Por Eduardo Fabregat
El presentador está vestido con una especie de guardapolvo blanco, aunque, en la rápida sucesión de imágenes, borrones visuales y cortes abruptos pueden adivinarse unas manchas sospechosas. �Todos en esta vida buscamos aceptación. Algunos cambiamos para lograrlo. Otros no pueden cambiar tan fácilmente. Deberíamos ser aceptados como somos�, dice, y para rubricar el párrafo da media vuelta y sigue castigando una media res, con una sierra mecánica, con furia. La escena es de por sí perturbadora, pero en ello influye también la pinta del presentador. Que es nada menos que David Bowie, en un plan estético cercano a su disco Outside, y bajo un título igualmente inquietante: �The Hunger�.
�El ansia - La serie� es una producción que HBO emite los viernes a la medianoche, con repeticiones en diversos horarios del fin de semana y el lunes, también a la medianoche. Y la presencia de Bowie no es la única conexión con El ansia, el film de 1983 en el que Bowie era un vampiro que envejecía demasiado rápido y Catherine Deneuve su ama de sangre. La serie está producida por Tony Scott, director de aquel film de culto, con la invalorable ayuda de su hermano más célebre, Ridley. Un dúo de hermanos ingleses que ha tenido suerte dispar en Hollywood: Ridley ganó prestigio con Los duelistas, Alien y sobre todo con Blade runner, pero supo dilapidar buena parte de ese prestigio con Leyenda, la calva de Demi Moore en G.I. Jane y la interminable 1492. Tony apenas puede enarbolar la misma El ansia, el megaéxito de Top Gun, la acidez de El último boy scout y el tono paranoico de Enemigo público. La mezcla es al menos extraña.
Sin embargo, los Scott consiguen con �The Hunger� un producto televisivo más que efectivo: con un formato de apenas media hora y una concepción visual que abreva en las mismas fuentes que películas como Seven o los clips del Bowie más oscuro, la serie se interna en cuestiones como el sexo, el poder, la insatisfacción y las obsesiones humanas. Nominada al Emmy 1998 por su diseño de imagen en la apertura �sin duda, uno de sus ingredientes más llamativos�, �The Hunger� era originalmente presentada por el actor Horace Stamp, hasta que en 1999 los hermanos Scott lograron sumar al proyecto a su vampiro favorito. Bajo el nombre de Julian Priest, el Duque introduce historias como la que se vio el viernes pasado, fuertemente influida por El hombre ilustrado de Ray Bradbury: jugando con el tema del cambio corporal, el episodio presentó a una lesbiana que acudía a un club stripper gay y se enredaba con una mujer tatuada que terminaba absorbiéndola, convirtiéndola en un tatoo más. Imágenes modernas, estética de clip, sexo, fantasía y un toque de terror gótico en esos maquillajes recargados a la Nina Hagen: cortito y al pie, con la estructura necesaria para encajar en el zapping, �The Hunger� es una de esas perlitas que piden ser advertidas en el mar de la programación televisiva.
SOFOVICH DESEMBARCA EN AMERICA
Aguanten las pulseadas
Habrá juegos telefónicos y concursos de parejas con multiple choice. Habrá sketches y secretarias con poca ropa y zapatos altos. Habrá avisos mezclados con los contenidos y �entretenimientos para toda la familia�. El programa será los domingos, de 20 a 23. No hace falta ser un genio para adivinar que �Hacete la América�, que comienza la noche de este domingo, es una auténtica creación de Gerardo Sofovich, que vuelve así a los primeros planos televisivos, mientras la Justicia lo investiga por la supuesta administración fraudulenta de ATC. Sofovich no aparecerá en cámaras demasiado: funge de productor general del programa que conducirá Berugo Carámbula acompañado por Laura �Panam� Franco. Para tener ese placer habrá que esperar al regreso de �Polémica en el bar�, en el que hará su papel de siempre. Sofovich era, también, la mano detrás de �La peluquería de Don Mateo�, que Telefé levantó hace pocas semanas por falta de rating. Por si dos programas fuesen poco, El Ruso producirá en América un tercero, con el imitador y humorista Miguel Angel Rodríguez al frente.
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