The Guardian de Gran Bretaña
por John Aglionby
desde Yakarta
Un coche bomba explotó ayer por la tarde en el estacionamiento subterráneo de la principal Bolsa de Comercio indonesia. En ese momento, estaban allí todos los choferes que esperaban conducir de vuelta a casa a sus patrones. Al menos 11 personas murieron y más de 30 resultaron heridas. La de ayer fue la última de una serie de explosiones en Yakarta. Nadie reclamó responsabilidad por el hecho, pero algunas fuerzas de seguridad están convencidas de que se trata de partidarios del ex dictador Suharto, quien ahora enfrenta un proceso semejante al de su ex colega chileno Augusto Pinochet.
Hace dos semanas, un ómnibus estalló antes de la apertura del juicio de corrupción del general Suharto. La segunda audiencia del proceso contra este ex dictador que ya hizo declarar preventivamente su incapacidad había sido fijada para hoy. �Es la solución más evidente�, dijo anoche un investigador de alta graduación. �Es obvio que una persona o un grupo de personas quieren desestabilizar al país�, resumió.
Fuentes policiales dijeron que la bomba, ubicada estratégicamente en el segundo nivel del subterráneo cerca del café al que concurren los choferes, contenía al menos 50 kg de explosivos. Fue la mecha de una serie de explosiones en cadena, porque los tanques de combustible de los autos estacionados estallaron uno después de otro. El incendio provocó que una enorme columna de humo negro se elevara fuera del complejo de la Bolsa, que consiste en dos rascacielos.
�Me dirigía al segundo nivel del subsuelo cuando explotó la bomba�, dijo Alex Herlambang, un chofer. �La explosión me tiró al piso. El humo subía muy rápidamente, pero tuve tiempo de correr escaleras arriba y salir.�
El daño estructural causado al edificio �que también contiene las oficinas del Banco Mundial, de varios bancos y empresas extranjeras, y de numerosos agentes de Bolsa� fue aparentemente reducido. Pero la policía dijo que la Bolsa permanecerá cerrada hasta el fin de semana mientras ellos investigan.
A los bomberos, mal equipados para una tarea de estas dimensiones, les tomó más de cuatro horas contener el fuego. Decenas de personas quedaron atrapadas en los sótanos. Cuando las cuadrillas de rescate se abrieron paso en medio del siniestro encontraron una escena devastadora. �Más de 30 autos ardieron y quedaron destruidos�, dijo el sargento de policía Surwando. �Y entonces empezamos a descubrir los cadáveres. Una pareja había estado muy claramente cerca de la bomba y muerto instantáneamente mientras que los otros se habían guarecido dentro de sus autos contra el humo�, describió, al tiempo que aseguraba que sin duda quedaban todavía cadáveres por encontrar.
Recientemente, Yakarta se convirtió en una ciudad castigada por las bombas, aunque ninguna fuera de la magnitud de la de ayer. El mes pasado dos personas murieron por un coche bomba ubicado fuera de la residencia del embajador de Filipinas y varias personas resultaron heridas cuando un artefacto explotó fuera de la oficina del procurador general. La policía también logró desactivar varias bombas emplazadas en sitios clave; la mayoría de ellas, reconocieron, habían sido preparadas por auténticos profesionales.
La bomba de ayer logró causar un daño suplementario a la depreciada moneda indonesia, la rupia. Cayó un cinco por ciento y hoy puede caer otro tanto, a medida que los inversores expresen cada vez más dudas sobre si invertir dinero en Indonesia. El presidente, Abderraman Wahid, reestructuró el gobierno el mes pasado, incluyendo la concesión de mayores responsabilidades para la vice Megawati Sukarnoputri �hija del histórico líder nacionalista indonesio de los 60s, Sukarno� para intentar estimular una recuperación. Pero son precisamente los factores políticos los que siguen espantando a los inversores.
NO CORTARAN POR FALTA DE PAGO
No dejen al misil sin luz
Anatoli Chubais, el ex vicejefe de Gobierno que ahora dirige el monopolio eléctrico ruso, firmó ayer una orden que prohíbe el corte de energía eléctrica por falta de pago a las unidades de misiles estratégicos, clave de la defensa nuclear del país más grande del planeta. Esa disposición debería evitar incidentes como el suscitado el lunes en una base de la región de Ivanovo (al nordeste de Moscú), cuando los militares ocuparon la central eléctrica, tomaron como rehenes a varios empleados y reanudaron por su cuenta el suministro. En los últimos días, y después de un mes de agosto catastrófico (marcado por el hundimiento del submarino �Kursk� y el incendio de la torre de televisión de Moscú), se han multiplicado los problemas suscitados por cortes de electricidad que han afectado a instalaciones vitales. El más peligroso de todos ellos se produjo en los Urales el pasado fin de semana, cuando la avería en una línea de alta tensión dejó sin suministro a una central nuclear y a la mayor planta de procesamiento de combustible atómico, que funciona con dos reactores.
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