A 31 años de haberse convertido en el custodio del arabismo frente a los �lacayos militares de los norteamericanos�, el excéntrico y legendario líder libio Muammar Khadafi terminó de derretir el hielo que lo separaba de sus antiguos acusadores occidentales. Con una mediación �impecable� en el caso de los rehenes occidentales secuestrados en Filipinas, que le mereció el agradecimiento sin límites de Alemania, Finlandia y Francia, Libia terminó de consagrar una práctica que comenzó el año pasado (con el caso Lockerbie) como una forma de poner fin al aislamiento internacional y que en estas horas le permite ser el centro de las felicitaciones europeas. Gracias a la intervención libia �y al millón de dólares que habría pagado la Fundación Khadafi por cada uno de los rehenes liberados por el grupo rebelde musulmán Abu Sayyaf�, el francés Stéphane Loisy, el alemán Marc Wallert y los finlandeses Seppo Fraenti y Risto Vahanen llegaron ayer a Trípoli deshaciéndose en halagos para Rajab Azzaruq, el mediador asignado especialmente por Khadafi. El avión con los rehenes partió de la isla filipina de Cebu, hizo escala en los Emiratos Arabes Unidos y llegó a última hora del lunes a Trípoli, la capital libia atestada de periodistas europeos y embanderada de verde (el color nacional) en homenaje a los 31 años desde que un joven capitán Khadafi derrocara al rey Idris y ocupara el poder que aisló a Libia durante tres décadas. El hombre más famoso del país no estuvo presente en la recepción, pero fue representado por su hijo, Seif al-Islam, titular de la Fundación que desembolsó los cuatro millones por los europeos. Los hombres, con la barba crecida y de aspecto agotado, fueron recibidos con ramos de flores al pie de la escalerilla por las autoridades libias y de sus respectivos países, pasaron la noche en un lugar secreto de Trípoli, participaron ayer de una ceremonia oficial y volvieron a sus países. En nombre de los liberados, Risto Vahanen agradeció la mediación libia y aseguró que Trípoli y su mediador eran los únicos que gozaban del respeto de los rebeldes de Abu Sayyaf. En la ceremonia estuvieron presentes el ministro finlandés de Relaciones Exteriores, Erkki Tuomioja, el viceministro alemán de Relaciones Exteriores, Ludger Vollmer, y el secretario general del Ministerio de Relaciones Exteriores francés, Daniel Lequertier. �Querría reiterar mi gratitud a las autoridades libias por su papel humanitario ejemplar en la liberación de los rehenes�, agradeció Tuomioja. Lequertier se refirió �en primer lugar al líder�, y luego a la �fundación que preside su hijo por el papel que desempeñaron�. La presencia del grupo de funcionarios extranjeros fue una señal inequívoca de que Libia está nuevamente en el mundo. Un año atrás, Khadafi había hecho el primer gesto de descongelamiento al aceptar entregar a dos agentes secretos libios acusados de planear el mayor atentado aéreo: la explosión del avión de Pan-Am sobre Lockerbie, Escocia, en diciembre de 1988, en el que perdieron la vida 280 personas. Poco después, Gran Bretaña reestableció relaciones con Trípoli. En agosto de este año, Libia inició exitosamente su papel mediador al lograr la liberación de seis rehenes secuestrados en Filipinas. Pero el remate de la recomposición de las relaciones mundiales será hoy, cuando Khadafi reciba al representante alemán de más alto nivel desde 1969: el ministro de Relaciones Exteriores Joschka Fischer, quien hará escala en Trípoli antes de viajar a la Asamblea General de la ONU en Nueva York. La relevancia de Fischer es doble, ya que además es el segundo ministro de Exteriores de la Unión Europea que pisará suelo libio, después del italiano Lamberto Dini, que viaja al país desde que la ONU congelara las sanciones aplicadas en 1992 por la participación de Trípoli en atentados terroristas. El anuncio del viaje de Fischer se produjo pocas horas después de que Marc Wallert, el último de tres rehenes alemanes retenidos en la isla filipina de Jolo, fuera entregado en Libia al viceministro de Exteriores de su país, quien reiteró que la mediación libia fue �el factor decisivo� para conseguir la libertad de los secuestrados. El encuentro coincide además con el anuncio de que Libia cooperará en el proceso por el atentadocontra la discoteca berlinesa La Belle en 1986, que produjo tres muertos y 200 heridos, y que habría sido gestionado a través de dos agentes del servicio secreto libio. La reconciliación de Libia con el mundo tendría su siguiente capítulo en los próximos días, ya que el mediador Azzaruq anunció �que un acuerdo ha sido concluido� para que otros tres rehenes (de los 18 que permanecen retenidos en Jolo desde abril) vuelvan a la libertad. De todos modos, el papel libio podría tener para rato: Abu Sayyaf secuestró ayer a otras tres personas en un centro de vacaciones en una isla en la zona fronteriza entre Malasia y el sur de Filipinas.
AYER SE LEVANTARON LAS SANCIONES CONTRA AUSTRIA �Las medidas han sido útiles. Ahora pueden ser levantadas.� Ese fue ayer el escueto epitafio para las sanciones diplomáticas contra Austria impuestas por sus 14 socios de la Unión Europea (UE). Habían sido una respuesta a la entrada a principios de año al gobierno austríaco del neonazi Partido de la Libertad (FPOE) de Joerg Haider. Pero, después de varios meses de desgaste, un informe encargado por la UE a tres �sabios� recomendó finalizar las sanciones. Ayer el conservador jefe de gobierno austríaco Wolfgang Schuessel se regocijó con que �no hay límites de tiempo ni mecanismos de observación: es una gran victoria para Austria�. Interrogado sobre una cláusula del comunicado de �los 14�, que aseguraba que se mantendría �bajo observación� la situación en el país, Schuessel respondió con humor que �también nosotros observaremos a todos los demás en Europa�.
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