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El aplauso que llegó del Norte |
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Durante su participación en la cumbre del Milenio de la ONU, Washington exigió a Fujimori una profunda “reforma” del controvertido Servicio de Inteligencia Nacional (SIN). La presión norteamericana subió tras la difusión del video en que Montesinos intentaba sobornar a un político de la oposición. Ayer, la renuncia del presidente peruano fue calificada el domingo como una “sabia medida” por la Casa Blanca y el Departamento de Estado. “Las acciones anunciadas pretenden, claramente, solucionar la polarización política y el fortalecimiento de la democracia en Perú –afirmó ayer Richard Boucher, portavoz del Departamento de Estado–. Esto representa un buen comienzo para dicho emprendimiento y seguiremos de cerca los próximos pasos.” John Hamilton, embajador norteamericano en Lima, reclamó “claras medidas para restaurar la confianza el pueblo peruano”. Las Fuerzas Armadas peruanas, informó ayer The Washington Post, desempeñaron un “papel clave” en la sorpresiva salida de Fujimori. Pero, según el diario, la Casa Blanca desea ahora que limiten su intervención a garantizar “un proceso pacífico y transparente hacia una democracia plena”. El portavoz de la Casa Blanca, Joe Lockhart, relativizó la nota de The New York Times, que citaba a autoridades del Departamento de Estado diciendo que Washington había presionado a Fujimori en la última semana para que renunciara. “Creo que lo correcto sería decir que la OEA trabajó junto a Estados Unidos, en su calidad de Estado miembro, tras las elecciones irregulares que tuvieron lugar este año, para impulsar una plena democratización”, aclaró.
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Al tiempo que reiteraba su aplauso por la retirada anunciada de Alberto
Fujimori, Estados Unidos no ocultó ayer su inquietud por la impredecible
evolución de los acontecimientos en Perú. Los elementos
de preocupación eran la incertidumbre sobre la fecha de las nuevas
elecciones peruanas y la reacción de las Fuerzas Armadas de ese
país, a las que la Casa Blanca pidió que apoyen la transición
pacífica hacia “una democracia plena”.