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El crimen de los novios en Bahía
Blanca ya tiene dos sospechosos

La policía difundió un identikit que aparentemente coincide con la fisonomía de un ex preso al que se está buscando. Se afianza la hipótesis de la violación de la joven seguida por la muerte de ambos.

El sospechoso es de cabellos y ojos oscuros, tendría unos 35 años, cutis blanco y 85 kilos. Los pesquisas creen que la violación y muerte intentó ser distorsionada con el robo del auto.

Por Carlos Rodríguez 
Desde Bahía Blanca

t.gif (862 bytes) El hombre, de cabello y ojos oscuros, tendría alrededor de 35 años, un peso aproximado de 85 kilos y cutis blanco. El identikit difundido ayer por la Policía Bonaerense coincidió con los datos extraoficiales que indican que se estaría sobre la pista de uno o dos sospechosos en la investigación del doble crimen de Horacio Iglesia y María Victoria Chiaradía. La hipótesis que sigue fortaleciéndose es la del robo y la violación. Los peritajes establecieron que en el auto había tres tipos de vello púbico, lo que está confirmando la presencia de por lo menos un desconocido. El identikit coincidiría en líneas generales con la fisonomía de un ex preso que tiene el perfil para cometer un delito como el que se está investigando.
Fuentes locales de la investigación admitieron por primera vez que �tal como reveló este diario� los restos de semen hallados en el cuerpo de la joven estarían indicando, por su cantidad, que dentro del auto hubo más de un hombre. El camino de la investigación parece orientarse en forma definitiva hacia el robo con violación o de lo contrario una violación seguida de muerte que trató de ser distorsionada con el robo del auto -que luego apareció�, una campera, un reloj, un teléfono celular, un discman y menos de 30 pesos. 
Voceros de la policía sostuvieron que la investigación está �muy avanzada� y que se tienen datos concretos sobre los sospechosos, que serían dos. Algunas intervenciones telefónicas terminarían de cerrar el círculo. Lo que se busca son personas que trabajarían como peones rurales o talleres ubicados en una zona que va desde Bahía Blanca hasta una serie de pueblitos ubicados en los alrededores de la ciudad de Coronel Suárez. En los últimos días hubo por lo menos dos testigos que aportaron datos de importancia sobre los supuestos criminales.
Los testimonios, por un lado, certifican que un Chevrolet Corsa gris fue visto cerca del lugar donde aparecieron los cuerpos, en un bosquecito de pinos ubicado cerca de la ruta 76, a la vera de un camino de tierra que une Sierra de la Ventana con Pigüé. Por el otro, hubo datos referidos a supuestos movimientos sospechosos de personas que, se cree, podrían haber intervenido en el doble crimen. 
Existe un testigo de identidad reservada, empleado de una estación de servicio, que vio al Corsa gris en ese local, ubicado en las proximidades del Parque Sesquicentenario. El hombre vio en el auto a tres hombres, dos de ellos desconocidos para él. El tercero era �el hijo del comisario Héctor Iglesia�, según declaró el testigo, quien hizo el �dictado de rostro� que se utilizó para confeccionar el identikit de uno de los sospechosos. Se trata de la persona que bajó del vehículo y que pudo ser observada por el empleado. 
El fiscal Eduardo D�Ampaire le tomó ayer declaración testimonial �es la tercera vez que se presenta� al comisario Iglesia. Aunque todo parecería indicar que se había desechado la hipótesis de la venganza, el interrogatorio del fiscal estuvo orientado a conocer en detalle la carrera policial de Iglesia, los destinos que tuvo y la posibilidad de que se haya ganado enemigos peligrosos. Otro punto estuvo dirigido a saber de qué forma se fueron dando sus ascensos. 
Iglesia negó haber recibido amenazas durante los ocho días que duró la desaparición de los dos chicos. En principio, ya se había constatado que no hubo llamadas pidiendo rescate a ninguna de las familias, cuyos teléfonos habían sido intervenidos. También concurrieron a la fiscalía, para aportar su conocimiento sobre el tema, varios ingenieros mecánicos expertos en combustible, para tratar de precisar cuántos kilómetrospudieron haberse recorrido con el Corsa la madrugada del crimen, teniendo en cuenta que habían llenado el tanque esa misma noche. 
Uno de los puntos clave en la actual etapa de la investigación es la ubicación del lugar donde estuvo oculto el auto, desde el momento en que se cometió el crimen hasta el momento que apareció en las cercanías de la ciudad de Gral. Lamadrid. Las operaciones en la zona están siendo conducidas por un comisario inspector que pertenece a la policía de Bahía Blanca y que está instalado en Coronel Suárez al frente de un equipo de investigadores. También llegaron cinco instructores judiciales, enviados desde La Plata, para colaborar con el fiscal D�Ampaire y su adjunta, Claudia Lorenzo. Anoche, en La Plata, se tenía la certeza de que se estaba llegando a la etapa de definiciones con la posible detención de algunos de los sospechosos.

 

 

La ballena con rumbo perdido

Una ballena franca austral que quedó varada durante cinco horas en una zona costera de difícil acceso, cercana a San Antonio Oeste, mantuvo ayer en vilo a los habitantes de esa localidad rionegrina. Se presume que el cetáceo perdió su orientación, por lo que quedó encallado a partir del mediodía en un falso canal de fondo arenoso. Durante la tarde, la ballena fue hidratada a baldazos por efectivos de la Subprefectura local. Hasta que finalmente, alrededor de las 17, con la crecida de la marea, logró regresar a alta mar. 
El cetáceo fue descubierto por miembros de la Subprefectura, a unos 20 kilómetros del balneario Las Grutas, a la altura de Punta Delgado, en el golfo San Matías. Era un espécimen de unos diez metros de longitud y 30 mil kilos. �Por la mañana habíamos visto otros cetáceos por el lugar. Seguramente esta ballena perdió el rumbo�, contó a Página/12 el prefecto Walter Nieto, a cargo de la Subprefectura de San Antonio Oeste. Las ballenas pasan frente a esas costas rumbo a la Península Valdés. �No podíamos traccionarla porque podíamos provocarle alguna herida. Así que, tras consultar a un biólogo del Instituto de Biología Marina, comenzamos a echarle agua, con baldes y una bomba hidrante con dos mangueras, para que pudiera regular la temperatura corporal�, agregó Nieto.

 

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