Por Marcelo Justo
Desde Londres
En un intento de dar la versión definitiva de la banda de pop más famosa de la historia, los tres ex Beatles Paul McCartney, George Harrison y Ringo Starr publicarán una autobiografía colectiva el próximo 5 de octubre, en la que trabajaron conjuntamente durante más de seis años en el más completo hermetismo. The Beatles Anthology tiene 360 páginas, un precio escalofriante (80 dólares) y es la historia de Los Beatles contada por ellos mismos, desde el mítico encuentro entre John y Paul en el Liverpool de los 50 hasta la fecha. Según el portavoz de Paul McCartney, Geoff Baker, será la Biblia de la banda. �No le falta nada. Tiene todo lo que pasó en las giras, las drogas, las disputas, el sexo. Refuta muchos mitos y contesta otros tantos interrogantes. Ellos desean dejar las cosas en claro sobre muchas polémicas que ha habido en torno de la banda�, señaló.
Según los editores, la autobiografía da una versión marcadamente distinta de la que se conoce sobre la ruptura de Los Beatles. El 11 de abril de 1970, las primeras planas de los diarios británicos titularon �Paul abandona Los Beatles�, popularizando la noción de que lo había hecho por la creciente influencia que intentaba tener Yoko Ono, la mujer de John Lennon. Según la autobiografía, fue Lennon el que decidió separarse del grupo: el error surgió y se propagó porque Paul dio a conocer el comunicado de prensa anunciando la disolución (
ver recuadro). The Beatles Anthology revela también que en 1996 los tres ex Beatles rechazaron una oferta de 113 millones de libras (unos 200 millones de dólares) por dar un total de 17 conciertos en Estados Unidos, Alemania y Japón.
En el libro, los ex Beatles describen a Brian Epstein, su manager a principios de los 60, como un verdadero tiburón dispuesto a fagocitárselos con una propuesta que hoy resulta casi increíble. �En esa época ganábamos unas 25 libras semanales cada uno. Comparativamente no nos iba mal. Mi padre, por ejemplo, ganaba 10 libras. Una vez Brian nos ofreció un contrato por el que nos garantizaba un salario semanal de 50 libras de por vida, a cambio de quedarse con el resto de las ganancias, pero nosotros pensamos �Brian, mejor no, nos arriesgaremos a ganar un poco más que 50 libras semanales��, cuenta George. La versión difiere radicalmente de la angelical descripción de sí mismo que dio Epstein en A cellarful of noise, el libro que publicó en 1964 sobre los orígenes de Los Beatles. �En el primer contrato sólo faltaba una firma: la mía. Yo no estaba seguro de ser la persona idónea para ayudar a Los Beatles. Quería liberarlos de sus obligaciones conmigo. Quería que tuvieran plena libertad para desarrollar su talento�, contaba Epstein.
La idea de que los músicos contaran la historia de la banda con su propia voz, en una suerte de larga reconstrucción oral del pasado, partió de Neil Aspinall. Aspinall, quien se inició en los 60 como chofer de la banda, es el director operativo de Apple Corps, la compañía de Los Beatles. McCartney fue el encargado de convencer a George y Ringo, con el argumento de que así podrían poner fin a tantos rumores y versiones sobre lo que realmente había ocurrido. En el ánimo del bajista también debió pesar el deseo de rectificar la imagen que ganó John de revolucionario y vanguardista y que relegó a Paul al papel de �chico bueno y lindo�. En la autobiografía �tal como en su anterior libro Many years from now�, Paul es el que está más a tono con esa época de extraordinaria creatividad y optimismo que fueron los 60, mientras que John vivía una cómoda vida suburbuana con su primera esposa Cynthia, en el sur de Inglaterra. �En esa época los músicos empezábamos a perder la mentalidad de gueto y a mezclarnos con actores y pintores. Esto generaba una suerte de cruce de ideas muy fructífero con otras artes. Fui el que más aproveché esta época porque me quedé a vivir en Londres, mientras que los otros se fueron a vivir en los suburbios�, cuenta Paul.
Por el momento la información sobre el libro sale en publicitarias cuentagotas en los periódicos nacionales, pero varios críticos musicales británicos expresaron dudas sobre las novedades que pueda aportar. En el matutino británico Daily Telegraph, el crítico Nick Brown dice que las infinitas entrevistas que concedieron Los Beatles dejan poco que agregar y que lo mejor que le puede pasar a la historia de Los Beatles es, como en el título de la última canción de la banda, to let it be, que la dejen ser. Otro crítico, Ray Connolly, va más allá y cuestiona el mismo valor testimonial de las autobiografías. �Se piensa que por estar narrada por ellos mismos va a ser más verdadera. Esto es muy ingenuo. Las autobiografías son siempre muy selectivas y tienden a glorificar al que cuenta su propia vida, que minimiza los propios defectos e ilumina sus virtudes. ¿Sabremos lo que sienten Paul, Ringo y George por Yoko gracias a este libro? Lo dudo. ¿Arrojará alguna luz sobre la paliza que le dio John a un tipo que había insinuado que él era gay? ¿Tendrá mejor suerte Cynthia, la primera esposa de Lennon, que parece haber sido borrada de la historia de Los Beatles con la misma eficiencia con que Stalin hizo desaparecer a Trotsky de la historia soviética?�, se pregunta Connolly en el Daily Mail. En todo caso, el valor monetario de esta peculiar autobiografía colectiva está garantizado. El cálculo es que se venderán más de 20 millones de ejemplares en todo el mundo y que generará más de mil millones de dólares para los tres ex Beatles, siempre especialistas en cifras sorprendentes.
