Por Carlos Noriega
Desde Lima
Un día después de que el presidente Alberto Fujimori
renunciara a culminar su tercer mandato presidencial de cinco años,
la suerte del hombre que propició su caída al descubrirse
un video que lo mostraba sobornando a un congresista opositor para que
se pase a las filas del oficialismo, Vladimiro Montesinos, era un misterio.
Insistentes versiones aseguraban ayer que el ex hombre fuerte del fujimorismo
estaba preso en la base militar donde se ubican las instalaciones del
Servicio de Inteligencia Nacional (SIN). Una versión que ha cobrado
fuerza señala que Montesinos se negó a renunciar cuando
Fujimori convencido que su principal socio en el poder, al que había
defendido a capa y espada durante diez años, era ya indefendible
se lo pidió y exhibió el apoyo de un importante sector de
la cúpula militar como su mayor carta de respaldo para conservar
la condición de intocable. Las lealtades de las jefaturas castrenses
habrían estado divididas entre Fujimori y su poderoso asesor. Los
militares estaban acuartelados.
Paralelamente, Fujimori recibió fuertes presiones llegadas desde
Washington para que destituya a Montesinos y lo ponga a disposición
de la justicia. Pero Montesinos no estaba dispuesto a ser sacrificado.
Fujimori no podía destituir a Montesinos y sabía que defenderlo
lo pondría, definitivamente, en una situación en la que
podría perder bastante más que la presidencia. Su tercer
gobierno, nacido de elecciones fraudulentas y de una candi- datura anticonstitucional,
ya no aguantaba más. La crisis parecía terminal. Cuarenta
y ocho horas después de revelado el escandaloso video en el que
Montesinos aparece sobornando con 15 mil dólares al congresista
Alberto Kouri, Fujimori rompió su silencio para dar un mensaje
a la nación. En menos de diez minutos anunció la disolución
del SIN y la convocatoria a nuevas elecciones en el inmediato plazo
posible. Calificó la decisión como un paso realista
ante la crisis política y la debilidad de su gobierno. Fujimori
terminó su breve mensaje con una sonrisa que algunos vieron como
sobreactuada y que otros percibieron como de alivio. Un par de horas antes
de su mensaje, Fujimori había convocado a su gabinete ministerial
a Palacio para comunicarle su decisión. El ministro de agricultura
José Chlimper reconocería después que intentaron
convencer sin éxito al presidente para que cambie de opinión.
Nosotros le recomendamos una salida menos audaz, señaló
Chlimper. Pero la decisión ya estaba tomada.
Repuestos de la sorpresa inicial, quienes escucharon el mensaje comenzaron
a salir a las calles. Había un ambiente de alivio, de festejo.
Los automovilistas hacían sonar sus bocinas, gente de toda condición
social y edades comenzaron a desfilar por las calles portando banderas
peruanas, cartelones con lemas antifujimoristas y pancartas con el rostro
de Montesinos y la palabra asesino en grandes letras rojas. Y ya
cayó, y ya cayó, la dictadura ya cayó, coreaban,
entre felices e incrédulos, los manifestantes que marchaban hacia
la Plaza Mayor, donde queda el Palacio de Gobierno, desde donde Fujimori
hizo su histórico renunciamiento. Pero la celebración no
era total. Fujimori no había mencionado a Montesinos en su mensaje
y no se sabía nada del futuro del oscuro asesor presidencial. Los
manifestantes exigían a viva voz juicio a Montesinos
y, también, que Fujimori abandone inmediatamente la presidencia
y no recién después de unas elecciones adelantadas que podrían
realizarse en unos seis meses. El grito no hay presidente
se escuchaba más fuerte que nunca.
