Por
David Cufré
El titular de la Anses, Melchor Posse, le dijo a Página/12
que rechaza el proyecto de reforma previsional del Ministerio de Economía.
Se trata de una de las medidas reclamadas por el FMI y figura en el último
acuerdo con el organismo. Pero el proyecto de José Luis Machinea
es cuestionado tanto por Posse como por diputados de la Alianza. Ello
provocó una pelea, con duros reproches del ministro al jefe de
la seguridad social. Yo hago como Jesús: nunca contesto las
cachetadas, sostuvo Posse en el reportaje con este diario. También
afirmó que la iniciativa tendrá que salir por consenso.
Y que está a favor de permitir el traspaso de los afiliados a las
AFJP al régimen estatal. No se arrepiente de haber anunciado en
mayo un aumento a los jubilados que luego debió desmentir. Más
cauto, ya no promete subas y el único compromiso que toma es duplicar
los haberes mínimos de aquí al 2003. Si no lo hacemos,
habremos fracasado. Las jubilaciones de 150 pesos son una burla,
aseveró.
¿Se aumentarán las jubilaciones?
Sueño que la normalización de la Anses, la disminución
del fraude y la lucha contra la evasión nos permitan aumentar las
jubilaciones, de abajo hacia arriba. A medida que este proceso avance
y a medida que el país salga de la recesión, haré
todo lo posible para pagar una deuda interna que tenemos con los trabajadores
que dieron todo en el transcurso de su vida.
Así como existen metas con el FMI, ¿el Gobierno se
fija plazos y montos concretos de aumento a las jubilaciones?
No. Pero tampoco tienen plazos para seguir viviendo los 3,5 millones
de desocupados y los 150 mil pequeños y medianos empresarios quebrados.
Es la deuda que nos dejó la dupla Menem-Cavallo. Lo que nosotros
debemos hacer es ver cómo reconstruimos este país y en esa
reconstrucción la prioridad son los abuelos. Hoy, con su magro
sueldo, de 150, 200 o 300 pesos, en algunos hogares es el único
ingreso. Con eso sostienen la luz prendida o un pedazo de pan.
Usted dice que la prioridad serán los jubilados, pero el
Ministerio de Economía propone rebajar la PBU (Prestación
Básica Universal) de 200 a 150 pesos, en el caso de los hombres,
y a 120 en el de las mujeres. ¿No es una contradicción?
Ellos plantean la reducción de la PBU en los haberes superiores
a 600 pesos, no en los menores. Los legisladores tendrán la última
palabra. Yo personalmente no lo votaría.
Usted tuvo varios roces con el equipo económico. ¿Cómo
es su relación actual?
Yo hago como Jesús: nunca contesto las cachetadas.
José Luis Machinea y Mario Vicens lo acusaron de querer destruir
a las AFJP.
Insisto, yo pongo la otra mejilla. Jamás dije que había
que destruir a las AFJP. Mi relación con ellas es muy buena. He
tratado de solucionarles un problema tremendo como el de los 15 mil expedientes
atrasados. Tenemos reuniones semanales para discutir cada uno de los temas
de la acción operativa. Creo en el capital privado y en el papel
del Estado para fijar objetivos. Pongo de nuevo la mejilla porque nunca
le he contestado a ninguna de las manifestaciones que algún dirigente
suelto haya hecho con respecto de este tema. No contesto.
¿Qué opina de otros puntos de la reforma previsional
de Economía, como el aumento de la edad jubilatoria de las mujeres
a 65 años?
Nosotros somos un organismo operativo. La discusión ideológica
se la dejamos a los legisladores. Pero formamos parte de un grupo de trabajo,
con Economía y el Congreso. Sobre la base de una propuesta de Economía
buscamos alcanzar un consenso previo al tratamiento parlamentario. Mi
pensamiento es que el drama más importante de la previsión
social es la evasión del 50 por ciento. Produce una descapitalización
muy severa que,si no la corregimos, va a repercutir sobre los jubilados
en los próximos años. Aunque tengo mi pensamiento ideológico,
prefiero trabajar por la normalización de la Anses, terminar con
todas las corrupciones que había en el organismo y mantener buenas
relaciones con el sistema de reparto y las AFJP.
Como secretario de Seguridad Social, ¿no debería tener
una participación más activa en el diseño de la política
previsional?
