Por Eduardo Videla
Al fin, Japón podría comenzar a pagar un precio por cazar ballenas en contra de las resoluciones internacionales. El gobierno de los Estados Unidos anunció ayer que prohibirá el ingreso a sus aguas territoriales a los buques pesqueros japoneses, al tiempo que estudia otras sanciones comerciales contra Tokio. Los primeros días de agosto, una flota japonesa compuesta por cinco barcos factoría desató una cacería de ballenas en el Pacífico norte, desoyendo advertencias del gobierno norteamericano y de la comunidad internacional. Los japoneses insisten en que la caza se realiza con fines científicos, un argumento que es rechazado por las organizaciones ambientalistas y por gobiernos de distintos países, que la consideran como una actividad comercial encubierta.
�El presidente (Bill Clinton) ha pedido a la secretaria de Estado (Madelaine Albright) que informe al gobierno japonés que rechazará cualquier acceso futuro a los derechos de pesca en aguas norteamericanas�, anunció ayer el secretario general de la Casa Blanca, John Podesta. El funcionario agregó que el gobierno examinará �en sesenta días medidas suplementarias, que implicarían eventuales sanciones comerciales�.
El conflicto subió de tono a partir de los primeros días de agosto, cuando Japón anunció que su flota pesquera se disponía a capturar 160 ejemplares de tres especies: 10 cachalotes, 50 rorcual tropical (ballena azul) y 100 minke. La decisión unilateral japonesa generó la reacción de Bill Clinton, del primer ministro británico Tony Blair, entre otros gobernantes, y de la Comisión Ballenera Internacional, integrada por 43 países. Pese a eso, Japón siguió adelante con su presunta misión científica.
�El cachalote y el rorcual tropical se encuentran al borde de la extinción�, explicó a Página/12 Milko Schvartzman, coordinador de la Campaña Ballenas de Greenpeace Argentina. No ocurre lo mismo con la especie minke, que habita en el Atlántico sur y en el Pacífico sur: aunque no está en riesgo de desaparición, los japoneses admiten que han capturado 400 ejemplares y su situación no deja de ser crítica.
La caza comercial de ballenas fue prohibida en 1986 por la Comisión Ballenera Internacional, un organismo conformado en 1948 para regular la captura de esos animales. La comisión, sin embargo, admite la caza con fines científicos, aunque no puso límites en la cantidad de ejemplares.
De esa franquicia se vale el gobierno japonés para cazar unos 600 ejemplares anuales. Uno de los argumentos que esgrimen, sin embargo, no corre por el carril de la investigación científica: �Las ballenas comen peces en cantidades enormes y esto ejerce influencia sobre el sano desarrollo de la industria pesquera�, argumentó el consejero de la Embajada de Japón en Buenos Aires, Takahiro Nakamae. �Para asegurar el suministro de alimentación a la humanidad es imprescindible que se mantenga un control adecuado de los recursos marítimos�, agrega, a través de un comunicado. Japón es la tercera potencia pesquera del mundo.
Todos los años, Japón pide ante la Comisión Ballenera Internacional la revisión de la prohibición, pero hasta ahora no lo ha conseguido. La caza de ballenas no es una actividad rentable para los japoneses: el gobierno la subsidia a través del Instituto de Investigación de Cetáceos. Pero, pese a que los animales son cazados con fines científicos, su carne es comercializada como un artículo de lujo, a unos 100 dólares el kilo, en el mercado interno japonés, según lo admiten las propias autoridades.
Según informó Schvartzman, una encuesta impulsada por Greenpeace en Japón permitió saber que sólo el 11 por ciento de los japoneses está a favor de la caza de ballenas y menos del 10 por ciento probó alguna vez la carne del animal. Greenpeace organizó días atrás protestas contra la actividad de los japoneses frente a embajadas de ese país en distintas ciudades del mundo, incluida Buenos Aires.
Ahora que el gobierno estadounidense adoptó medidas directas, las autoridades japonesas amenazan con responder �de conformidad con lasreglas internacionales�. �Haremos la denuncia ante la Organización Mundial del Comercio�, agregó Nakamae, en Buenos Aires.
Matar para investigar
�Las ballenas constituyen un recurso natural al que hay que tratar de modo sustentable. Una protección incondicional de la especie, si no se basa en argumentos científicos, no contribuye al equilibrio del ecosistema�, dijo a Página/12 Takahiro Nakamae, consejero de la embajada japonesa en Buenos Aires.
�¿Cuáles son los objetivos de la investigación científica que su gobierno pone como argumento? �preguntó este diario.
