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�Con o sin ilícito hay que hacer un cambio�

La frase pertenece a De la Rúa. La dijo en la reunión que mantuvo el lunes con Chacho, Alfonsín, Storani y Machinea. Los dos primeros resolverán el �asunto Genoud�. Mensajeros judiciales.

De la Rúa y Alfonsín el lunes a la noche. También estuvieron Chacho, Fredi Storani y Machinea.


Por Fernando Cibeira

t.gif (862 bytes) �Con ilícito o sin ilícito hay que hacer un cambio�, concluyó el presidente Fernando de la Rúa en la cumbre que convocó el lunes en la Rosada a inusual horario nocturno. Camuflado como la vuelta del diálogo político, el encuentro tuvo como objetivo que De la Rúa, el vicepresidente Carlos �Chacho� Alvarez y el jefe radical, Raúl Alfonsín, elaboraran una estrategia común en el escándalo por coimas en el Senado. Allí, el Presidente confesó haber leído el expediente judicial a través de una página en Internet y que, en confianza y citando su experiencia como abogado procesalista, no vio elementos contundentes, menos aún contra el Estado como supuesto pagador de la coima. Pero, todos coincidieron, aun en caso de que no haya funcionarios involucrados, la condena social es tan fuerte que los cambios son indispensables. De la Rúa los aprovechará para meter mano en áreas que no funcionaron como esperaba.
La organización de la reunión comenzó tarde y, por eso, el encuentro se hizo a un horario desacostumbrado. Tanto que obligó a una conferencia de prensa de Alfonsín y el ministro del Interior, Federico Storani, a la 0.30 de ayer, en la que ambos destacaron las bondades del diálogo político. De la Rúa había anticipado en China que iba a convocar a dialogar a Alfonsín y al ex presidente Carlos Menem, a quienes ahora se agregó el ex ministro Domingo Cavallo. 
Justamente, la presencia del ministro de Economía, José Luis Machinea, en la cumbre del lunes tiene que ver con lo que vendrá. �Obviamente que con Menem no vamos a hablar de los cambios en el gabinete. Con él vamos a hablar de la situación del país, por eso era lógico que en esta reunión y que en la que venga Menem esté presente Machinea�, explicaba ayer un ministro. 
Por cierto, una parte del encuentro estuvo dedicada a un informe de la situación económica a cargo de Machinea que repitió, palabras más palabras menos, en la reunión de gabinete de ayer. Después se pasó al nudo de la convocatoria: el escándalo del Senado. 
De la Rúa consideró que había que hacer una separación clara del capítulo judicial y del político del caso. El Presidente contó que había leído por Internet el expediente de la investigación del juez federal Carlos Liporaci �está en seprin.com, la página vinculada a los ex agentes de la SIDE� y que no había encontrado ninguna prueba de peso contra ningún funcionario. Por lo tanto, suponía que al menos en la primera ronda de indagatorias no habría ningún hombre del Gobierno involucrado.
Según se comentó, algún ministro había recibido la visita de personas relacionadas a la Justicia que se habían ofrecido como mediadores entre el juzgado de Liporaci y el Gobierno. De acuerdo a esta versión, el juez sondeó el grado de aceptación que tendría una fórmula de procesamientos que consideraría �balanceada�. La alquimia incluiría tres senadores justicialistas, más un radical y algún funcionario. �No hay nada que negociar. Si tiene pruebas �que no las tiene�, que procese a quien le parezca�, le respondieron al enviado. 
En el Gobierno reconocen el origen de las complicaciones de Liporaci en su situación personal, por la denuncia por enriquecimiento ilícito. De ahí que haya amenazado con extender �la mancha de aceite� de los implicados con nuevas citaciones, cuestión de detener la marcha de la investigación en su contra. Pero en la Rosada entienden que si se anima a procesar a algún funcionario, la Cámara federal lo revocará.
Si, como creen, no podrá probarse la intervención de ningún hombre del Gobierno en el entuerto, queda claro que la condena social seguirá en pie. �El 99 por ciento de la gente piensa que se pagaron coimas�, sentenció un ministro, obviando las sutilezas de las encuestas. Por lo que la decisión de efectuar cambios se mantendrá.
De la Rúa se mostró contrariado por la dicotomía que se había dado desde el inicio del caso. �Está como instalado que Chacho es el que quiere investigar y que yo soy el que no quiere�, dijo. Alvarez respondió un poco a la defensiva: �Yo no instalé el tema, se instaló solo. Yo lo que siempre dije es que había que investigar, que fue lo mismo que acordamos todos�. 
Los participantes del encuentro notaron entusiasmado a De la Rúa con la idea del �relanzamiento� de su gestión. Una iniciativa que impulsa la línea de funcionarios jóvenes amigos de su hijo Antonio y que, por ahora, es más una idea que algo concreto. Pero el Presidente imagina juntar algunas de las medidas que andaban dando vueltas y presentarlas como una especie de plan. En esa dirección, se mostró interesado en la reforma política que viene elaborando Storani como su criatura más querida. Ya imaginaron un gran acto de lanzamiento del acuerdo que permitirá campañas más breves y mayor transparencia del financiamiento político con la presencia de personalidades de otros sectores.
Más concreto será el tema de los cambios. El Presidente entiende que su administración viene funcionando a media máquina y pretende elevar la marcha a un �80 por ciento� al menos. Para eso comenzará a elaborar un cambio de nombres que incluirá también las segundas líneas de algunos ministerios que no se desempeñaron en la forma que esperaba. 
En la cumbre no hubo nombres y las áreas a cambiar se mencionaron por arriba, sin especificaciones. La única mención particular fue la del presidente provisional del Senado, José Genoud, casi una obsesión para Alvarez, quien pretende su renuncia como consecuencia de la crisis en la Cámara alta. Cuando salió el tema, Alfonsín lo tomó del brazo al vicepresidente y le dijo: �Chacho, lo de Genoud lo arreglamos nosotros dos�. Con eso dejó en claro que la situación del mendocino ya pasó a ser un tema partidario más que institucional. Durante las reuniones del fin de semana en Olivos, De la Rúa ya le había transmitido a Alfonsín la alternativa de que Genoud anunciara con anticipación que renunciaría a su cargo, cuyo mandato se cumple en diciembre.

