La Argentina mejoró levemente su posición en el ranking mundial de corrupción: en un año pasó del puesto 71 al 52. Pero se sigue yendo a examen: tiene sólo 3,5 puntos en una escala de diez, medio punto más que el año pasado, pero aplazo de todos modos. El primer puesto lo obtuvo Finlandia, que sacó un diez absoluto, y el último Nigeria, con 1,2 punto. La encuesta mide la percepción de la corrupción que tienen ciudadanos, inversores internacionales y analistas de riesgo de todo el mundo, sobre un total de 90 países. El resultado del sondeo fue difundido ayer por la Fundación Poder Ciudadano, filial local de Transparencia Internacional, en una conferencia de prensa transmitida en simultáneo al resto del mundo. La medición se denomina técnicamente Indice de Percepciones de la Corrupción (IPC) y clasifica a 90 países de acuerdo con el grado en el que es percibida la corrupción entre funcionarios públicos y políticos. Se construye con 16 sondeos y encuestas diferentes que hacen 8 instituciones independientes. Los resultados de este año ubican a la Argentina en el puesto 52. Chile, que quedó en el puesto número 18, sacó la mejor calificación de Latinoamérica. Le siguen Costa Rica (30), Perú (41), El Salvador (44) y Brasil (49). Los países que obtuvieron peores notas en la región son México (59), Colombia (60), Venezuela (73) y Ecuador (74). Los menos corruptos del mundo, según el estudio, son Finlandia, Dinamarca, Nueva Zelanda, Suecia, Canadá, Islandia, Noruega, Singapur, los Países Bajos y el Reino Unido, en ese orden. Esta es la primera vez que se difunden datos sobre corrupción desde que gobierna el país Fernando de la Rúa. Este año, la Argentina mejoró algunos puestos con respecto al año anterior. Pasó de estar del número 71 al 52, pero su calificación sigue siendo baja, 3,5 puntos, un aplazo en cualquier examen tipo. Y eso que, por lo reciente del conflicto, el escándalo por las supuestas coimas en el Senado no estuvo comprendido en el relevamiento de Transparencia Internacional, de lo contrario podría haber modificado �al menos entre los ciudadanos comunes� la percepción sobre el grado de corrupción en el país. Según advirtió Christian Gruenberg, director del Programa Anticorrupción de Poder Ciudadano, �no es recomendable� decir que la mejora de 0,5 de punto registrada en el índice de percepción de corrupción en la Argentina �que el año pasado sacó un tres� sea consecuencia directa del cambio de gobierno. En el pasado, la difusión de estos índices era un tema urticante para la administración del ex presidente Carlos Menem. Sus funcionarios desacreditaban la metodología con que suele realizarse este tipo de sondeos y cuestionaban la posición de Poder Ciudadano respecto del gobierno. Sin embargo, según destacaron los directivos de Poder Ciudadano, el estudio se realiza y se procesa totalmente en el exterior. Gruenberg destacó que el sondeo �refleja la percepción de actores muy importantes para la credibilidad de los países� y explicó que además de los ciudadanos, que naturalmente son los que votan, figuran destacados especialistas sobre corrupción y seguridad jurídica, que suelen ser consultados por los inversores internacionales. �El primer dato cierto, que es muy importante, es que Argentina mejoró�, enfatizó Gruenberg, marcando diferencias con las de otros años. Y agregó que �ésta es una encuesta más, se pueden hacer todas las lecturas posibles�. En el mundo existen más de 200 naciones soberanas, pero el Indice de Percepciones de la Corrupción sólo mide 90. Por eso, explican los directivos de Poder Ciudadano, sería un error afirmar que el país que se encuentra último en la medición sea el más corrupto del mundo.
PIDIO A LA CAMARA EL ARRESTO DOMICILIARIO Por Adriana Meyer Como si hubiera presentido que su destino inmediato era permanecer encarcelado, Víctor Alderete pidió ayer a la Justicia el beneficio del arresto domiciliario. El ex presidente del PAMI está detenido desde el 16 de junio en la causa en la que se lo acusa de haber liderado una asociación ilícita para defraudar a esa obra social. Sus abogados ya habían apelado la negativa del juez Adolfo Bagnasco de concederle la excarcelación, pero Página/12 pudo saber que la Cámara Federal no piensa liberarlo. Alderete se entrevistó ayer con la camarista Luisa Riva Aramayo para describirle las dolencias que padece, por las que quiere volver a su casa. Pero será Bagnasco quien decida la cuestión.
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