La Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) dio finalmente su brazo a torcer y decidió ayer en Viena que aumentará su producción en 800.000 barriles día (bd), 300.000 más de lo que debería oficialmente. Esto supone, efectivamente, un gesto significativo para mercados y consumidores, tras una semana de crecientes protestas que desafiaron a algunos gobiernos europeos. Con esta mayor oferta de crudo, se espera influir a la baja en los precios del petróleo, que se han triplicado en los últimos 18 meses. El mercado ya había dado por su parte señales de asfixia a lo largo de la semana, con precios en Nueva York y Londres superiores a 34 dólares, un record desde la guerra del Golfo. La cantidad acordada no llega al millón de barriles que supuestamente quería obtener Arabia Saudita. �Todavía hay capacidad en la OPEP para producir más�, aseguró el actual presidente del cártel, el ministro de Energía venezolano, Alí Rodríguez. Igualmente, el ministro saudita del sector, Ali al-Nuaimi, ya avanzó que el cártel está dispuesto a volver a abrir grifos en noviembre si es necesario. Ello no significa forzosamente que el mercado empiece a quedarse sin crudo por entonces. La OPEP, que extrae diariamente 25,4 millones de barriles, sólo cuenta con el 40 por ciento del monopolio, comparado con más del 60 por ciento hace décadas. Lo cierto es que el impacto psicológico de las cuotas ha sido grande a lo largo de estos 18 meses. El cártel aspira a un precio entre 22 y 28 dólares por barril. �Saber si este aumento contribuirá a estabilizar los mercados está por verse�, fue la reacción cauta del secretario estadounidense de Energía, Bill Richardson. �Hay que seguir prudentes�, advirtió por su lado el ministro francés de Finanzas y actual presidente del consejo de ministros de Economía europeos, Laurent Fabius. Francia fue uno de los países que más presionaba para un aumento de la OPEP, después de enfrentar una dura protesta interna que acabó con rebajas de impuestos para transportistas y agricultores y tres cuartas partes de sus gasolineras cerradas temporalmente por falta de existencias. El gobierno alemán fue el más rotundo. �No alcanza. La OPEP tendrá que extraer más�, declaró el ministro de Transporte, el socialdemócrata Reinhard Klimmt, al diario Saarbrücker Zeitung en su edición de hoy. Paradójicamente, la OPEP cuenta con las protestas de los pequeños consumidores. �La OPEP expresa el anhelo de que los gobiernos reduzcan sus elevadas tasas sobre el barril de crudo, que suponen mucho más de lo que los países productores perciben�, resumió ayer Rodríguez en su discurso inaugural.
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