Por A. M.
La causa sobre los sobornos en el Senado no deja de provocar sorpresas. Al interrogar al encargado de las finanzas de la Policía Federal �en la búsqueda de la ruta del dinero sucio�, el juez federal Carlos Liporaci se enteró de que las partidas de fondos reservados que recibe la fuerza son destinadas exclusivamente al pago de salarios. Por otra parte, el magistrado citó a declaración testimonial al ex presidente Raúl Alfonsín y al ex gobernador Eduardo Duhalde.
Liporaci interrogó ayer al comisario mayor Carlos Alberto Moyano, superintendente de Finanzas de la Policía Federal, sobre los fondos reservados que recibe la fuerza y el testigo explicó que el único destino de ese dinero es el pago de salarios. Cuando termine de escuchar a los responsables las finanzas del Ministerio de Defensa y del Ejército, el magistrado analizará esa información con el apoyo de un grupo de peritos. �Formaremos un equipo transparente e idóneo no sólo con profesionales de la Corte sino también de distintos ámbitos académicos�, explicó Liporaci a este diario. Agregó que no quiere que esa tarea demore demasiado. La sospecha que orienta estas medidas señala que el dinero de las coimas habría salido de los fondos del Estado.
El magistrado insistió en que no interrogará a los once senadores imputados hasta que no conozca el texto de la ley de Fueros, que habilitó la posibilidad de que sean indagados. �En definitiva, es el juez el que decide sobre la constitucionalidad de la norma y si la aplica o no�, manifestó ratificando su intención de insistir en el desafuero de los legisladores sospechados por parte del Senado.
La convocatoria a Alfonsín es para el próximo 21 de setiembre, mientras que el 27 de setiembre será el turno de Duhalde. Alfonsín será interrogado por Liporaci y los fiscales Eduardo Freiler y Federico Delgado acerca de una reunión que mantuvo con el vicepresidente Carlos �Chacho� Alvarez en la cual habrían hecho referencia al presunto pago de coimas para quebrar la resistencia de algunos senadores a votar en favor de la Ley de Reforma Laboral, impulsada por el Gobierno. Para el 27 de setiembre fue fijada la audiencia en la que Duhalde deberá explicar el tenor de la conversación que mantuvo con el senador nacional Ramón �Palito� Ortega, quien habría reportado al ex gobernador la existencia de versiones sobre el reparto de dinero en la Cámara alta. Liporaci ya imputó por posible cohecho a Ortega, a otros siete senadores justicialistas y a tres legisladores radicales.
Alfonsín aseguró que tiene �muy poco� para aportarle al juez, �y desde luego nada vinculado con una prueba�. Al ser consultado acerca de por qué creía él que lo había citado Liporaci, Alfonsín estimó que sería porque habían conversado con el senador Antonio Cafiero, quien realizó las primeras denuncias el escándalo del Senado, pero calificó de �barbaridad� el trascendido acerca de que había hablado con el vicepresidente sobre este tema antes de las denuncias.
�Tengo una buena imagen del senador Cafiero, pero no sé qué probanzas o certezas puede tener sobre esto�, continuó el ex presidente. Antes de participar de un congreso en la Facultad de Derecho de la UBA, Alfonsín brindó una conferencia de prensa en la que ratificó su confianza en los senadores y el presidente Fernando de la Rúa. Sostuvo que �o el senador (Emilio) Cantarero no está en sus cabales o hubo sobornos�. Cantarero es el legislador que habría confesado al diario La Nación haber recibido dinero a cambio de su voto a favor de la reforma laboral. Antes de retirarse, Alfonsín reiteró que si comprobara que hubo sobornos, una �cosa de esta naturaleza, hecha por el Gobierno, yo no sigo� en la política.
�No me van a sacar�
�No me voy a apartar de la causa, me van a tener que sacar con los pies para adelante�, enfatizó el juez que investiga el escándalo de los sobornos en el Senado. En diálogo con Página/12, Carlos Liporaci insistió en que la difusión de su patrimonio y los ataques a su familia �son una campaña para que abandone la investigación�. Aunque reconoció que tiene problemas de salud y que las presiones del caso lo afectaron físicamente (el viernes pasado se tomó licencia por estrés), negó que tenga intenciones de irse. Sobre las denuncias de su supuesto enriquecimiento ilícito, aseguró que espera que sean investigadas y resueltas �lo más pronto posible� y por eso puso su declaración jurada y otros elementos a disposición del Consejo de la Magistratura (ver nota aparte). Liporaci se mostró aliviado porque el incidente que protagonizó una de sus hijas en el jardín maternal del Senado parece haber sido superado. A pedido de un padre, la directora del establecimiento le había sugerido a la joven �que atiende la sala de bebés� que se tome una licencia o que ingrese por la puerta trasera para evitar el contacto con la prensa. La hija del juez se negó a dejar de trabajar pero accedió a lo segundo. Liporaci aseguró que habló el jueves pasado con el presidente provisional del Senado, Chacho Alvarez, quien le dio su respaldo y le aseguró que intervendría en el asunto. Las otras presiones que dice haber sufrido el magistrado son las amenazas recibidas por otra de sus hijas y el espionaje que habría realizado la Policía Federal sobre las tareas de su juzgado. |
EL MAGISTRADO PRESENTO AYER SU DECLARACION JURADA PATRIMONIAL
Una inverosímil capacidad de ahorro
Por Irina Hauser
Justo cuando el Consejo de la Magistratura se preparaba para pedir su declaración patrimonial a la Corte Suprema, Carlos Liporaci, el juez que investiga las supuestas coimas en el Senado, tenía preparada una presentación espontánea con detalles sobre sus bienes, ingresos y egresos. Ayer se la hizo llegar a la Comisión de Acusación, que investiga cómo hizo para comprarse este año una mansión que estaría valuada en un millón y medio de dólares. Liporaci dice que en realidad la vivienda le costó 610 mil y para explicar la plata que gasta suma los ingresos de su mujer y sus tres hijas. Además, asegura que en cuatro años logró ahorrar cerca de 200 mil pesos. Algunos consejeros dicen que sus números no cierran.
