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![]() De todos modos, la tranquilidad de el 11 nunca es total: en la madrugada de ayer hubo incidentes en las poblaciones (como se conoce en Chile a las barriadas populares) de La Florida y Macul, algo habitual en la víspera y en la noche del aniversario del golpe militar de 1973. Pero estos incidentes son menores si se comparan con la jornada violenta en que se transforma, año a año, cada 11 de septiembre. El primer 11 pacífico coincide con un Pinochet desaforado y a punto de ser juzgado por los crímenes de la Caravana de la Muerte, una de las primeras acciones represivas a gran escala de la dictadura, dos meses después del golpe. Anteayer, el ministro del Interior, José Miguel Insulza, había expresado su deseo de que, como gesto de reconciliación, Pinochet derramara una lágrima por todos mis hermanos muertos. El general (R) Luis Cortés Villa, presidente de la Fundación Pinochet, respondió que pedir perdón no tiene sentido. Ayer se repitió esta escena. Hortensia Bussi, la viuda de Allende, retomó las palabras de Insulza y dijo que hace mucho tiempo que los chilenos queremos oír por una vez que Pinochet diga perdón, y ojalá derramara una lágrima. A pesar del silencio que los militares quisieron imponer en sus declaraciones a la prensa, el ex vicecomandante en jefe del Ejército y vocero del desaforado senador Pinochet, Guillermo Garín, no pudo con su genio y declaró que no hay que pedir perdón. Los generales retirados, ex funcionarios de la dictadura, Ramón Vega, Rodolfo Stange y Fernando Torres Silva coincidieron. En la homilía en homenaje a los uniformados caídos el día del golpe, el obispo castrense Pablo Lizama hizo numerosas alusiones indirectas al escenario judicial que enfrenta Pinochet. Afuera de la Escuela Militar se habían concentrado apenas unos treinta pinochetistas. El presidente Ricardo Lagos también repitió su postura de anteayer: ponerse por encima de la discordia. Para mí éste es un día de trabajo. He estado trabajando todo el día. Espero que para el país sea un momento de mirar al futuro. Todo los demás es secundario. Hasta 1998, el 11 de setiembre era feriado nacional. Luego, el feriado fue cambiado para el 4 de setiembre, que pasó a llamarse Día de la Unidad Nacional. En La Habana, en la avenida de los Presidentes en el barrio de El Vedado fue inaugurado un monumento en bronce de Salvador Allende. Fue donado por chilenos radicados en España y es obra de la escultora chilena Mónica Bunster. En el acto estuvieron presentes el historiador cubano Eusebio Leal y el embajador chileno en Cuba, Germán Guerrero.
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