El mal olor, cual maldición, volvió a perturbar el sentido del olfato de centenares de porteños y mientras las autoridades siguen sin acertar el origen, un ex jefe de la División Toxicomanía de la Policía Bonaerense se colgó a una teoría sorprendente: �En distintos lugares de Buenos Aires, como las islas del Delta, en el Tigre, hay centros de producción de drogas� que arrojarían a las cloacas desperdicios que provocarían el vaho misterioso que vuela buscando dosis de sexo y rock and roll. Consultados sobre el diagnóstico del subcomisario Luis Weckesser, voceros de Defensa Civil y de la Secretaría de Medio Ambiente de la ciudad dijeron dos palabras: �Es delirante�. Lo único cierto, e inexplicable, sigue siendo el olor, percibido en la madrugada del miércoles en muchos barrios porteños, algunos tan distantes como la Boca y Palermo. Anoche, el tufillo �que los afectados compararon con el del gas� reapareció y se atendieron 95 denuncias en una hora, mientras se anunciaba un operativo con la comuna de Avellaneda porque el epicentro de las sospechas es el polo industrial de Dock Sud, en el límite sudeste de la ciudad. El tema fue abordado también por el defensor del Pueblo adjunto de la ciudad, el ambientalista Antonio Brailovsky, quien pidió que se elabore �un mapa de riesgo� que permita identificar a las empresas que trabajan con sustancias peligrosas como �mercaptano, cloro, amoníaco� y de esa forma �empezar a sincerar esas cosas, porque las empresas están jugando con el anonimato� de que gozan. �El olor no es tóxico ni explosivo�, aclaró el director de Relaciones Comunitarias de Defensa Civil, Roberto Bonavota, quien resumió así el resultado de las mediciones que se vienen realizando desde la medianoche del martes, ya que las primeras denuncias se recibieron a las 23 de ese día. A pesar de lo dicho por Bonavota, el defensor del Pueblo adjunto destacó que las emanaciones fueron inocuas una vez que se esparcieron en el aire, pero estimó que la concentración �debe haber sido alta� en el lugar donde está la fuente emisora, que no ha sido detectada pese a que el fenómeno se ha repetido cinco veces en lo que va del año. �El tema de fondo, que impide identificar a los responsables de las emanaciones, es la debilidad y la fragilidad del Estado y de los mecanismos de control. Esto requiere de un nivel de importancia que no se le ha dado. Podemos preocuparnos antes o esperar a que ocurra algo grave�, advirtió Brailovsky. Anoche, funcionarios y técnicos de las ciudades de Buenos Aires y de Avellaneda acordaron la realización inmediata de una inspección conjunta en la zona de Dock Sud. El operativo fue decidido durante una reunión de la que participaron el jefe del gobierno porteño, Aníbal Ibarra, y el intendente de Avellaneda, Oscar Laborde. El segundo paso fue convocar a una reunión del Comité de Emergencia (COE) del gobierno de la ciudad de Buenos Aires, para organizar el procedimiento. El intendente Laborde reconoció que ayer por la mañana, en la empresa Central Dock Sud, se produjo �una pérdida que no superó los límites normales y provocó una nube amarilla, aunque inmediatamente fue controlada�. De todos modos, el olor en los barrios porteños comenzó a percibirse antes de la medianoche del martes y hasta las tres de la mañana del miércoles. En Defensa Civil se recibieron denuncias telefónicas procedentes de la Boca, San Telmo, Barracas, Palermo, el Centro de la ciudad y hasta del partido bonaerense de San Isidro. Siempre que hubo olor la situación climática fue la misma: cielo nublado y vientos fuertes del sudeste, precisamente del lugar donde está el polo industrial de Dock Sud.
APARECIO EL JOVEN PERDIDO EN EL SUR Daniel Torres, desaparecido desde el domingo �cuando fue a auxiliar a un hombre varado por el temporal�, fue encontrado ayer, caminando por la nieve, quebrado anímicamente y entumecido por el intenso frío, a 25 kilómetros de la localidad santacruceña de Las Heras, muy lejos de donde se lo buscaba. El cuadro que dejó la ola de frío en la Patagonia es devastador: 400 mil ovejas muertas con sus crías en plena época de esquila, cientos de pobladores aislados, una sensación térmica de 17° C bajo cero en Bariloche, la imposibilidad de acceder a algunos pasos internacionales y decenas de rutas intransitables por el hielo y con baches.
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