Por
Fabián Lebenglik
Globos que se estiran tratando de alcanzar otros espacios tiñen
la piel o copian la pared. Se disuelven las acciones en el tiempo, o el
cuerpo es sepultado en la acción, escribe Mónica van
Asperen para describir y explicar su muestra. Y queda resonando el final,
como eco dramático de una batalla: El cuerpo es sepultado
en la acción.
La artista presenta dos clases de obras complementarias. Por una parte,
una larga serie de fotografías de varias dimensiones (que incluye
una subserie de fotos Polaroid) y por la otra una serie, más breve,
de cuadros/objeto. En ambas secuencias los globos son el material central;
al que se le suma, en las fotos, el otro material, el cuerpo sepultado
por globos, en la dinámica de la acción.
Mónica van Asperen nació en Buenos Aires en 1962. Se graduó
como diseñadora gráfica en la Universidad de Buenos Aires
y fue docente en materias relacionadas con el diseño de indumentaria
y la comunicación. Hace dos años obtuvo la beca de Arte
y Diseño de Copenhague y la Beca Kuitca de perfeccionamiento. Participó
de varias muestras de diseño joven y presentó exposiciones
individuales en el CAYC (1992) y en la Alianza Francesa (1998). Integró
muestras colectivas como Moda al margen (ICI, 1992), Del
borde (Fundación Banco Patricios, 1993), y grupales, como
Obras (Centro Borges, 1999) y, el mes pasado, Bocetos,
en el British Art Centre.
La muestra que presenta en estos días en el ICI impacta, en principio,
por las cualidades, tensiones y contrastes formales. La formulación
y formalización de la muestra exhiben claramente un lenguaje propio,
que tiene como punto de partida el diseño. A partir de allí
surgen una morfología y una sintaxis. Pero Van Asperen no se detiene
en ese punto: toda la carga obsesiva puesta en la el cuidado del detalle
y la construcción del trabajo se carga de sentido.
Los cuadros/objeto que pueden tomarse también, casi por definición,
como instalaciones se componen de tres elementos: una zona de la
pared pintada como fondo, un conjunto de globos inflados y tensados, y
grandes agujas de tejer clavadas en la pared, a través de las cuales
se sostiene y enhebra el caucho de los globos. El resultado es un dispositivo
visual, rítmico y colorido que, a modo de partitura, compone un
juego de colores, brillos, opacidades y sombras... Lo primero que se ve
es el cambio de función de los globos, del cotillón al lenguaje
puramente formal y artístico. Despojar de su sentido y función
previos un elemento tan fuertemente significativo no es un detalle menor.
Los globos estirados y segmentados a diferentes distancias y alturas proponen
una lengua secreta, escrita y silenciosa música, escritura
y silencio son tres cualidades que se desprenden directamente de estas
obras que se va modificando a lo largo de la exposición.
La luz de los focos, la pérdida gradual de aire, la temperatura
de la sala, la enorme tensión que doblega las agujas y el paso
del tiempo van transformando sutilmente estas obras efímeras que
oscilan entre la tensión y el humor.
La obra más explícita de este grupo, en cuanto a las intenciones
de la artista, es aquella en que utiliza globos transparentes. Allí,
la relación entre contenido y continente se muestra desnuda y el
aire se vuelve denso y blanquecino. El aire es lo que se manipula y, encerrado
artificialmente, proyecta sombras sobre la pared. Entonces el aire toma
cuerpo y esta obra conecta directamente con la de las fotos: los globos
de colores que envuelven los cuerpos no son otra cosa que columnas de
aire salido de los pulmones: los cuerpos están rodeados y vestidos
con un largo soplo, también corporal.
Esta acción que sepulta es la que introduce diversas
tensiones y sensaciones: del ascetismo a la sensualidad y de allí
al pudor. Los diferentes cuerpos cubiertos por los globos se muestran,fragmentariamente,
en sus diferencias: texturas, colores, pecas, edades, sexos y de allí
a las partes: boca, pecho, cadera, ojo, pelo, abdomen, brazo, mano. Son
cuerpos que posan, detenidos en su inercia natural (como define
Van Asperen). Aquí hay otro cambio de función: la acción
tiene reminiscencias de un desfile de modelos. Y se transforma en una
versión crítica y analítica de una producción
de modas. El diseño y la indumentaria, que están en la raíz
de la formación de la artista, en esta obra se vuelven extraños,
primitivos y elementales. La acción desata reflexión.
