Por Mariana Carbajal
Si el Congreso aprueba el proyecto de reforma del Código Civil, divorciarse será cada vez más difícil. Aunque la pareja esté separada de hecho por más de dos años, el cónyuge que inicie la demanda será considerado �culpable�, perderá el derecho a reclamar una cuota alimentaria y deberá contribuir a que el otro �mantenga el nivel económico del que gozaron durante la convivencia, teniendo en cuenta los recursos de ambos�. Los jueces, además, estarán facultados para rechazar una demanda si evalúan que el divorcio puede causar algún daño material o moral grave al otro cónyuge, lo que abriría la puerta para que los magistrados que estén en contra del divorcio por razones religiosas, por ejemplo, actúen en forma discrecional. �Sería un retroceso enorme�, coincidieron especialistas en Derecho de Familia, consultados por Página/12. Uno de los ideólogos del cambio �claramente conservador� fue Augusto Belluscio. Sin embargo, el ministro de la Corte Suprema ahora no lo defiende: �No estoy seguro de que hayamos estado acertados�, afirmó (ver aparte).
Salvo para unos pocos abogados especializados en Derecho de Familia, las modificaciones al capítulo de divorcio pasaron inadvertidas cuando el año pasado el ex presidente Carlos Menem envió el proyecto al Congreso y se conocieron las novedades del texto. La reforma fue elaborada por un grupo de destacados juristas, convocados por Menem, y consiste en una profunda transformación al Código Civil creado por Vélez Sarsfield hace 130 años, y su unificación con el Código Comercial (ver aparte).
En total son 2500 artículos, que por estos días están siendo analizados en diversas subcomisiones de la Cámara de Diputados. �En octubre esperamos terminar nuestros dictámenes. Habíamos acordado trabajar en forma conjunta con el Ministerio de Justicia y el Senado para llegar a un proyecto único, y evitar otras modificaciones, pero los senadores no han participado en ninguna reunión�, señaló el diputado radical José Dumond, presidente de la Comisión de Legislación General.
En los últimos meses, Dumond motorizó una serie de debates en siete localidades del interior del país (Comodoro Rivadavia, Rosario, Formosa, Córdoba, entre otras), a los que fueron convocados juristas y profesores universitarios de Derecho para que plantearan sus observaciones a la reforma. Recién en el último encuentro, que se realizó el 25 de agosto en la Capital Federal, apareció un rechazo masivo a los cambios introducidos en relación con el divorcio. �La reforma es un desastre. Busca dificultar el divorcio y sancionar al que lo inicie. Si se aprueba sería un gran retroceso porque se volvería a poner trabas para la separación judicial, a pesar de que el sistema actual funciona muy bien�, explicó a Página/12 Nelly Minyersky, presidenta del Instituto de Derecho de Familia, del Colegio Público de Abogados de la Capital Federal, y una de las voces más críticas del proyecto.
La ley de 1987, que se sancionó a pesar del agresivo lobby en su contra de la jerarquía católica, tuvo la virtud de abrir el campo al �divorcio remedio�, donde el juez no establece culpas: simplemente pone una �solución� legal a un problema de pareja. Hasta ese momento, la separación judicial en el país se basaba en la existencia de un culpable: a uno de los cónyuges se le imputaba una violación grave o reiterada de los deberes derivados del matrimonio, como el adulterio. �Actualmente, el 80 por ciento de los divorcios tramitados en la Capital Federal no buscan culpables: se hacen de mutuo acuerdo, luego de acreditar más de dos años de separación de hecho. La modificación, que se inscribe en una jurisprudencia conservadora, respondería sólo al otro 20 por ciento. Es decir, estarían legislando para una minoría�, advirtió Carlos Arianna, profesor de Derecho de Familia de la UBA y otro de los abogados que planteó su oposición a la reforma. �Concretamente es un desaliento al divorcio, que podría responder a presiones de la Iglesia�, concluyó Arianna.
Con la modificación, se faculta al juez a rechazar una demanda a pesar de la existencia de más de dos años de separación de hecho, si el magistrado considera que el divorcio puede llegar a producir �consecuencias materiales o morales de excepcional dureza� al otro miembro de la pareja. �Si el que no quiere separarse profesa la religión católica, podría alegar que la separación lo afecta moralmente, y el juez podría rechazar la demanda. Actualmente, si pasaron dos años de la separación de hecho el magistrado tiene que aceptarla�, señaló Arianna.