�Estamos recopilando datos sobre la distribución de grupos de ballenas y las tendencias de reproducción, para estimar con más precisión si están en peligro de extinción.
�Para conocer esos datos ¿es necesario matar animales?
�Utilizamos dos métodos: la captura de animales, y las investigaciones no letales, a través de la toma de biopsias en animales vivos y observaciones visuales.
�Podrían hacerlo cazando una docena, no 600...
�Como se trata de obtener datos estadísticos, cuanto más muestras se obtiene, mejor. Los datos existentes sobre población de ballenas son estimaciones que no están actualizadas. Nuestra intención no es poner a la especie en peligro de extinción. |
AUTORIZA CASAMIENTOS Y ADOPCIONES A HOMOSEXUALES
Holanda le da el sí a los gays
Por Pedro Lipcovich
Lo más interesante es que los holandeses ni se mosquearon. Por primera vez en la historia contemporánea, un país reconoce el matrimonio civil entre personas del mismo sexo. Ese país es Holanda, cuyos ciudadanos apenas dieron importancia a la noticia. Es que, primero, en ese país ya funcionaba una ley de parteneriato que garantizaba los derechos para estas parejas (excepto el de adopción). Segundo, y fundamental, la nueva ley no escandaliza porque la aceptación de estos vínculos es ya norma en la Unión Europea y, en Australia, se expresa en que los policías, lejos de perseguir a los gays, tienen ellos el derecho de que su pareja homosexual los acompañe en sus traslados. En la Argentina, �la realidad es totalmente distinta�, según un dirigente de la Comunidad Homosexual; el proyecto de ley de parteneriato (que serviría también a parejas hétero que la prefieran al matrimonio tradicional) libra una carrera contra el tiempo para tener estado parlamentario antes de que se apruebe el nuevo Código Civil.
La ley tuvo media sanción el martes por 107 votos contra 33 en la Cámara baja del Parlamento holandés, y se descuenta su aprobación en el Senado, donde sus partidarios tienen amplia mayoría: autoriza el matrimonio, establece las condiciones para el divorcio y admite plenos derechos para la adopción de hijos por parejas homosexuales. Para que Holanda no se convierta en meta de �turismo matrimonial�, la ley vale sólo para ciudadanos de ese país o personas con residencia permanente. La nueva disposición fue mencionada por un solo diario y no mereció atención de las radios y la tele. Peter van Zoest, del Episcopado holandés, manifestó que �no estamos satisfechos con esta decisión, pero sabíamos que ocurriría�, y aclaró que �de todos modos, somos favorables al parteneriato�.
El contrato civil de parteneriato �que incluye derechos de herencia, pensión por fallecimiento, asignaciones familiares y obra social� funciona en Holanda desde principios del año pasado y ya se adscribieron a él 4796 parejas: 1998 de ellas compuestas por mujeres, 1507 por varones y 1291 parejas heterosexuales. Esta unión civil existe desde diciembre del año pasado en Francia �donde hay ya 6211 pactos�, y, en diversos grados, en Dinamarca, Noruega, Suecia, Groenlandia, Islandia, Hungría, Bélgica, la ciudad alemana de Hamburgo, varias ciudades españolas �especialmente en Cataluña�, varios territorios del Canadá, varias regiones de Australia y el estado norteamericano de Vermont.
La Policía Federal australiana reconoce para las parejas del mismo sexo de sus agentes la obra social y la relocación para acompañar a su compañero si éste es trasladado por razones de servicio. En Gran Bretaña, hace dos meses, Scotland Yard abrió sus filas a gays y lesbianas �para que refleje la diversidad londinense�. En marzo de este año, la Conferencia Episcopal Católica de Nueva Zelanda defendió este tipo de legislación �sin aprobar moralmente la homosexualidad, pero para proteger los derechos humanos y civiles�. El mismo mes, la Conferencia Central de Rabinos Norteamericanos Reformistas, que comprende 1800 sinagogas, acordó que los rabinos presidan ceremonias de compromiso entre personas del mismo sexo.
En la Argentina, en cambio, �la realidad es totalmente distinta �según César Cigliutti, de la Comunidad Homosexual Argentina, CHA�: la represión policial continúa y la Ley Antidiscriminatoria todavía no incluye la orientación sexual�. Rafael Freda, de la entidad SIGLA, destacó que �todavía no tomó estado parlamentario el proyecto de ley de parteneriato del diputado Gustavo Cardesa, que a su vez retoma el de la diputada Laura Musa: es muy importante que lo haga antes de que se reúna la Comisión Bicameral que debe modificar el Código Civil, en el cual debería incluirse�.
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