El vicepresidente Carlos �Chacho� Alvarez no quiere que el conflicto del Senado decaiga, cuestión de mantener la llama encendida hasta mañana cuando vuelva el presidente Fernando de la Rúa y sea el momento de discutir cambios. �Esta crisis política no se resuelve con el comportamiento del avestruz, necesita de gestos políticos contundentes�, insistió ayer el vicepresidente, en su declaración diaria sobre el tema. Alvarez ya no se conforma sólo con lanzar advertencias a los senadores, sino que también incluye al Gobierno cuando habla sobre los peligros de la inmovilidad. Y promete ir hasta el final con su pedido de renuncias. Alvarez ya no sabe qué otra imagen utilizar para exigir que la gravedad de la crisis desatada por el escándalo del Senado tenga su correspondencia en renuncias. Para el vicepresidente, el paso al costado de los jefes de los bloques principales de la Cámara alta es un cambio de tipo �cosmético� y no modifica el eje del poder que se maneja en el Senado. Ese eje, de acuerdo a lo que viene discutiendo en privado con sus colaboradores, lo siguen tejiendo el presidente provisional del Senado, el mendocino José Genoud, y el peronista Augusto Alasino. Justamente, cada vez con menos disimulo, Alvarez exige la cabeza de Genoud y la del grupo de senadores justicialistas más comprometidos como condición a volver a presidir las sesiones en la Cámara alta. �Que los senadores no se hagan los distraídos�, dijo Chacho ayer. �Cada bloque debe saber lo que tiene que hacer�, agregó. Pero Genoud ya aclaró que no renunciará hasta que no se lo pida De la Rúa. Y cuando habló del tema desde China, el Presidente respondió que no veía la necesidad de renuncias hasta que la Justicia no tenga pruebas sobre responsabilidades concretas en el caso de sobornos. De acuerdo con lo que comentaron los integrantes de la comitiva presidencial, a De la Rúa no le causó ninguna gracia que Alvarez volviera a levantar en su ausencia el perfil político del caso que ya había ingresado en su etapa judicial. Por otro lado, la nueva embestida reavivó el odio que el vicepresidente supo granjearse entre el bloque de senadores radicales que no dejan pasar reunión sin criticarlo. Sin embargo, ayer, el vicepresidente encontró un defensor en Raúl Alfonsín. El jefe radical recordó cómo en los momentos más difíciles del ajuste, Alvarez fue uno de los principales defensores de la política oficial. �De modo que creo que ha dado una prueba importantísima de lealtad al Gobierno�, remarcó. Desde el estallido del escándalo, Alfonsín ha buscado mediar entre los legisladores radicales y Chacho, sin resultados a la vista. Como consecuencia de la postura mantenida por Alvarez, el senador del Frepaso, Pedro Del Piero, se negó a votar ayer al veterano chaqueño Luis León como vicepresidente primero de la Cámara alta. Ante la protesta del resto de la Cámara, Del Piero aclaró que se abstenía por �razones personales�. El día anterior, León lo había acusado de ser funcional a la �estrategia equivocada� de Alvarez. Y al vicepresidente, le había dicho que lanzaba �denuncias al voleo�.
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