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Ganaron los que tenían que ganar, y todos en paz

El grupo N�Sync, el rapper Eminem y los Red Hot Chili Peppers se llevaron la mayor cantidad de premios MTV. Para la señal del sur de Latinoamérica, triunfaron Los Fabulosos Cadillacs.

N�Sync, ¿los nuevos Backstreet Boys?; Eminem, un provocador, y Red Hot Chili Peppers, ya clásicos.


Por Esteban Pintos

t.gif (862 bytes) N�Sync y Eminem, verdaderos símbolos del ying yang del momento en la música pop para adolescentes de los Estados Unidos y del resto del mundo MTV, resultaron los grandes ganadores de la decimoséptima entrega de los �Video Music Awards 2000�, con tres estatuillas cada uno. El grupo de jóvenes y bellos cantantes/bailarines, que parece haber desplazado del centro de la escena a los Backstreet Boys, obtuvo los premios Mejor Video Pop, Coreografía en Video y el del Elección de la Gente. El rapper blanco, nativo de Detroit y con un marcado tono homofóbico en sus letras, se llevó los correspondientes a Video del Año, Video Masculino y uno más, el de Video de Rap, compartido con su mentor y productor Dr. Dre. 
Los terceros en discordia en un hipotético podio de triunfadores son los Red Hot Chili Peppers, que ganaron en Dirección de Arte, Dirección de Video y obtuvieron un reconocimiento a su carrera conocido como Video de Vanguardia. En la elección del Video de la Gente correspondiente a la señal para el sur de Latinoamérica se impusieron Los Fabulosos Cadillacs con el clip de �La vida� (ver recuadro). La colombiana Shakira venció en este rubro, pero de la programación para Norte y Centroamérica por el video de �Ojos así�. Con bajo perfil, otros artistas merecieron su reconocimiento. Por ejemplo, las cantantes Björk (Efectos Especiales y Video Sorprendente), Aaliyah (Video Femenino y Video de una Película) y Macy Gray (Nuevo Artista y Cinematografía). 
El show, celebrado en el Radio City Hall de Nueva York, tuvo como conductores a los hermanos Damon y Shawn Wayans, los comediantes del momento a partir del suceso de la película Scary movie en EE.UU. Sin embargo, su performance no pareció igualar aquello que el año pasado concretó el también actor Chris Rock, a quien satirizaron al comienzo de la ceremonia. Así las cosas, lo que distingue este acto de otros por el estilo (Oscar, Emmy, Tony, Grammy), es decir su informalidad y �locura�, quedó en manos de los músicos y demás personajes que aparecieron sobre el escenario. Por ejemplo Y.Tim.K., el bajista de los rapper�metálicos Limp Bizkit, que se hizo notar rompiendo televisores mientras tocaba Rage Against the Machine y, más tarde, apareciendo trepado al techo del escenario mientras sus compañeros estaban agradeciendo el premio Video de Rock. 
El otro punto alto de la noche, al menos para la transmisión televisiva, fue la traslación de la polémica Napster�Metallica al recoleto ámbito del Radio City Hall. Shawn Fanning, creador del sitio y programa de Internet que permite �bajar� canciones gratis a partir de una suerte de mercado de intercambio global entre usuarios de todo el mundo, apareció con una remera de... Metallica. En la platea, Lars Ulrich, el baterista y portavoz de la banda hard en la disputa legal, �hizo� como que estaba dormido en ese momento. Antes, participando de un sketch producido para la ocasión, Ulrich �tomó prestados� trofeos, una computadora, un equipo de audio y hasta el auto de la novia del presentador Marlon Wayans. �Llevarse cosas es solamente divertido cuando no son tuyas�, ironizó el músico. 

 

 

Acostumbrados a triunfar

Este es el segundo premio MTV que obtienen Los Fabulosos Cadillacs desde que la señal latina de la cadena global de videos figura entre la lista general de la entrega. Justamente fue en aquella primera edición, en 1994, cuando ganaron por el clip de �Matador�, dirigido por Pucho Mentasti. Ahora, en el 2000, le tocó el turno a �La vida�, una canción de su último disco, La marcha del golazo solitario, cuya versión para televisión fue dirigida por el realizador José Luis García. Tal como sucedió con MTV, los Cadillacs ostentan el privilegio de haber inaugurado la lista de ganadores para Latinoamérica de un premio universal. En este caso, el Grammy, que ganaron en la categoría Rock Alternativo Latino en 1998. No es casual, ya que se trata de la banda argentina con mayor proyección internacional: giran más o menos habitualmente por Estados Unidos desde 1990, sus discos son reseñados por revistas especializadas como Spin y Rolling Stone, y merecen comentarios elogiosos de los críticos de diarios como The New York Times y Los Angeles Times. En esto, también, son los primeros.

 

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