Por Mariana Enriquez
 En marzo del 2002 se cumplirán 20 años del estreno del film que marcó a una generación: E.T. El Extraterrestre, de Steven Spielberg, la historia del alien feo, tierno, de cuello largo y un dedo luminoso, que hacía amistad con niños terrestres y simbolizaba, en un cuento de hadas moderno, la posibilidad de amistad y comprensión entre distintos planetas. En esa misma fecha, Universal Pictures relanzará la película en una versión remozada, con numerosos cambios, escenas enteras mejoradas por computadora y la banda de sonido remixada digitalmente. Algo muy similar a lo que en 1997 hizo George Lucas cuando relanzó, mediante una special edition, la trilogía de Star Wars, como anticipo y forma de calentar el mercado para La amenaza fantasma y las futuras presecuelas que se sucederán.
El film original estaba protagonizado por Elliot (Henry Thomas), el niño que junto a su hermana (la entonces tierna niña de seis años Drew Barrymore) se sintonizaban tanto con el extraterrestre perdido (la nave había partido dejándolo olvidado en los bosques) que tenían una comunicación telepática. Cuando los adultos y el gobierno descubren la presencia alien, secuestran a E.T. para examinarlo y, ante la violencia de los procedimientos, los niños ayudan al alien a escapar. Además de los niños actuaban Peter Coyote y Dee Wallace. Se estrenó el 11 de junio de 1982 y recaudó 360 millones de dólares sólo en Estados Unidos. Cuando fue relanzada por primera vez en 1985, recaudó otros 40 millones. Sólo Titanic (600 millones), Star Wars (461 millones) y La amenaza fantasma (431 millones) lograron mayor recaudación en Estados Unidos. Además, fue nominada para el Oscar como mejor película y mejor director para Spielberg y obtuvo cuatro premios de la Academia en áreas técnicas, además del Globo de Oro como Mejor Película de 1982.
Desde su estreno a principios de los 80, muchas cosas han cambiado en cuanto a la percepción de la cultura masiva acerca de los extraterrestres. Las relaciones de amor y comprensión a la manera de E.T. ya no están presentes en los films y las series de ciencia ficción. En un cambio de siglo caracterizado por las teorías conspirativas, el alien pasó a ser una figura de misterio y horror, más cercana a La guerra de los mundos de H. G. Wells que en la versión radial de Orson Welles aterraron a los estadounidenses. Con series como �Los Expedientes Secretos X�, obsesiones conspirativas como el incidente Rosswell o films como Día de la Independencia (para no hablar de Mars attacks!), los extraterrestres pasaron de alienígenas adorables que quieren volver a su casa (la frase �E.T. phone home� se hizo popular a nivel planetario) a temibles seres que quieren destruir el planeta, abducen a terrícolas para estudiarlos y hacerlos parte de planes innombrables, o están siendo estudiados en los cuarteles secretos de la NASA. E. T. parece pertenecer a otro mundo menos paranoico y más idílico, típico del universo candoroso de Spielberg (Indiana Jones, Jurassic Park, Hook).
�E.T. es mi película más personal y mi mayor gratificación es saber que la gente lo ama. Pero siempre le quise dar al público la posibilidad de volver a verla como la primera vez, con sus familias y en un cine�, dijo Spielberg. �Y también quería experimentar con las posibilidades técnicas que ahora están disponibles y usar escenas que fueron descartadas en la edición final, algunas porque no podían desarrollarse como yo quería en 1982, técnicamente hablando, y otras que años después me doy cuenta de que deberían haberse incluido originalmente.�
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