Las provincias patagónicas declararon la primera batalla contra
el proyecto de Presupuesto nacional para el 2001. A la advertencia del
gobernador santacruceño, Néstor Kirchner, de ponerse a la
cabeza de la toma de yacimientos si se insiste en eliminar parte de la
exención impositiva a los combustibles consumidos en el Sur, se
sumaron ayer funcionarios y legisladores radicales. Hay que tirar
con todos los cañones contra la rebaja del subsidio, declaró
el vicegobernador de Chubut, Néstor Gil, quien señaló
que me da vergüenza que se haya considerado esa posibilidad.
Nicolás Gadano, subsecretario de Presupuesto, defendió la
propuesta. Entiendo que quieran defender sus privilegios, pero en
el actual contexto no me parece defendible, expresó.
Gadano, uno de los responsables del diseño del presupuesto presentado
al Congreso el viernes último, señaló que la reducción
a la mitad de la exención del impuesto a la transferencia para
los combustibles patagónicos fue planteada para obtener los
recursos que permitan reducir la tasa del gravamen sobre los intereses
del 15 al 12 por ciento. La reducción de este impuesto, puntualizó,
nos va a permitir mejorar el acceso al crédito de todas las
empresas, especialmente las pequeñas, que son las que más
se
financian en el mercado doméstico: proponemos reducir una exención
que favorece a algunos habitantes del país, los patagónicos,
para con esos recursos darle un beneficio a todo el país.
En referencia a las declaraciones de Kirchner, Gadano dijo en una entrevista
en el programa Mate Amargo, de Radio Splendid, que como
todo sector, como toda corporación, los patagónicos defiendan
los privilegios que tienen, pero en una coyuntura tan complicada como
ésta la provincia de Santa Cruz tiene que entender que todo el
país no puede financiar una exención como ésta.
Agregó además que las provincias del sur están
obteniendo todo el beneficio por el aumento del precio del petróleo,
están recibiendo una renta extraordinaria por regalías que
el Tesoro nacional no recibe; entonces creo que, además, pretender
mantener el privilegio de no tener gravadas las naftas, mientras el resto
del país sí las tiene, es una situación no del todo
defendible.
Se terminó: no va a pasar con el subsidio a los combustibles
lo que ocurrió con la zona franca, planteó ayer Kirchner
en Puerto San Julián, en Santa Cruz. Ricardo Patterson, diputado
nacional por la Alianza de la misma provincia, anticipó que ya
se cerraron filas con representantes de otras regiones para evitar que
se elimine la exención y que aumenten los combustibles patagónicos.
Se diferenció de Kirchner, cuyas declaraciones calificó
de demagógicas, pero justificó la exención
señalando que la utilización del combustible es esencial
para la zona, ya que una medida de este tipo haría mucho más
cara la vida en la provincia.
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