Por eso formamos parte de ese grupo de trabajo. Para que no sea
un tema ideológico nuestro, ni de la gente de Economía,
ni de los diputados, cada uno con propuestas de máxima, y luego
nos cueste encontrar la solución, preferimos trabajar en conjunto.
Queremos alcanzar un acuerdo entre los tres sectores sobre la mejor reforma
previsional.
¿Uno de los puntos de la reforma será habilitar el
traspaso de los afiliados a las AFJP al sistema estatal, posibilidad que
hoy tienen vedada?
En el origen del debate ideológico, unos rechazaban esa idea
(Economía) y otros querían hacerla permanente (los diputados
de la Alianza). Pero de ambos lados hubo una búsqueda de equilibrio.
Nosotros tuvimos que ver en eso.
¿La apertura será por tres meses?
Seguramente, y por una única vez. Esto es la búsqueda
de equilibrio, porque lo que debemos hacer es gobernar y no hacer ideología
pura, que sería ir por una punta o la otra. El otro tema es estirar
el plazo para que los nuevos trabajadores decidan si quieren anotarse
en una AFJP o en el sistema estatal. Hoy, si no optan expresamente por
el de reparto en el término de 30 días, se los envía
a una AFJP. Me parece necesario extender ese período a 180 días,
para que el trabajador pueda recapacitar sobre qué le conviene
más.
¿Le molesta ser secretario de Seguridad Social de un país
donde se pagan jubilaciones de 150 pesos?
Me siento mal. De alguna forma es una burla. También es una
burla que haya 3,5 millones de desocupados y una destrucción total
de la producción argentina. De esto el responsable se llama Domingo
Cavallo, quien junto a Carlos Menem sirvieron a intereses que no eran
los nacionales. Nosotros debemos reestructurar una Argentina distinta,
en base a la producción y el trabajo.
Pero la Alianza lleva 9 meses en el poder y...
Debíamos y debemos 150 mil millones de dólares y teníamos
un déficit de casi 10 mil millones. Estamos repechando la cuesta.
Con el dolor de todos los argentinos, el déficit se achicó
a niveles controlables. Eso atraerá inversiones que no vengan a
hacer negocios financieros, sino a producir, a trabajar y a agregar valor.
¿Se arrepiente de haber anunciado en mayo un aumento de las
jubilaciones que después tuvo que desmentir?
De ninguna manera. No me puedo arrepentir. A lo mejor no era la
oportunidad, porque comenzaba una etapa de ajuste fiscal muy severa. Entonces,
aun siendo correcta la idea de resolver la deuda interna, no era el momento
de aplicarla. Pero sigo acá porque pienso que cuando la situación
del país lo permita, hay que aumentar las jubilaciones.
¿Fracasaría si al menos no logra duplicar la jubilación
mínima?
Este gobierno la va a duplicar, como va a disminuir prácticamente
a la mitad la cantidad de desocupados. Si al cumplir los cuatro años
no duplicamos la jubilación mínima, entonces sí habremos
fracasado.
¿Qué le pide Fernando de la Rúa?
El Presidente tiene una historia de defensa de la clase pasiva de
muchos años. Yo también la tengo. Cuando me designó,
dijo públicamente que lo hacía porque tengo un amor profundo
por el sector pasivo. El compromiso fue seguir actuando en función
de eso. Y así lo hago. En el momento que crea que no puedo hacer
nada en ese sentido, me quedan muchos recursos, entre ellos dejar el cargo.
Renuncias polémicas
¿Lo debilitan las renuncias de dos directores
de la Anses, Norberto Agulleiro y Oscar Gambetta?
Ambas fueron por motivos personales. Gambetta es un hombre de
gran capacidad técnica, pero decidió que no podía
seguir alejado de su familia. El es de San Juan. Representaba al Frepaso |
Líderes bajo
la lupa
La Anses descubrió un fraude en el pago
de asignaciones familiares. Por un lado, hay empresas fantasma que
no realizan ninguna actividad, pero declaran personal y cobran la
asistencia social. Por el otro, hay compañías que declaran
mayores cargas familiares de sus empleados de las que realmente tienen
y, con eso, compensan evaden el pago de aportes patronales.
¿Cómo siguen las causas?
Es uno de los temas de corrupción que estamos investigando.
El caso de las empresas fantasma nació con una denuncia en
Santiago del Estero y luego se extendió a otras provincias.