�Es cierto, tomábamos bastantes drogas�
Cuando en 1967 apareció Sergeant Pepper�s Lonely Heart Club Band, Los Beatles eran una institución nacional. Confundida por el toque
psicodélico y vanguardista del disco, la misma reina Isabel II comentó que Los Beatles �se están poniendo un poco raros�. La soberana no había detectado que el giro experimental de Los Beatles había comenzado el año anterior,
con Revolver, como cuentan los mismos músicos en el libro.
Ringo: �En esa época empezamos a experimentar mucho más con las drogas. Marihuana y ácido lisérgico, ninguna de las drogas duras. Pero todavía pienso que, si bien es cierto que tomábamos bastantes drogas, no lo hicimos mucho en las sesiones. Trabajamos mucho y en serio�.
Paul: �El último tema de Revolver, �Tomorrow never knows�, lo compuso John. Era la época en que todo el mundo estaba experimentando con drogas. John tenía la adaptación que Timothy Leary había hecho de El libro tibetano de los muertos y por primera vez concebimos la idea de que cuando nos morimos, nos quedamos reposando durante varios días hasta que nos vienen a buscar para un largo viaje. En ácido esta idea se volvía mucho más interesante aún�.
George: �La letra de �Tomorow never knows� se refería sobre todo al trascendentalismo. El objetivo de la meditación es trascender los estados de sueño y vigilia. De modo que el tema empieza: Desenchúfate, relájate y déjate llevar por la corriente, no es la muerte�. |
La culpa es del finado
Muerto John Lennon, los tres ex Beatles sobrevivientes están de acuerdo en quién fue el responsable de la separación: el finado. En el libro se muestra que el proceso de desintegración comienza mucho antes de la fecha del anuncio y que está en los planes de Lennon desde que se forma la Plastic Ono Band. Estas son las palabras de los mismos ex Beatles.
George: �Para cuando Paul dio a conocer el comunicado, todos habíamos dejado la
banda�.
Ringo: �Después del debut de la Plastic Ono Band en Toronto, tuvimos una reunión en la que John finalmente decidió mencionar el asunto. Lo dijo bien claro: �Bueno muchachos, ya está, terminemos con el show��.
Paul: �Yo había sugerido que volviéramos a hacer giras, apariciones sorpresivas en clubes. Pensaba que éramos una gran banda y que necesitábamos reencontrar nuestras raíces como músicos y después sí, si queríamos, separarnos. Me acuerdo de que John me miró y me dijo: �Me parece que sos un tarado. No te lo iba a decir hasta que firmáramos el contrato con Klein: voy a dejar el grupo�. Nos quedamos boquiabiertos�. El mismo Paul comenta que después de este anuncio hubo un período de espera: �No sabíamos si era uno de los juegos de John o si volvería en una semana y nos diría, �estaba bromeando�. De modo que esperamos unos meses hasta que admitimos que habíamos dejado de existir como banda�. |
¿Un aluvión rockero?
Si las gestiones de varios promotores se concretan, durante el último trimestre del año habrá más visitas internacionales que las que hubo en lo que va del 2000, particularmente en el terreno del rock. En octubre compartirían escenario Sonic Youth y Sean Lennon. El primero es un influyente cuarteto neoyorquino que, a partir de 1980, redefinió el uso de la guitarra eléctrica e influyó en grupos como Nirvana, aunque en los últimos tiempos está más cerca de la experimentación que del rock alternativo. Sean Lennon es el hijo del beatle John y Yoko Ono: además de desempeñarse como bajista en Cibo Matto (la banda de su novia, la japonesa Yuka Honda), hace dos años sacó un bello disco solista titulado Into the sun. Noviembre, en tanto, sería el mes de los regresos de renombre. Uno de los artistas que volverían es Lou Reed: con la misma banda que lo acompañó en su visita de 1996; el ex Velvet Underground está presentando su reciente Ecstasy. Durante ese mes también tocaría el francés Manu Chao, quien haría dos shows acompañado de Karamelo Santo y Las Manos de Filippi (el ex Mano Negra también tocaría en Córdoba y no en Tucumán, como se había anunciado en principio). Otros reincidentes serían los oscuros Smashing Pumpkins (que muestran los temas de Machina: The machines of god, tal vez el último álbum de su carrera) y el pirotécnico guitarrista Steve Vai. Y 2001, aparentemente, vendrá bien desde el comienzo, ya que es posible que bajen a la Argentina algunos de los artistas que se presentarán en Rock in Río. Los nombres más sobresalientes son los de R.E.M., autores de gemas como �Out of time�, y Red Hot Chili Peppers, que volverían para confirmar el éxito que tuvo aquí su último trabajo: Californication ya superó la certificación de doble platino, con 120 mil copias vendidas. |
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