El escrito que presentó Liporaci no impidió que el equipo de acusación de la Magistratura, que se reunió ayer y asumió en pleno la pesquisa sobre su supuesto enriquecimiento ilícito, decidiera pedirle igual su declaración de bienes al alto tribunal y solicitar los datos sobre sus inmuebles a los registros de propiedad de la provincia de Buenos Aires y de Capital. Estas medidas surgieron en función de una denuncia elevada por los consejeros Juan Gersenobitz y Eduardo Orio en base a datos publicados por la revista Veintitrés, según los cuales el juez admitía que su casa de Gaspar Campos 471, en Vicente López, había costado un 1.500.000 dólares.
En su presentación, el juez de bigotes tupidos y anteojos oscuros, asegura que compró su casa de 1.182,12 metros cuadrado el 7 de julio de este año a 610.000 dólares. Para explicar cómo la pagó, dice que le pidió un préstamo a Guido Torrisi por 210.700 dólares comprometiéndose a pagar 200.000 en el plazo de un año y el saldo de 10.700 en 12 cuotas mensuales, iguales y sucesivas. Y agrega que a su esposa, Lidia Inés Calb le concedieron un préstamo por 160 mil pesos a pagar en 60 meses.
Para fundamentar cómo obtuvo todo lo que tiene en su inventario personal sumó a sus ingresos los de su mujer y sus hijas. Su sueldo como juez dice que es de 5.521 pesos en neto, por docencia en el Ministerio de Justicia �Servicio Penitenciario Federal�, cobra 411,45 pesos y en la Gendarmería Nacional, 177,36 pesos. Los ingresos netos de Lidia, señala, son de 1.716,50 pesos de la Cámara de Diputados. Su hija Carolina, apunta, gana 1.091 pesos netos por trabajar en el Jardín Maternal del Senado, su hija María Florencia recibe 710 pesos trabajando de manera independiente, y su hija Clarisa cobra 1.312 como empleada del Poder Judicial.
Algunos de los consejeros de la Magistratura que analizaron el escrito del juez se preguntaban ayer en voz baja, por ejemplo:
¿Cómo hizo su esposa para obtener un crédito de 160 mil pesos con un ingreso de apenas 1.700 pesos mensuales, si a alguien que gana esa plata ningún banco comercial le presta más de 40.000?
¿Por qué Liporaci tramitó una hipoteca privada a un ilustre desconocido si por su edad, su trabajo y su nivel de vida podría hacerlo a través un cualquier banco?
¿Cómo hará el juez, con un ingreso familiar de unos 10.800 pesos mensuales para pagar 200.000 pesos de hipoteca en un año, más otra cifra por mes de la misma deuda, más el crédito que sacó su mujer? Un razonamiento posible sería: si en cuatro años ahorró 120 mil (unos 2500 por mes) pesos con los ingresos familiares, ¿qué le hace suponer que ahora podrá juntar más plata para pagar sus deudas y, además, disponer de dinero para que vivan cinco personas, mantener su auto de 32.000 pesos y mantener su casa, como mínimo?
¿Por qué habría presentado su declaración de bienes como juez el 31 de agosto, el mismo día que Veintitrés publicó los datos de su casa de Vicente López, cuando ya se había vencido el plazo que le daba la Ley de Etica?
Debe y haber de su señoría
Por I.H.
�En la sumatoria de los ingresos de cada integrante del grupo familiar, representan, en importes netos, percibidos mensualmente, la suma de 10.863,11�, afirma Carlos Liporaci en la declaración espontánea que presentó ante el Consejo de la Magistratura para justificar sus adquisiciones. También cita un Renault Laguna RXT por el que pagó 32.500, un Renault 21 que le costó 12.000, cuentas en los bancos Itaú Buen Ayre y Provincia y tres tarjetas de crédito (dos Mastercard y una Diners). Y agrega ingresos de 130 mil pesos por la venta de su casa de Caracas 341 y otros de 43 mil por un lote en Escobar. Los ahorros del �grupo familiar� desde noviembre de 1996 hasta agosto de 2000, asegura, suman 120.000 pesos. Esto es lo que detalla aunque, en cambio, omite en su columna de egresos los 3000 pesos que pagaba �según publicó Página/12� hasta antes de comprar su casa nueva, por el alquiler de un chalet de 2 mil metros cuadrados en un selecto country de golfistas de Pilar. |
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