El Estado perdió mucho dinero. Lo mismo con el sistema de compensaciones.
Nosotros preferimos que se paguen subsidios al desempleo o planes
Trabajar, pero de ninguna manera que se fuerce a la gente a ser corrupta
para conseguir un pedazo de pan.
¿Investigan a 100 empresas de primera línea por
el mecanismo de compensaciones?
Sí, lo hacemos junto con la Afip, cruzando datos. Antes
de fin de año habrá novedades importantes.
¿Está de acuerdo con eliminar el sistema de compensación
y que la fiscalización de los pagos de asignaciones familiares
vuelva a la Anses?
Tenemos muy buena relación con la AFIP, estamos haciendo
un buen trabajo en común. Como dijo Héctor Rodríguez
(titular de ese organismo), si ellos no tienen éxito, que el
control vuelva a la Anses a ver cómo se las arreglan
solos. |
Cambios en el gabinete
¿Cómo cree que terminará la
crisis del Senado?
Yo no creo en las cazas de brujas. Aquí hubo una denuncia,
más mediática que normal, y un juez que habla demasiado.
Espero que entre todos defendamos lo más importante, que es
la verdad. Si no hay verdad en la Justicia, en los diarios solamente
no va a haber verdad.
¿La crisis política puede complicar la acción
de gobierno?
No creo que exista tal crisis. El Presidente está manejando
el tema como es su costumbre y espera encontrar el canal adecuado
para provocar cambios en el gabinete. Hace meses que estudia modificaciones,
para darle más dinamismo a su gobierno. Este tema lo ha retrasado,
porque no tengo dudas que tenía la decisión tomada desde
antes.
¿Estima que los cambios se limitarán a los funcionarios
involucrados con el escándalo?
No, a mi entender actuará sobre el conjunto del gobierno.
Seguirá la línea de trabajo para fortalecer la industria
y la producción. Esa nueva línea de acción que
se decidió hace algunas semanas fue el hecho más positivo
en nueve meses de gestión. Lo financiero puro crea negocios
para pocos.
¿Usted sería ministro?
No. Yo estoy muy tranquilo donde estoy. Creo que ya hice demasiado
en mi vida. |
POSSE
NO QUIERE OIR DE REBAJAS
Sería
un disparate
Uno de los
directores de la Anses, Guillermo Nielsen, redactó un proyecto
de ley para rebajar las jubilaciones de más de 800 pesos. ¿Usted
avaló esa idea?
En absoluto. Pero no creo que el señor Nielsen haya actuado
por sí solo. Ese proyecto era un disparate y se lo abandonó.
El dijo que actuó junto con el secretario de Hacienda, Mario
Vicens.
...
La propuesta era para modificar el recorte a las jubilaciones de
privilegio, porque el decreto 438 de mayo pasado incluyó en ese
grupo a jubilados que nada tenían que ver con los de privilegio.
¿Qué solución se está buscando?
Tratamos de encontrar una salida con el proyecto de reforma previsional.
Los gobiernos de algunas provincias, como el de Río Negro
y Catamarca, apelaron ante la Corte Suprema para que el Estado dé
marcha atrás con esa medida. ¿Qué pasará si
la Justicia les da la razón?
En el último de los casos ocurrirá lo que marcan las
leyes provinciales. Es decir, ante rebajas a las jubilaciones, los gobiernos
deben cubrirlas y luego la Nación devolverles el dinero. Pero creo
que el tema está en buen camino.
¿Se actúa con liviandad al dictar normas previsionales?
Creo que en la emergencia se actuó con apresuramiento más
que con liviandad. Pero luego, se analizan los temas y se van encontrando
las soluciones.
¿Se eliminarán las jubilaciones de privilegio?
Las jubilaciones que tienen derecho de ley no se pueden sacar. Se
podrán depurar aquellas que fueron otorgadas irregularmente, por
falta de aportes o antigüedad. Es lo que hicimos y estamos haciendo.
Pero las jubilaciones que fueron dadas con derecho de ley, con trabajo
y aportes, es imposible tocarlas. Además, ya no se crean más
jubilados de privilegio, y los que las cobran no pueden tener otro trabajo
en el sector público, por lo que ese grupo se va achicando cada
vez más. Es producto de un determinado momento del país.
Fue irritante.
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