La ley vigente establece que un cónyuge puede pedir la separación judicial si el otro sufre alteraciones mentales graves de carácter permanente, alcoholismo o adicción a la droga. Pero si se aprueba la reforma, los jueces también quedarían habilitados para rechazar la demanda si evalúan que la separación podría producir �consecuencias graves sobre el cónyuge enfermo�. �Es absurdo permitir que el juez pueda rechazar la demanda, en cualquiera de los dos casos, porque la pareja ya está desecha de todas formas. Sería una intromisión judicial a un problema conyugal�, objetó Adriana Wagmaister, profesora titular de Derecho de Familia de la Universidad de La Plata y de la UBA.
En todos los casos, quien inicie la demanda será considerado �culpable�, perderá el derecho a reclamar una cuota alimentaria y deberá contribuir a que el otro �mantenga el nivel económico de que gozaron durante la convivencia, teniendo en cuenta los recursos de ambos�. �Es ridículo hablar de un culpable en una separación. Para aplaudir se necesitan dos manos. Un fracaso matrimonial es un momento muy doloroso. Más que buscar culpables hay que ayudar a la pareja a encontrar una solución�, observó Minyersky, titular de la Asociación de Abogados de Buenos Aires.
Según adelantó el diputado Juan Pablo Cafiero, coordinador de la subcomisión que analiza el capítulo de Familia de la reforma, el vendaval de críticas llevaría a la eliminación del concepto de �culpa�. Lo curioso es que, aunque imprimiría un cambio radical en la tramitación del divorcio, nadie defiende a la criatura. Ni siquiera su principal impulsor, el ministro de la Corte Augusto Belluscio, ni otros de los juristas que elaboraron la reforma a instancias del ex presidente Menem. �La parte de familia fue redactada por (María Josefa) Méndez Costa, (Aída) Kemelmajer de Carlucci y Belluscio�, se desligó del tema el jurista Julio César Rivera al ser consultado por Página/12. �El planteo lo hizo Belluscio�, se escudó Méndez Costa. Pero la respuesta más sorprendente fue la del propio ministro de la Corte: �Aunque yo haya tenido un gran protagonismo en su redacción, creo que debe someterse a una gran revisión. No estoy seguro de que hayamos estado acertados�, afirmó Belluscio.
AUTOCRITICA DE BELLUSCIO, IMPULSOR DEL PROYECTO
�Debe someterse a revisión�
Por M.C.
�Fue el criterio predominante en la comisión redactora�, alegó el ministro de la Corte Suprema, Augusto Belluscio, sobre el profundo cambio en la legislación de divorcio introducido en la reforma al Código Civil. Sin embargo, otros miembros del selecto grupo de juristas convocados por el ex presidente Menem lo señalaron a él como el principal promotor de las trabas a la tramitación de la separación legal. �Salvo la doctora (Aída Kemelmajer de) Carlucci, todos coincidían con esa posición�, replicó Belluscio en un reportaje con Página/12. No obstante, el ministro de la Corte reconoció haber tenido �un gran protagonismo� en la defensa del �divorcio sanción�, aunque en la actualidad no está seguro de que �haya sido un criterio acertado�.
�¿Por qué planteó la reforma con un tono tan conservador?
�Se tomó del Código Civil francés, que es de 1975. Pero la verdad es que actualmente hay un gran movimiento en ese país para reformarlo, por lo tanto no estoy seguro de que hayamos estado acertados. Creo que ese aspecto debe someterse a una gran revisión.
�¿Qué opina sobre la culpabilización del cónyuge que inicia la demanda y la facultad que se le da al juez para rechazar las demandas?
�No sé... Se supone que el que pide el divorcio por una separación de hecho es culpable. Es el caso típico de la mujer abandonada. Pasan seis años y como el marido no tiene causas para imputarle, recurre a la separación de hecho para conseguir el divorcio. Pero es cierto que la tendencia actual es considerar el divorcio como una �solución� a una situación conflictiva, en lugar de buscar sanciones.
�Pero usted mismo reconoce que fue su principal impulsor. ¿Por qué cambió de criterio en tan poco tiempo?
�A medida que pasan los años tengo más dudas sobre mis criterios anteriores. Creo que es necesario un mayor debate, oír más opiniones; finalmente tienen que resolver los legisladores. Yo no tengo una opinión definitiva. Teóricamente, los políticos conocen más las opiniones del pueblo que juristas encerrados en un gabinete.
Belluscio renunció a la comisión redactora del proyecto de reforma antes de su finalización, por profundas disidencias con el resto de los juristas que la integraron. �Se hizo una mala redacción, que significó una falta de claridad de las normas. Hubo abusos de conceptos y definiciones propias de una obra de doctrina, en lugar de buscar soluciones concretas a los problemas de la gente, como debe hacer un Código. Se incluyeron disparates. No es un trabajo serio�, subrayó Belluscio.
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