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CONTRERAS, EX JEFE DE LA DINA, ERA DE LA CIA
Era uno más de los muchachos

La CIA reveló que el jefe de la policía política chilena en los años de Pinochet, Manuel Contreras, era uno de sus agentes.

Manuel Contreras en 1992, antes del juicio por asesinar a Letelier.
La CIA le pagó un sueldo (1974-77). Pero le recomendó no violar DD.HH.


t.gif (862 bytes) A veces, las cosas en vez de complicarse se simplifican. Es lo que ocurrió ayer con Manuel Contreras, el jefe de la policía secreta pinochetista (DINA). Siempre se había sospechado que en 1976 contó con el encubrimiento y aun el auxilio de la CIA para cometer en Washington el asesinato del ex canciller socialista chileno Orlando Letelier. Ayer se descubrió que, en realidad, él mismo era uno de los �muchachos�. Un informe que recibió el Congreso de Estados Unidos reveló que Contreras fue, lisa y llanamente, un agente informante de la CIA, al que se pagó como tal entre 1974 y 1977. 
Documentos suministrados por la mismísima CIA a pedido de cuatro comités legislativos del Congreso indican que la agencia norteamericana de inteligencia había iniciado sus contactos con Contreras ya en 1974, un año después del golpe de Estado que derrocó el gobierno del socialista Salvador Allende. Las buenas relaciones duraron hasta 1977: un año después de que el jefe de la DINA y su adjunto Pedro Espinoza perpetraran en Washington el asesinato de Letelier con una bomba que mató además a su asistente Ronni Moffitt, de nacionalidad norteamericana. Si entonces Contreras era un agente del Estado norteamericano, el crimen queda inevitablemente recategorizado. 
El informe también revela que la CIA pagó �por razones humanitarias� al grupo de golpistas que mató al general René Schneider en un abortado intento de secuestro en 1970 y recabó inteligencia en 1973 sobre las instrucciones que dio el general Arellano Stark para ejecutar prisioneros políticos en la �caravana de la muerte�. Pagó acciones de propaganda y así financió al diario El Mercurio.
En 1993, Contreras y Espinoza fueron procesados en Chile por su responsabilidad en el crimen de Letelier y condenados respectivamente a siete y seis años de cárcel. En el informe, la CIA se justifica de haber establecido (y mantenido) el contacto. Lo hace en el cuidado lenguaje institucional de las agencias del gobierno norteamericano: la relación con Contreras era considerada por los servicios secretos de Estados Unidos como �necesaria para cumplir la misión de la CIA, a pesar de la preocupación de que esa relación pudiese conducir a la CIA a ser acusada de ayudar a la represión política interna�. 
Según Peter Kornbluh, jefe del proyecto Chile de la organización independiente National Security Archive, que estudia la desclasificación de documentos, el informe ofrece �por primera vez una descripción de los vínculos de la CIA con los órganos de represión violenta en Chile�.
A pesar de que la CIA afirma haber advertido a Contreras que no respaldaba sus actividades represivas, la Agencia Central de Inteligencia reconoce que pagó a su agente. Afirma, no obstante, que fue un error. �La CIA dice que el pago fue un error, pero no exigieron la devolución del dinero ni le dijeron a Contreras que no querían tener nada más que ver con él. Al contrario, siguieron trabajando con él�, concluye Kornbluh. 
En 1976, según el informe, Contreras confirmó a la CIA �la existencia de la red Cóndor de intercambio de información (con los otros países del Cono Sur) pero negó que tuviese un papel en ejecuciones extrajudiciales�. El documento sostiene por otra parte que la CIA �no estuvo involucrada en facilitar la llegada de Pinochet a la presidencia ni la consolidación de su poder como líder supremo� dentro de la Junta golpista, pero reconoce que después respaldó a la Junta. El informe concluye que no se halló información �de que la CIA u otros servicios de inteligencia norteamericanos hayan estado involucrados en la muerte de Allende�, que �se presume cometió suicidio en momentos en que los autores del golpe lo asediaban�.
A pesar del informe conocido ayer, las batallas de la CIA por retener su información continúan. El informe de la CIA sobre Chile responde a una enmienda adoptada en noviembre pasado por el Congreso y patrocinada por elrepresentante demócrata Maurice Hinchey (Nueva York). La Casa Blanca aplazó el miércoles pasado �por unas semanas� la publicación de documentos secretos sobre la era Pinochet. Así se da la posibilidad de revisar una decisión de la CIA de retener archivos sensibles sobre sus operaciones.

 


 

DESAPARECIO UN AVION CUBANO EN LAS AGUAS DE FLORIDA
Uno, dos, muchos balseritos más

El estrecho de Florida �habitual fuente de conflictos y tironeos entre cubanos y norteamericanos� volvió a ser noticia por primera vez desde el naufragio que derivó en la saga del balserito Elián González. Un pequeño avión cubano con capacidad para unas 12 personas desapareció ayer en �aguas internacionales� después de que fuera �aparentemente secuestrado y su piloto informara que sólo tenía una hora y media de combustible�, según informó el Departamento de Aviación de Miami. El rastrillaje realizado en �una amplia zona entre Estados Unidos y Cuba� no dio resultados hasta que un barco mercante rescató a nueve personas (tres mujeres, tres hombres y tres niños) y un cadáver al sur de Key West. 
Al parecer, las 10 personas realizaban un vuelo doméstico cuando el piloto Angel Lennin Iglesias (que viajaba junto a su esposa y dos hijos) advirtió a la torre cubana de Pinar del Río que el avión había sido secuestrado. Cuando la nave salió del espacio aéreo cubano, los controladores norteamericanos recibieron la información de que se dirigía hacia Estados Unidos. La especulaciones iniciales se centraron en si el avión había llegado a aterrizar, porque el Servicio de Inmigración y Naturalización norteamericano (INS) envía de regreso a Cuba a todos los inmigrantes ilegales, excepto a los que hayan logrado alcanzar tierra firme.
El misterio del pequeño avión era tal que el congresista (republicano) cubano-norteamericano Lincoln Díaz Balart pidió que �el gobierno de Estados Unidos no encubra información, e informe por qué y cómo cayó�. Según la televisión de Miami, la organización anticastrista Hermanos al Rescate aseguró que había tres altos funcionarios cubanos en el avión. El último incidente similar ocurrió en agosto de 1996, cuando tres cubanos secuestraron un pequeño avión turístico de su base al este de La Habana y obligaron al piloto a viajar a Estados Unidos.

 

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