Por Fernando Heller
Desde Madrid
Mario Benedetti, que cumple hoy 80 años, se resiste a celebrar ese acontecimiento, al menos en público. No quiere ser catalogado como �un viejito, un octogenario�. El narrador y poeta uruguayo sostiene que cada vez que surge el tema de una celebración de cumpleaños, le huye bajo el razanomiento de que no quiere saber nada más de estruendos. �No pretendo ser antipático, es solamente que necesito más tranquilidad. La gente �y especialmente la prensa� tiene que entender que no puedo estar siempre disponible para todo el mundo. Cuando celebré los 75 años, de tanta fiesta y festejo tuve después que quedarme casi dos meses en la cama para recuperarme, así que no me van a agarrar ahora para lo mismo�, puntualiza el escritor, quien el pasado 25 de agosto recibió un homenaje en el festival de música �Son Latino�, realizado en las islas Canarias.
El autor de Gracias por el fuego y Andamios, entre otras obras, se reparte casi seis meses en Madrid, coincidiendo con la primavera y el verano, y su país natal, señaló que conoce �poco al uruguayo, esa especie de mezcla de sangres europeas. Aunque nací en el interior (del país) yo soy un montevideano, que narra la vida de los montevideanos. Y Montevideo es una ciudad de un clima y un estilo casi provincianos, donde todos los forasteros se encuentran a gusto. Es como si fuera una capital de provincia pero que no tuviera una capital mayor a la que referirse�, sostiene el escritor, quien critica en Poemas de la Oficina y en Montevideanas el carácter supuestamente gris y conformista de los funcionarios de la ciudad. �La dictadura uruguaya (1973-1984) dejó unas secuelas muy importantes. Por ejemplo dejó una herencia de mezquindad en la relación de la gente con la gente que antes no existía. Incluso los militares de antes de la dictadura tenían un estilo más civil y democrático. Los que convirtieron a los militares en ejecutores y torturadores fueron los norteamericanos que los adiestraron en la zona del canal de Panamá para ser verdugos de su propia población.�
Fiel a su visión del mundo Benedetti reafirma su pesimismo y temor por la situación �de sometimiento� del mundo a las directivas de Estados Unidos. �El pobre mundo va por mal camino bajo la dirección de Estados Unidos y si sigue así vamos a ver el suicidio de la humanidad. Pero ninguna potencia puede derrotar a Estados Unidos. Es un país de maldad. La única esperanza es que ellos se derroten a sí mismos.� También habló sobre Cuba, país donde vivió desde 1967 hasta 1969: �Reconozco defectos de la revolución. Siempre que he ido a Cuba he predicado contra la pena de muerte. Yo soy contrario a eso con cualquier ideología. Les digo siempre a los cubanos: si ustedes eliminaran la pena de muerte sería fantástico, porque dejarían solos en América a Estados Unidos. Se lo dije un día incluso a Fidel (Castro), pero no lo convencí�.
El escritor �que tiene en Montevideo un espacioso departamento a pocos metros de la avenida 18 de Julio y otro similar, aunque más pequeño, en Madrid� sostiene su compromiso con las ideas de izquierda, y en tal sentido se muestra convencido de que los pueblos latinoamericanos han creado una especie de �antídoto� contra las dictaduras. �Lo más probable es que no habrá más dictaduras porque Estados Unidos no las va a apoyar. Washington, independientemente de que gane Gore Bush, ha llegado a la conclusión de que las dictaduras no le convienen como imagen internacional, y ahora prefiere la invasión económica.�. Uno de sus problemas personales en la actualidad es �la falta de tiempo para escribir. A veces llego media hora antes a una cita y en ese ínterin intento pensar y reflexionar sobre posibles textos. La verdad es que a mí siempre me ha gustado eso de la puntualidad alemana�.
Su obra suma ya mas de setenta titulos publicados
Perfil de un permanente aguafiestas
Mario Benedetti inventó la palabra �desexilio�. El �desexilio� es esa especie de cámara de descompresión entre el país de la partida y el del retorno, un estado en que los individuos a veces se quedan girando para siempre. Pero Benedetti se define como una persona que sigue luchando por lo mismo que lo movilizaba en la década del 60, eso que globalmente suele llamarse la utopía. En la poesía, el género que considera más importante de su escritura, Benedetti utiliza desde siempre un lenguaje cotidiano que por eso permanece cercano a los lectores. Probablemente es por ello que tantos de sus poemas se han transformado en canciones, de la mano de grandes como Joan Manuel Serrat, Daniel Viglietti, Pablo Milanés o Alfredo Zitarrosa. Su lenguaje cargado de guiños cómplices surge de su temprana vocación �empezó a escribir ya durante sus estudios primarios en el Colegio Alemán de Montevideo�, y tal vez de que tuvo que comenzar a trabajar de joven debido a los problemas económicos de su familia. Del mundo gris de la burocracia logró extraer la historia de La tregua (1960) y también sus Poemas de la oficina (1953-56). Hoy no tiene problemas económicos de ningún tipo: es uno de los escritores de ventas más regulares del mercado editorial hispanoamericano.
Benedetti nació en Paso de los Toros, pero pronto se trasladó a Montevideo, la ciudad que es protagonista visible e invisible de sus obras. Su obra, más de 70 títulos publicados, se mueve en una amplia gama que va desde el ensayo, la crítica literaria y la poesía hasta la narrativa. Algunos de los títulos claves son Gracias por el fuego (1965), Primavera con una esquina rota, La borra del café (1992) y Andamios (1996). Su producción poética completa, por la que se le otorgó entre otros el premio Reina Sofía en 1999, fue recogida en los gruesos volúmenes de Inventario Uno (1950-1985) e Inventario Dos (1986-1991).
Aunque se define como un �permanente aguafiestas�, que dice lo que otros no quisieran oír, Benedetti cree con José Martí que �patria es humanidad�. Dice: �Hay que defender la alegría profunda, la que se basa en los éxitos de la convivencia, en los milagros de la amistad y del amor. Defendamos ésa y desechemos la alegría frívola y light�. A pesar del exilio en Argentina, Cuba, Perú y España, y de que no cree que los intelectuales puedan influir sobre el poder, se atiene a la coherencia �porque es la única manera de dormir tranquilo�. Por eso, y aunque haya pasado mucho desde que los escribió siguen vigentes sus versos de �No te salves�: �No te quedes inmóvil/ al borde del camino/ no congeles el júbilo/ no quieras con desgano/ no te salves ahora/ ni nunca/ no te salves/ no te llenes de calma�.
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