Por
Eduardo Febbro
desde Sydney
El
Saint Etienne argentino del hockey sobre césped se llama Sydney.
La selección femenina de hockey derrotó ayer 1-0 a su similar
de Gran Bretaña en un partido cuyo resultado no refleja del todo
el dominio argentino. El gol de Karina Masotta vino con una espléndida
acción colectiva del equipo, que sumó una nueva sorpresa
tras la victoria 3-2 ante Corea del Sur en la primera fecha. La Argentina
cuenta ahora con seis puntos en su grupo, muy por delante de Australia,
que tiene tres, de España y Corea del Sur con un punto y Gran Bretaña
con ninguno.
Las jugadoras inglesas adoptaron una táctica ofensiva, una suerte
de tenaza con el propósito de cortar los espacios de las jugadoras
argentinas, pero la extraordinaria habilidad de Luciana Aymar echó
por tierra el esquema de Gran Bretaña. Aymar desorientó
innumerables veces a las inglesas, tanto más cuanto que la magia
con la que maneja el stick, la precisión y la potencia de sus pases,
los constantes cambios de perfil y las vueltas de bailarina de ballet
cuartearon y desmantelaron la defensa
inglesa. La jugada de gol que intervino en el primer tiempo la construyó
todo el equipo. Después de una intervención lateral decisiva
de Magdalena Aciega, un remate de Onetto hacia el arco y un rebote favorable,
Masotta se encontró con todo el arco abierto para marcar el gol.
Argentina retrocedió luego un poco, pero los ataques ingleses fueron
demasiado desordenados como para hacer temblar el arco argentino. Con
todo, en dos claras oportunidades la guardiana del templo albiceleste,
Mariela Antoniska, evitó el empate inglés.
Las decenas de voluntarios australianos que trabajan en los estadios nunca
habían visto semejantes expresiones de pasión y apoyo en
una hinchada. Casi al final del partido, el compacto grupo de hinchas
nacionales cantaba con tanto ahínco que varios voluntarios, en
su mayoría jubilados, consultaron a las fuerzas del orden ante
la eventualidad de algún desborde. Una sonora de las voluntarias
decía a Página/12: ¡Qué cosa increíble!
¿Usted me puede traducir lo que están cantando? Era simplemente
el clásico ¡Vamos, vamos, Argentina!, ¡esta barra milonguera!
y cosas por el estilo.
El equipo de hockey quedó ahora en una posición ideal en
el grupo C, al igual que Nueva Zelanda en el D, a la que nadie esperaba
como líder de su grupo y que incluso se dio el lujo de superar
a Alemania por diferencia de goles. El próximo rival será
el más difícil de la llave. Se trata de la favorita y campeona
olímpica Australia. A propósito de este partido, Luciana
Aymar dijo a este enviado: Tomamos el partido contra Australia de
la misma manera: nos estamos preparando para cada rival, sin pensar que
es Australia. Ellos son los favoritos, desde luego, pero teniendo en cuenta
el sistema de acumulación de puntos hay que jugar todos los partidos
con todo.
Un sentimiento similar domina a todo el equipo. ¡Qué
lindo sería ganarles a los locales con el estadio lleno!
exclamó Jorgelina Rimoldi, con más determinación
que ilusiones. La goleadora Karina Masotta puso un pañito frío:
El partido contra las australianas será distinto a éste.
Nosotras vamos a jugar tranquilas y con paciencia, pero sin olvidarnos
de la agresividad que ellas tienen, apuntó. La chicas quieren
ir creciendo de a poco.
Son
el rival
Australia es el rival a vencer opinó la arquera
argentina Mariela Antoniuska. Son las candidatas, porque son
las últimas campeonas olímpicas y mundiales. Ahora
nos toca jugar con ellas continuó y estamos contentas
porque por suerte tenemos seis puntos. Ganamos los dos partidos
que jugamos y es muy importante para nosotras. Ellas todavía
no jugaron su segundo partido, lo juegan recién mañana
y es una presión extra, porque saben que tenemos seis puntos
y ellas tres. Ese va a ser el partido para nosotras. Ya ganamos
seis puntos y ahora tenemos que seguir sumando, porque en la segunda
ronda se arrastran los puntos y todo sirve. Después, los
que tienen más puntos juegan por las medallas.
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José
Meolans
José Martín Meolans se consagró entre los
mejores nadadores del mundo en los 100 metros libres al conseguir
el pase a semifinales con un nuevo record argentino, 49s75, diecinueve
centésimas menos que su anterior registro, y una centésima
más rápido que el brasileño Gustavo Borges,
el mejor nadador latinoamericano. Esta madrugada disputaba la semifinal.
En Atlanta no me fue bien, porque era muy joven, pero aquí
me he sacado la espina, afirmó Meolans, dueño
del 12º mejor tiempo del día. Ya estoy conforme
con esta marca. Ahora lo único que tengo que hacer es disfrutar
e intentar hacerlo lo mejor posible.
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