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RELANZO EL PRESIDENTE EL PORTAL EDUCATIVO
Educ.ar es el chiche oficial

Por Nora Veiras

Martín Varsavsky, Fernando de la Rúa y Juan Llach.t.gif (862 bytes)  Con largas banderas argentinas flanqueando el balcón y con cada uno de los asistentes luciendo escarapelas en cuero que oportunamente les clavaron en las solapas, el presidente Fernando de la Rúa realizó ayer el relanzamiento del promocionado portal Educ.ar destinado a dotar de acceso a Internet a la totalidad de las casi 40 mil escuelas del país. “Esto forma parte de un proyecto que nos permitirá crecer como nación; hay que terminar con la diferencia entre los conectados y los no conectados que caracteriza a buena parte del mundo actual”, se entusiasmó el Presidente y anunció que se utilizarán 237 millones de pesos de un crédito del BID para “equipamiento y conectividad”. Hoy en día, sólo poco más de 4 de cada 100 primarias y 15 de cada 100 secundarias están conectadas a la red de redes.
En la casona reciclada de Azcuénaga al 1100 que alquila el Ministerio de Educación y donde se montó la sede de Educ.ar se apretujaban periodistas, funcionarios y toda la familia presidencial: su esposa Inés Pertiné y sus hijos Antonio, Agustina y “Aíto”, quien actuó de contacto entre el empresario radicado en España Martín Varsavsky que donó 11.282.855 pesos para iniciar el proyecto (ver aparte) y su padre. Varsavsky compartió el balcón con el ministro de Educación, Juan Llach, y con el Presidente. Hasta ahora se utilizó poco más de 1 millón de pesos en el desarrollo de la empresa estatal Educ.ar y en la contratación de los especialistas que elaboraron los primeros contenidos destinados a chicos de 5 a 18 años y a docentes. Llach dijo que “nos quedan 10 millones de pesos para producir contenidos, para promover que haya pequeñas empresas o personas que se dediquen a producirlos”. El general del portal, Jorge Mantovani, aseguró que con ese dinero “tenemos asegurados de 18 a 24 meses para generar contenidos”.
Mientras algunos de los asistentes buscaban una explicación al grabado con la leyenda “sangre argentina” que lucían las escarapelas en el reverso –”Es la marca de las diseñadoras”, explicó solícita la consultora contratada para la puesta en escena y prensa del acto–, el Presidente tomó la posta del ministro y remarcó que “poner en marcha el programa educ.ar no significa dejar de lado el proyecto de desarrollo de la infraestructura escolar”, sino que al mismo tiempo que se hacen esas obras “vamos dando la conectividad al sistema que iguala las posibilidades de educación para todos”. Armonizar la satisfacción de necesidades elementales como el acceso a la luz y el agua potable de las que todavía carecen más de 1000 escuelas con las últimas tecnologías es uno de los desafíos cuando escasean los recursos.
Los discursos terminaron y el portal se transformó realmente en un anuncio virtual para los cronistas que se desesperaban por estirarse y alcanzar a De la Rúa arriba del balcón. La fuga del Departamento Central de Policía de los paraguayos acusados del asesinato del vicepresidente Luis María Argaña junto a “Tractorcito”, de la banda del Gordo Valor, y los posibles cambios de gabinete fueron los temas excluyentes.
De Barrio Norte partieron todos rumbo a Lanús. Apenas llegó la comitiva presidencial a la Escuela Media Número 2 General Francisco Ramírez se encontró con una protesta del Suteba en contra del Pacto Federal Educativo que promovía Llach y el gobernador bonaerense, Carlos Ruckauf, aprovechó para lanzar el portal educativo provincial. De la Rúa repitió el discurso y abundó en el agradecimiento a las empresas que colaboran con el proyecto: Microsoft, Telefónica, Telecom, Cisco Systems, Oracle Argentina, Clarín y La Nación, entre otras.

Apaciguado el trajín de la gira de relanzamiento, Llach y Mantovani se aprestaron a explicar en qué consiste el portal. “Destaco del anuncio del Presidente el crédito del BID de 600 millones, 237 de los cuales se usarán para educación digital y el resto para financiar la reforma de la educación media y a las escuelas prioritarias. Somos optimistas y quizás parte de ese dinero no lo utilicemos porque vamos a convocar al capitalprivado a partir del 2001 y, si somos exitosos, usaremos fondos públicos en otras tareas”, dijo el ministro y anunció una primera licitación por 1,5 millones de pesos para instalar parte de los 200 centros de capacitación para docentes.
Llach repitió una y otra vez que Educ.ar será “siempre” una sociedad del Estado, pero anunció la formación de una sociedad anónima porque “si existe interés del capital privado ahorraremos presupuesto. No vamos a renunciar a la posibilidad de poner publicidad que será limitada, acotada, no de cualquier cosa, pero hoy en día cualquier chico que accede a los medios consume publicidad”. El ministro dijo que “esta sociedad anónima hará la explotación comercial del portal y la sociedad del Estado tendrá el control sobre los contenidos”.
“Hoy en día hay un millón de usuarios de Internet. La participación de Educ.ar, más la desregulación de las telecomunicaciones, más el plan de un millón de computadoras con financiamiento del Banco Nación van a ampliar el mercado de usuarios”, explicó Mantovani y aclaró que el proceso será gradual, porque “si conectamos las escuelas primarias de un día para el otro implicaría multiplicar por ocho la cantidad de usuarios y si lo hacemos con las escuelas medias se incrementaría cuatro veces la cantidad”. Preocupado porque la visión del negocio que se vislumbra detrás del portal no opaque el anuncio educativo, Llach relativizó el impacto de las posibles ganancias: “Con todas las escuelas funcionando con Internet, el orden de magnitud de la factura telefónica por año sería de unos 70 millones de pesos. Si se tiene en cuenta la enorme biblioteca de conocimientos a la que se accede, es un precio que vale la pena pagar”. –¿Va a renunciar otra vez? –le preguntó Página/12 a Llach.
–Yo le dije al Presidente que encontraba resistencias a mi gestión y, como es obvio, que él tenía mi renuncia a su disposición.
–¿Se diluyeron las resistencias?
–El Presidente me respaldó.

 

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