Elecciones con los mismos organismos electorales que cometieron el fraude
a favor de Fujimori y con éste encabezando la transición
es una solución a medias. Por un gobierno de transición
se pronunció desde Parísel ex secretario general de las
Naciones Unidas, Javier Pérez de Cuéllar. La oposición
está dividida en este tema. Algunos de sus voceros apoyan la permanencia
de Fujimori, pero otros insisten en su salida inmediata y la instalación
de un gobierno de transición. El Foro Democrático y el Colectivo
Sociedad Civil, organismo que viene promoviendo una serie de acciones
de protesta desde el fraude electoral, han exigido la renuncia inmediata
de Fujimori. La dictadura no ha terminado señala el
Colectivo Sociedad Civil, que anuncia que continuará con sus acciones
de protesta. El líder opositor Alejandro Toledo suspendió
una gira por Estados Unidos, Europa y Medio Oriente para regresar de urgencia
a Lima, donde llegó la noche de ayer. Yo quiero ser presidente
y voy a ser presidente, dijo un entusiasmado Toledo antes de embarcarse
en el aeropuerto de Miami. Para Fujimori resulta vital quedarse hasta
el cambio de gobierno. Espera que con el gesto de entregarle la banda
presidencial a su sucesor mejore en algo su imagen. Ahora las miradas
están sobre el futuro de Montesinos y la reacción en los
cuarteles. Se esperaba un comunicado de las Fuerzas Armadas en apoyo de
Fujimori. Algo que, hasta el momento del envío de este despacho,
no había ocurrido.
Las
felicitaciones de las Américas
Quizás las felicitaciones y congratulaciones de España y de casi
todos los países americanos por el anuncio de Fujimori sean la medida
de su falta de apoyo en el contexto internacional. Salvo los gobiernos
de Brasil y México (justamente los dos países que, con el argumento
del principio de no intervención, se negaron a la cruzada antiFujimori
en la OEA), el resto de los países americanos saludaron el anuncio
de Fujimori. �Saludamos el audaz paso dado por el presidente Fujimori�,
declaró el portavoz del departamento de Estado norteamericano, Philip
Reeke. �El anuncio de Fujimori ayudará al progreso de la democracia�,
manifestó el canciller canadiense, Lloyd Axworthy. �Apoyamos al
pueblo peruano, que está levantando los niveles de dignidad�, señaló
el presidente venezolano Hugo Chávez. En México, ante el silencio
del gobierno, el coordinador en política exterior del presidente
electo Vicente Fox, Jorge Castañeda, se congratuló de que �todos
aquellos que cuestionaron la legitimidad y transparencia de las
elecciones de abril y junio conquisten una victoria�.
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FERNANDO
TUESTA, ANALISTA
Se va para volver
Por C.N.
Página/12 dialogó con el sociólogo, analista
político y profesor en la Universidad de Lima, Fernando Tuesta
Soldevilla, sobre la situación política originada
luego de la renuncia de Fujimori, la relación entre Montesinos
y Fujimori y el futuro político del último.
¿Cuál es el futuro del fujimorismo después
de esta renuncia de Fujimori?
Todavía tiene vida, pero eso dependerá de muchas
cosas, como las denuncias que puedan salir de malos manejos en el
poder. Ahora, ellos tienen los problemas de división que
ha tenido la oposición.
¿Qué es lo que llevó a Fujimori a tomar
una decisión que no se esperaba?
Es consecuencia de la descomposición del régimen.
Lo del video ha acelerado las cosas. Un gobierno que nace de elecciones
cuestionadas, fraudulentas, es ilegítimo. Puede parecer fuerte,
pero en el fondo es débil. Un gobierno legítimo ante
un suceso de esta naturaleza lo que habría hecho es destituir
al jefe del SIN (Servicio Nacional de Inteligencia, Vladimiro Montesinos)
y no pasaba nada más. Todo parece indicar que Fujimori, luego
de negociaciones probablemente tensas, optó por una salida
que es la mejor salida para él. Fujimori trata de aparecer
como un personaje que se sobrepone a las circunstancias y a los
deseos personales dando un paso al costado. En realidad, lo que
hace es dejar caer a Montesinos.
¿Fujimori no tenía la posibilidad de deshacerse
de Montesinos sin propiciar su propia caída?
Era una posibilidad. Pero riesgosa. Fujimori y Montesinos
son una sociedad de mutuo beneficio. Quizás Fujimori se va
para volver en el 2005.
¿Fujimori tiene alguna opción de retornar en
el 2005?
Tiene esa opción si se mantiene este nivel de crédito
que la ha dado el hecho de haber sacado a Vladimiro Montesinos.
Pero si la oposición logra arrancar la verdad de su paso
por el poder y esto revela algunos problemas de malos manejos que
de alguna manera se han venido conociendo, esa imagen puede deteriorarse
o tener problemas hasta con la propia Justicia.
