Por
Nora Veiras

Con largas banderas argentinas flanqueando el balcón y con
cada uno de los asistentes luciendo escarapelas en cuero que oportunamente
les clavaron en las solapas, el presidente Fernando de la Rúa realizó
ayer el relanzamiento del promocionado portal Educ.ar destinado a dotar
de acceso a Internet a la totalidad de las casi 40 mil escuelas del país.
Esto forma parte de un proyecto que nos permitirá crecer
como nación; hay que terminar con la diferencia entre los conectados
y los no conectados que caracteriza a buena parte del mundo actual,
se entusiasmó el Presidente y anunció que se utilizarán
237 millones de pesos de un crédito del BID para equipamiento
y conectividad. Hoy en día, sólo poco más de
4 de cada 100 primarias y 15 de cada 100 secundarias están conectadas
a la red de redes.
En la casona reciclada de Azcuénaga al 1100 que alquila el Ministerio
de Educación y donde se montó la sede de Educ.ar se apretujaban
periodistas, funcionarios y toda la familia presidencial: su esposa Inés
Pertiné y sus hijos Antonio, Agustina y Aíto,
quien actuó de contacto entre el empresario radicado en España
Martín Varsavsky que donó 11.282.855 pesos para iniciar
el proyecto (ver aparte) y su padre. Varsavsky compartió el balcón
con el ministro de Educación, Juan Llach, y con el Presidente.
Hasta ahora se utilizó poco más de 1 millón de pesos
en el desarrollo de la empresa estatal Educ.ar y en la contratación
de los especialistas que elaboraron los primeros contenidos destinados
a chicos de 5 a 18 años y a docentes. Llach dijo que nos
quedan 10 millones de pesos para producir contenidos, para promover que
haya pequeñas empresas o personas que se dediquen a producirlos.
El general del portal, Jorge Mantovani, aseguró que con ese dinero
tenemos asegurados de 18 a 24 meses para generar contenidos.
Mientras algunos de los asistentes buscaban una explicación al
grabado con la leyenda sangre argentina que lucían
las escarapelas en el reverso Es la marca de las diseñadoras,
explicó solícita la consultora contratada para la puesta
en escena y prensa del acto, el Presidente tomó la posta
del ministro y remarcó que poner en marcha el programa educ.ar
no significa dejar de lado el proyecto de desarrollo de la infraestructura
escolar, sino que al mismo tiempo que se hacen esas obras vamos
dando la conectividad al sistema que iguala las posibilidades de educación
para todos. Armonizar la satisfacción de necesidades elementales
como el acceso a la luz y el agua potable de las que todavía carecen
más de 1000 escuelas con las últimas tecnologías
es uno de los desafíos cuando escasean los recursos.
Los discursos terminaron y el portal se transformó realmente en
un anuncio virtual para los cronistas que se desesperaban por estirarse
y alcanzar a De la Rúa arriba del balcón. La fuga del Departamento
Central de Policía de los paraguayos acusados del asesinato del
vicepresidente Luis María Argaña junto a Tractorcito,
de la banda del Gordo Valor, y los posibles cambios de gabinete fueron
los temas excluyentes.
De Barrio Norte partieron todos rumbo a Lanús. Apenas llegó
la comitiva presidencial a la Escuela Media Número 2 General Francisco
Ramírez se encontró con una protesta del Suteba en contra
del Pacto Federal Educativo que promovía Llach y el gobernador
bonaerense, Carlos Ruckauf, aprovechó para lanzar el portal educativo
provincial. De la Rúa repitió el discurso y abundó
en el agradecimiento a las empresas que colaboran con el proyecto: Microsoft,
Telefónica, Telecom, Cisco Systems, Oracle Argentina, Clarín
y La Nación, entre otras.

Apaciguado el trajín de la gira de relanzamiento, Llach y Mantovani
se aprestaron a explicar en qué consiste el portal. Destaco
del anuncio del Presidente el crédito del BID de 600 millones,
237 de los cuales se usarán para educación digital y el
resto para financiar la reforma de la educación media y a las escuelas
prioritarias. Somos optimistas y quizás parte de ese dinero no
lo utilicemos porque vamos a convocar al capitalprivado a partir del 2001
y, si somos exitosos, usaremos fondos públicos en otras tareas,
dijo el ministro y anunció una primera licitación por 1,5
millones de pesos para instalar parte de los 200 centros de capacitación
para docentes.
Llach repitió una y otra vez que Educ.ar será siempre
una sociedad del Estado, pero anunció la formación de una
sociedad anónima porque si existe interés del capital
privado ahorraremos presupuesto. No vamos a renunciar a la posibilidad
de poner publicidad que será limitada, acotada, no de cualquier
cosa, pero hoy en día cualquier chico que accede a los medios consume
publicidad. El ministro dijo que esta sociedad anónima
hará la explotación comercial del portal y la sociedad del
Estado tendrá el control sobre los contenidos.
Hoy en día hay un millón de usuarios de Internet.
La participación de Educ.ar, más la desregulación
de las telecomunicaciones, más el plan de un millón de computadoras
con financiamiento del Banco Nación van a ampliar el mercado de
usuarios, explicó Mantovani y aclaró que el proceso
será gradual, porque si conectamos las escuelas primarias
de un día para el otro implicaría multiplicar por ocho la
cantidad de usuarios y si lo hacemos con las escuelas medias se incrementaría
cuatro veces la cantidad. Preocupado porque la visión del
negocio que se vislumbra detrás del portal no opaque el anuncio
educativo, Llach relativizó el impacto de las posibles ganancias:
Con todas las escuelas funcionando con Internet, el orden de magnitud
de la factura telefónica por año sería de unos 70
millones de pesos. Si se tiene en cuenta la enorme biblioteca de conocimientos
a la que se accede, es un precio que vale la pena pagar. ¿Va
a renunciar otra vez? le preguntó Página/12 a Llach.
Yo le dije al Presidente que encontraba resistencias a mi gestión
y, como es obvio, que él tenía mi renuncia a su disposición.
¿Se diluyeron las resistencias?
El Presidente me respaldó.
|