Por Javier Lorca
�No estamos dispuestos a administrar la decadencia de la universidad pública.� Así resumió el rector de la UBA, Oscar Shuberoff, el reclamo conjunto que los rectores de las 37 universidades nacionales le hicieron llegar ayer al Gobierno ante la crisis presupuestaria que atraviesan. En una carta dirigida a Fernando de la Rúa, que un grupo de rectores llevó personalmente a la Casa Rosada, los universitarios reclaman la intercesión directa del Presidente frente al atraso en el envío de los fondos de este año y a un remanente de los recursos del �99, �lo que configura una deuda de más de 140 millones de pesos�. Como si fuera poco, se sumó el rumor de que el Presupuesto 2001 traerá un recorte y nuevos criterios de asignación: dos cuestiones que se ganarán la oposición segura de la comunidad universitaria.
En el proyecto de presupuesto del Poder Ejecutivo que entrará hoy en el Congreso, los fondos para el sistema universitario serían casi los mismos que en los últimos años: unos 1800 millones. Pero, para temor de los rectores, en el Consejo Interuniversitario Nacional (CIN) ayer se decía que podría haber un recorte de 30 millones. Además, según supo Página/12, la intención del ministro de Educación, Juan Llach, es que una parte importante de los recursos (se habla de un 20 por ciento) se distribuya entre las casas de estudios de acuerdo con una serie de criterios e indicadores objetivos, impulsados por su cartera para reemplazar al criterio histórico.
Pero los rectores no están de acuerdo, ni tampoco lo estaría del todo el secretario de Educación Superior, Juan Carlos Gottifredi. No obstante, en diálogo con este diario, un colaborador cercano de Gottifredi relativizó las diferencias entre secretario y ministro. Y aseguró: �La idea de ambos es que una parte de los fondos se asigne con un criterio objetivo, que sea un gesto demostrativo de que se está avanzando hacia un nuevo criterio de distribución. Queremos que se haga por consenso�. Lo cierto es que, en el CIN, los rectores acordaron que �cualquier nuevo modelo de asignación de recursos sólo se aplique sobre los incrementos presupuestarios y no sobre los fondos con que ya cuentan las universidades. Si no, va a implicar sacarle a unas para darle a otras. Y eso no es aceptable. Todos estamos al límite�, explicó el rector de la Universidad de Misiones, Jorge Bettaglio, que ayer delegó la presidencia del CIN en manos de Mario Barletta, de la Universidad del Litoral.
En ese marco de inquietud, esos dos rectores, junto con pares de otras siete universidades, llevaron en mano una carta para De la Rúa, que poco antes el CIN había proclamado por unanimidad. Tras rechazar el decreto de recorte legado por el gobierno anterior, los rectores acusan en la nota: �Funcionarios de la actual administración no sólo no han revisado dichas medidas, sino que adoptaron otras que han afectado diversos programas de financiamiento para las universidades... La remisión de fondos ha sido irregular cuando no inexistente...�. Luego, aseguran que sólo con la distribución de recursos suficientes en tiempo y forma �podremos garantizar el funcionamiento universitario con los (tradicionales) niveles de calidad�.
Los rectores sienten que, infructuosamente, ya agotaron todas las instancias de reclamo ante Educación y la Jefatura de Gabinete. �No nos dieron ninguna solución�, lamentan. Por eso llevaron la carta y aspiran a ser recibidos la semana próxima por el Presidente. Hasta que se conozca el futuro presupuesto, el principal temor de los universitarios es que la actual subejecución de los recursos termine siendo a fin de año un recorte de hecho, tal como ocurrió en 1999. �Al 31 de agosto, se debería haber ejecutado el 67 por ciento del presupuesto. Pero sólo se ejecutó el 62, es decir unos 60 millones menos. Si seguimos así �razonó un rector del interior�, en diciembre nos van a haber recortado un 5 por ciento.�
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