En la pequeña serie de fotos Polaroid, el cotillón es reemplazado:
lo que rodea los cuerpos en esta secuencia es una línea de lamparitas
navideñas intermitentes. Las luces así pegadas al cuerpo
parecen provenir de las propias anatomías. La confusión
premeditada y los claroscuros (o el exceso de luz, según el caso)
introducen un componente decididamente sensual, que en las fotos de gran
tamaño está elidido.
A medida que se avanza en la exposición, las superficies de los
paneles fotográficos se hacen más brillantes y espejados.
Entonces el espectador, que hasta ese momento ponía sólo
su propio globo ocular en funciones, se ve reflejado a sí mismo:
allí hay un inicio de interacción y una clase diferente
de utilización del espacio, que parece ser el principio de un nuevo
capítulo en el desarrollo de la inquietante globalización
del trabajo de Van Asperen. (En el ICI, Florida 943, hasta el 6 de octubre.)
PREMIO
HEBRAICA 2000 DE PINTURA
Para pintores jóvenes
Entre los múltiples premios de pintura que se llevan
a cabo en Buenos Aires a lo largo del año, la Sociedad Hebraica
Argentina organiza el Premio Estímulo para pintores jóvenes,
destinado a artistas plásticos de todo el país, hasta 35
años cumplidos, como máximo, el 30 de octubre de 2000.
El primer premio consiste en $ 2500 y una exposición individual
con fecha a convenir, en la Galería Arcimboldo, de Pelusa Borthwick,
en Reconquista al 700. El segundo premio ofrece $ 1500 y una exposición
individual, con fecha a convenir, en la galería Adriana Budich
(en la Avenida Coronel Díaz, frente al Shopping Alto Palermo).
Las obras premiadas y seleccionadas serán exhibidas en la Sociedad
Hebraica durante el mes de noviembre del corriente año y en Salas
Nacionales de Cultura (Posadas 1725) durante el año 2001.
El jurado de selección y premiación estará integrado
por pintores, críticos de arte, un representante de Hebraica y
el director del Palais de Glace: Juan Doffo, Diana Dowek, Fermín
Fevre, Osvaldo Mastromauro, Moisés Nusimovich y Julio Sapollnik.
La recepción de las obras se hará entre el 23 y el 27 de
octubre próximo en la sede de Hebraica, Sarmiento 2233, en el horario
de 14 a 20 hs. Para mayor información las bases pueden retirarse
en el Departamento de Cultura de la Institución, de lunes a viernes
de 14 a 20.
Inauguran
en la semana
Ani Schprejer, pinturas recientes, desde ayer, en el Centro Cultural
Borges, Viamonte y San Martín.
Ana Castro Feijóo,
pinturas y grabados, hoy, en Adriana Budich, Av. Coronel Díaz
1933.
Guillermo Iuso, instalación
y presentación de un libro sobre su obra, con prólogos
de Rafael Cipollini y Nicolás Guagnini, hoy, en Espacio Duplus,
Sánchez de Bustamante 750, dpto. 2.
Colectiva de arte joven
y no tan joven, hoy, en Galería van Riel, Talcahuano 1257.
Milton Altschuler, esculturas,
hoy, en la Casa de Mendoza, Callao 445.
La Educación
en los Museos de Arte, curso libre y gratuito organizado por
la Unesco y el Centro Recoleta (CCR), el 13 y 14, de 17 a 21, en
el Auditorio (13) y el Microcine (día 14) del CCR (Junín
1930).
Antología de Jorge
de la Vega, e instalaciones de Leandro Erlich, mañana, en
la galería Ruth Benzacar, Florida 1000.
Megadiversidad, muestra
grupal de Gabriela Salaris, María F. Plaza, Carolina Kluguer,
Jorge Lavigne, Irma Sousa, Dolores Maiz Casas y Susana Iacono, el
viernes 15, en la Fundación Esteban Lisa, Rocamora 4555.
Rep
muestra Mutiladitos
El jueves 14, Miguel
Rep inaugura en la galería del patio de esculturas del Centro
Cultural San Martín (Sarmiento 1551), pinturas y dibujos:
Mutiladitos suplicantes. La exposición está curada
por Laura Batkis.
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