las tasas de interés�, se abroqueló Machinea.
Para el caso de los contratos que hace el Estado con los proveedores, el Senado estableció que, antes de rescindirle el contrato, el Estado debe contar con la aprobación de la Bicameral.
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Por Julio Nudler |
Algo más que un redibujo
Finalmente, José Luis Machinea debió admitir como inalcanzables las metas fiscales que firmó con el Fondo Monetario cuando ya sabía que el punto de partida �el déficit heredado� era mucho peor que el supuesto, de manera que al firmar se obligaba a un ajuste proporcionalmente más duro. Este produjo un efecto búmeran y la economía recayó en el letargo, con desánimo de la demanda de consumo y de la inversión.
Pero es también importante notar que el ministro, que hasta ayer mismo negaba la renegociación de las metas (¿es legítimo mentirle a la sociedad?), ahora se siente en condiciones de modificar en alguna medida el rumbo. Esto puede obedecer a que percibe que él y sus colaboradores más estrechos �Mario Vicens, Pablo Gerchunoff� han logrado ya redimir su pasado, aquel que desembocó en la hiperinflación de 1989. Por tanto, tienen las manos más libres. Pero no es lo único.
En todos estos meses hubo un cambio de énfasis en la visión de los analistas, que representan a los �mercados�. En lugar de reconocer el mal resultado de su inicial reclamo de ajuste, prefirieron hacer hincapié en la falta de crecimiento como explicación central del alto riesgo país que reflejaba la cotización de los bonos de deuda argentinos. Por tanto, se abrió un margen de tolerancia para las políticas activas al cambiar las prioridades. También es verdad, sin embargo, que el equipo económico las fue intentando desde el primer paquete procompetitivo, sin conseguir cambiar demasiado la historia.
Un factor que paradójicamente fortalece a Machinea es el naufragio político provocado por el escándalo del Senado. El Ministerio de Economía es visto como una lengua de tierra firme entre aguas borrascosas. Pero, aun con todas estas consideraciones, hay un fracaso en el cumplimiento del primer compromiso asumido por este equipo, y por supuesto muchas dudas sobre la validez de sus nuevas proyecciones.
Estas dependen, en primer lugar, del contexto externo. No puede olvidarse que las metas se derrumbaron bajo el peso de los mayores intereses de la deuda. Pero hay también dudas más profundas sobre la viabilidad de la economía argentina, básicamente sobre su posibilidad de crecer sostenidamente con una moneda atada al dólar. Sin una reforma del Estado pensada desde la productividad del gasto público, con un esquema productivo concentrado en materias primas e insumos, la Argentina necesita argumentos muy fuertes para atraer inversiones que reconviertan su economía. En este sentido, el redibujo de unos objetivos fiscales no es un hecho sustancial. |
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