 


 

ALFONSIN APOYO LA ALIANZA UNIVERSITARIA
A la ofensiva contra Llach

Por Javier Lorca

La Alianza universitaria dio ayer un paso más en su ofensiva contra el ministro de Educación, Juan Llach. Rectores radicales y dirigentes de Franja Morada cosecharon el apoyo de Raúl Alfonsín. El ex presidente le llevará a Fernando de la Rúa un memorándum con un fuerte reclamo contra la idea de Llach de retener y redistribuir parte de los fondos universitarios. El documento exige, además, que este año no haya ningún recorte. La iniciativa surgió de una reunión en la que también participó el secretario de Educación Superior, Juan Carlos Gottifredi, quien no está de acuerdo con la redistribución propuesta por el ministro. 
�Hay preocupación en la Alianza por la actuación de un ministro que no comprende la ponderación que debe darle a la educación este Gobierno�, sintetizó, en diálogo con Página/12, el presidente de la FUBA, Guillermo De Maya. La chispa que hizo estallar el latente malestar contra Llach fue su idea �plasmada en el proyecto de presupuesto 2001� de repartir 311 de los 1800 millones destinados a las universidades de acuerdo con un criterio que incluya al número de alumnos; la planta docente en relación con la necesidad académica; la eficacia del gasto; la necesidad social y educativa de los alumnos; y la investigación. 
Ayer, 15 rectores y los dirigentes de Franja Morada y de la FUA se reunieron en el Comité Nacional de la UCR con Alfonsín y varios legisladores (Horacio Pernasetti, Cristina Guevara, Leopoldo Moreau, Eduardo Santín). Allí se redactó un memorándum que Alfonsín le presentará al Presidente y a los titulares de los bloques de la Alianza en el Congreso. El documento no sólo expresa una dura oposición a la redistribución de recursos propuesta por Llach, oposición que comparten los 37 rectores universitarios, quienes sólo aceptarían redistribuir aumentos al presupuesto. Para octubre, se organizó un foro del que saldrá otro documento con los cambios que los aliancistas exigen en la educación superior.

 

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