¿Hubo presión norteamericana?
Todo parece indicar que sí. Estados Unidos jugó
un papel importante.
¿Qué puede pasar en las Fuerzas Armadas, teniendo
en cuenta que sus principales jefes responden a Montesinos?
En el Perú cualquier cosa puede pasar. Una vez que
Montesinos cae, los que están debajo de él van a quedar
debilitados.
¿Cree que Fujimori está buscando negociar las
nuevas elecciones a cambio de un pacto de borrón y cuenta
nueva?
No creo que sea un borrón y cuenta nueva en su conjunto.
Si realmente Montesinos está preso o bloqueado, Fujimori
simplemente lo va a hundir. Si existe la posibilidad de investigar
a Montesinos, se van a encontrar muchas cosas. El problema para
Fujimori es que él es quien lo puso, lo mantuvo y lo defendió.
Pero las cosas están en tal nivel de descomposición
que se cierra una ventana y se abre otra. No se puede tapar todo.
LUZ SALGADO,
FUJIMORISTA
Fue el narcotráfico
Por
C. N.
Luz
Salgado acompaña a Fujimori desde que éste ingresó
como un desconocido a la política en 1990. Actualmente es
vicepresidenta del Congreso y una de las voces más identificables,
y también más agresivas, del fujimorismo. En un diálogo
telefónico, Página/12 se topó con una irritable
y cortante Salgado, quien acusó la decisión de Fujimori
al narcotráfico.
¿Cómo han tomado esta decisión del presidente
Fujimori?
Con sorpresa y pena. Apoyamos su decisión y quiero
decirle que nos sentimos muy orgullosos, porque es un desprendimiento
que significa una lección para toda la clase política.
El no quiere ser ningún obstáculo para la gobernabilidad
del país. La historia va a juzgar a Fujimori.
¿Esto significa que se había llegado a una situación
de ingobernabilidad causada por la presencia de Fujimori?
Fujimori observó la crisis política a la que
se había ingresado.
¿Cree que fue un error de Fujimori haberse lanzado
a la re-reelección?
No creo, porque si hubiera sido un error no lo habríamos
apoyado el 51 por ciento de los peruanos que hoy estamos lamentando
lo ocurrido.
¿Los hechos le han dado la razón a quienes pronosticaron
que un tercer gobierno de Fujimori iba a tener serios problemas
de culminar su mandato?
No, eso ha sido una casualidad.
¿Cuál fue su reacción cuando vio el video
en el que aparece Montesinos sobornando al congresista Alberto Kouri
para que apoye a la mayoría?
Eso tiene que seguir su trámite normal. Lógicamente
nos sorprendió, pero eso tiene que investigarse. Hay una
versión del congresista Kouri (que se trató de un
préstamo) que habrá que investigar. A uno le entran
las dudas.
¿Pero la renuncia de Fujimori no es un reconocimiento
de que el soborno existió, a tal punto que propició
su caída?
No hay caída. Fujimori sigue siendo nuestro presidente.
No lo despida.
¿Si no ha habido renuncia, entonces cómo definiría
lo que ha ocurrido?
La situación es que Fujimori ha actuado con dignidad
y está propiciando una transferencia de gobierno de pacificación.
¿Cuál es el futuro del fujimorismo?
Yo no soy adivina, no sé qué va a pasar en el
futuro. Lo único, me siento orgullosa de haber apoyado a
un hombre como Fujimori.
¿Cuál es su opinión de Vladimiro Montesinos?
Creo que la opinión que pueda verter ahora va a traer
especulaciones, así que prefiero abstenerme de responder.
¿Qué opina de las versiones de que ha habido
presiones del gobierno de Estados Unidos para que Fujimori convoque
elecciones adelantadas?
El presidente Fujimori no recibe presiones, él ha tomado
su propia decisión. Pero sí, lógicamente, han
habido lobbys.
¿Qué lobbys son esos que han buscado la caída
de Fujimori?
Del narcotráfico. Fujimori es el que más narcotraficantes
ha capturado.
¿Y las presiones del gobierno norteamericano y de la
comunidad internacional tienen que ver con esos lobbys del narcotráfico?
Yo no he dicho eso. Mejor terminamos aquí la entrevista.
(Dicho eso, la congresista cortó la comunicación.)
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