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�Mi mujer dice que últimamente uso demasiado la palabra pícaro�

Así presentó su plan para luchar contra los contrabandistas el titular de la Aduana, Eduardo Casullo. Para atrapar a los �pícaros� anunció una serie de medidas de control, como vigilar la mercadería en tránsito y el escaneo de cargas en puertos y aeropuertos.

Por Claudio Scaletta

t.gif (862 bytes)  Mientras sintetizaba los puntos salientes de las medidas de corto plazo para luchar contra los contrabandistas, el director general de Aduanas, Eduardo Casullo, repetía una y otra vez el mismo término. “Mi mujer me dice que desde que estoy en la Aduana utilizo demasiado la palabra pícaro”, se excusó entonces a modo de síntesis de las influencias incorporadas desde su arribo al sector público. Aunque todavía no está definido en su totalidad el prometido y ambicioso “Plan estratégico y de transformación cultural”, el funcionario adelantó algunas medidas “para subsanar los problemas más acuciantes”. Estas, además, generarían una mejora “piso” de los ingresos fiscales de 180 millones de pesos anuales, que desde una perspectiva optimista podría alcanzar los 450 millones. Entre esas iniciativas, Casullo destacó el control computarizado de las mercancías en tránsito, el escaneo de cargas en puertos y aeropuertos y la tercerización del control y ejecución de garantías. También anunció la incorporación de 120 nuevos profesionales para subsanar las pérdidas de recursos humanos producidas por el último plan de retiros voluntarios.
“Antes, cuando un camión entraba por Iguazú para salir por Mendoza nadie lo controlaba y se podía quedar meses; ahora va a tener un plazo máximo de tres o cuatro días para salir del territorio”, explicó Casullo para mostrar las virtudes del Control Computarizado de Tránsitos. El sistema se pondrá en marcha a partir del próximo 1º de octubre en todas las aduanas del país. Los tiempos “de paso” para las mercancías estarán ajustados en función del camino más corto y rápido entre aduanas. El objetivo de esta medida es evitar los desvíos de los contenedores y la posibilidad de su vaciamiento y recarga por mercaderías de menos valor. A partir de su vigencia, cualquier demora respecto al tiempo predeterminado pondrá al envío y al transporte en situación de sospecha.
Otra de las medidas será la instalación de sistemas de escaneo de cargas a través de rayos X, los que permiten, por ejemplo, el control del contenido de un container en 45 segundos. Estos sistemas pueden ser móviles (“scanners”) –los que posibilitan las operaciones sin aviso previo en distintos puntos de entrada y tienen un costo aproximado de entre 1 y 2 millones de dólares– o fijos (pórticos), más sofisticados con un valor de hasta 100 millones. Uno de estos sistemas ya funciona en Paso de los Libres y el próximo se instalará en el puerto de Buenos Aires. Para los aeropuertos, el ORSNA tendrá a su cargo el llamado a licitación para la provisión y mantenimiento de los equipos. Los sistemas móviles recorrerán puntos estratégicos en rutas nacionales como la 11 y la 34.
Una de las acciones a las que el director de Aduanas otorgó especial importancia fue la centralización del control de garantías y la tercerización del manejo de esta cartera. Las garantías son los depósitos o seguros de caución que tienen por objeto cubrir los riesgos fiscales de las operaciones de comercio exterior. El monto acumulado de esta cartera alcanza la significativa suma de 4700 millones de dólares, la que, según Casullo, está respaldada por documentos de dudosa calidad, con el consiguiente riesgo fiscal. Para combatir el problema se dispuso la creación de un Sistema Centralizado de Control que se ocupará de inventariar y calificar el stock disponible. En tanto que la administración de la cartera será tercerizada. Para esta transferencia se solicitó la asistencia del Banco Nación y al BICE.
Casullo reivindicó el rol social del personal de aduana, que hoy posee una planta de 4400 empleados. “Queremos que se reconozca al aduanero como si fuese un ejecutante de la sinfónica o un integrante del equipo de trasplantes del hospital Argerich”, exageró. En esta línea se quejó de las políticas de recursos humanos de las gestiones anteriores. “Con el último plan de retiro voluntario se fueron 200 personas muy calificadas, muchos de los mejores. Hemos perdido una importante inversión en gente con mucha experiencia”, explicó. Para subsanar esta pérdida se incorporarán 120 profesionales jóvenes bajo un régimen de becas y tutorías.
Entre los restantes sistemas de control anunciados se implementarán nuevos precintados, fajas de seguridad y enlonados –“Queremos evitar la facilidad del toqueteo de los precintados”, explicó el funcionario–, la puesta en marcha del “Módulo de seguimiento de valor” –para evitar los distintos valores declarados según las zonas de entrada de las mercancías- y la verificación de cargas con métodos no intrusivos.

 

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