La economía creció en el segundo trimestre apenas 0,8 por
ciento en términos reales (0,85 por ciento en el semestre). La
cifra es inferior a lo esperado por el equipo económico, que proyectaba
un aumento del PBI del 1,2 por ciento para el período abril-junio.
En el propio Palacio de Hacienda comienzan a dudar sobre su última
estimación de apenas un mes atrás sobre un avance
de la economía del 2 por ciento en todo el año. Para que
ello ocurra, en la segunda mitad de 2000 debería registrarse una
expansión de 3 puntos, algo improbable si se tiene en cuenta que
hasta el momento no se produjo un cambio de tendencia significativo con
respecto del primer semestre. Por el contrario, en agosto volvió
a caer la actividad industrial. Vemos una recuperación suave
y despareja de la economía, sugirió el secretario
de Programación Económica, Miguel Bein.
Argentina tiene bases sólidas para su crecimiento económico,
en particular los indicadores financieros están todos repuntando,
destacó Bein al iniciar la presentación, justamente, de
los indicadores reales, que están lejos de reflejar tamaño
optimismo. Superadas las más duras instancias en el plano fiscal,
ahora a la conducción económica no le queda más chance
que ocuparse del postergado crecimiento.
El último sábado, José Luis Machinea reunió
a su equipo para analizar los pasos a seguir, ante la evidente falta de
reacción de la economía. El dato de la producción
industrial ensombreció aún más el panorama. Todo
el crecimiento de julio se perdió en agosto, puntualizó
Bein. La caída con respecto de igual mes del año pasado
fue abrupta, de 3 por ciento en la versión desestacionalizada,
y de 1,8 sin limpiar de la medición los factores estacionales.
Respecto de julio el resultado no fue mucho mejor. Se produjo un descenso
de 2,9 por ciento sin estacionalidad y un aumento del 0,7 con ella.
El dato refleja que el sector fabril no logra consolidar una recuperación
sostenida. Uno de los rubros más castigados es la metalmecánica,
que el mes pasado excluyendo la industria automotriz cayó
16,9 por ciento contra julio. Otro sector clave en el que se observó
un descenso productivo es el de alimentos, con una caída interanual
del 6 por ciento. Economía justificó la performance por
la menor producción de aceites y las dificultades
que han comenzado a enfrentar los productores para colocar este producto
en los mercados asiáticos.
En cuanto a la evolución del PBI, los funcionarios de Economía
hicieron hincapié en la disparidad intersectorial. La Construcción
registró en el segundo trimestre una caída interanual del
6,4 por ciento, empujando hacia abajo la medición de la Inversión
Bruta Fija (-6,3 por ciento) y el PBI global. El equipo económico
también adjudicó la caída en la inversión
a que, durante el segundo trimestre de 1999, la obra pública se
había dinamizado por razones preelectorales, aunque
también pesa en la medición la elevada capacidad instalada
ociosa en la industria, que frena las decisiones de inversión.
En cambio, se observó una recuperación en el consumo privado
del 3 por ciento, pero basado en el aumento de la demanda de bienes de
consumo importados. También se registró una evolución
dispar entre los sectores productores de bienes, cuyo PBI cayó
en 0,6 por ciento, y los de servicios, que crecieron un uno por ciento.
Pero el Palacio de Hacienda no pierde el optimismo, pese a que en base
a estos datos es de dudoso cumplimiento el pronóstico de crecimiento
de 2 por ciento para el año. Bein aseguró que en agosto
se verificó una suba en la producción de cemento del 17,8
por ciento, 16,2 en hierro redondo para construcción y 10,1 en
asfalto (siempre con respecto del mismo mes de 1999). El secretario de
Programación exaltó que la mejor noticia económica
de los últimos meses es el aumento del 9 por ciento en los créditos
para el sector privado en la primera quincena de setiembre, porque
demuestran que la gente se anima a tomar crédito.
La confianza cotiza
en baja
El Indice de Confianza del Consumidor (ICC) para septiembre
registró una leve baja con respecto a agosto pero registró
un derrumbe del 10,2 por ciento en la comparación interanual
por una fuerte caída de las variables que miden expectativas.
El ICC, elaborado por el Centro de Investigación en Finanzas
de la Universidad Torcuato Di Tella, mostró una caída
del 3,2 por ciento el mes pasado respecto del anterior. Esa variación
implica que la confianza de los consumidores se mantuvo estable
en los mismo niveles de agosto y julio, precisó el informe.
Por otra parte, el Indice Líder o Anticipado del Nivel de Actividad,
que se utiliza para predecir lo que pasará en el corto plazo
con el ciclo económico, registró una caída del
2,3 por ciento para agosto. |
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