Por José Natanson
 Con Raúl Alfonsín a la cabeza, la conducción del radicalismo se reunió ayer con los jefes de los comités de cada provincia para evaluar la crisis política generada por el escándalo del Senado. �La UCR �expresaron en un documento� desea vehemente el esclarecimiento de la situación� por la denuncia de �pretendidos sobornos� y �mantiene la confianza en sus legisladores�. Propusieron un �pacto democrático� como salida. Y, en una clara referencia a Carlos �Chacho� Alvarez, agregaron que �es ruin comparar el pasado con el presente�. El documento fue el corolario de una larga reunión, en la que los dirigentes hicieron catarsis y que Alfonsín dio por finalizada con una apelación: �Señores, ante esta situación tenemos que ser más radicales que nunca�, dijo el ex presidente.
Fueron llegando de a poco, a partir de las cuatro de la tarde, a la sede del Comité Nacional. Uno de los primeros fue Alfonsín. Desde que se desató el escándalo, el jefe radical adoptó una actitud más bien sinuosa, que osciló entre la necesidad de reclamar una investigación y la voluntad de contener a un partido furioso con Chacho Alvarez. Estaban, también, el gobernador de Mendoza, Roberto Iglesias; el bonaerense Lepoldo Moreau, el renunciado jefe del bloque radical en el Senado, Raúl Galván. Y, sentado al lado de Alfonsín, Enrique �Coti� Nosiglia, señalado por algunas versiones como el operador del acuerdo millonario en el Senado.
El encuentro comenzó con una especie de catarsis por parte de los jefes de los comités provinciales. Según aseguró a un dirigente que participó, la frase �somos víctimas� fue la más escuchada en la primera parte de la reunión. Fue Moreau quien cambió el clima. �No puede ser que digan que hubo un pacto de connivencia con el menemismo si votamos en contra y no dimos quórum�, dijo, en referencia a las acusaciones de Alvarez.
Alfonsín, que hasta el momento no había hablado, pidió un informe de la situación del partido provincia por provincia. Reivindicó la �voluntad aliancista� del radicalismo. Dijo que �tenemos que llegar a la verdad, aunque nos duela�. Y dio por finalizado el encuentro con una apelación al espíritu militante de los radicales.
�Nada puede resultar más inaceptable para la UCR que una defección ética�, señala el documento redactado por el ex presidente. �La UCR ejerció en plenitud la función de oposición resguardando la intransigencia en todas las circunstancias en que estuvieron en juego los intereses vitales de la república.� Con este párrafo, los radicales replicaron �sin mencionarlo� a Chacho Alvarez, que los había equiparado con el PJ en las �viejas prácticas políticas� del Senado.
El documento marca una diferencia con el Gobierno. �La UCR considera indispensable poner en marcha políticas que permitan definir el país que queremos ser, que requieren no adherir sumisamente a las ideas económicas de los países centrales.� Reivindica �la inquebrantable decisión de fortalecer la Alianza�. Y convoca a �una convergencia de fuerzas políticas y económicas nacionales� para un �pacto democrático�.
Antes, mientras los dirigentes discutían, en los pasillos se comentaban las últimas derivaciones del escándalo del Senado. La duda pasaba, en primer término, por el futuro de José Genoud en la presidencia provisional del Senado, una salida que Chacho viene empujando con ímpetu. �No va a pasar nada�, aseguraban cerca del mendocino, aunque admitían que su permanencia está condicionada a la decisión que tome De la Rúa el viernes próximo, cuando vuelva a la Argentina. La segunda duda era el nombre del senador que reemplazará a Galván al frente del bloque. Aunque en principio había sonado el nombre de José Luis Molinari Romero, la cercanía del cordobés con Alvarez terminó complicando su candidatura, que se resolvería en favor de Mario Lozada. A modo de revancha, una vez que finalizó la reunión los radicales ofrecieron una curiosa cena de desagravio a Galván en el Club Español, con Alfonsín y Moreau como únicos oradores.
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