Por Eduardo Tagliaferro
 �Pareciera que a las mujeres nos están reservadas las tareas de la casa�, dijo la senadora. �Pero no me pidan que yo sola haga toda la limpieza�, agregó entonces Silvia Sapag. Y a su denuncia, publicada ayer por Página/12, de que el senador Emilio Cantarero quiso sobornarla para la nueva Ley de Hidrocarburos, agregó otra más: �Cuando le pregunté a Cantarero si la Alianza participaba de ese arreglo, me respondió: �Juan Ignacio Melgarejo está más pirata que yo��. A la noche, Melgarejo anunció su renuncia a la banca.
Por la mañana en Radio Mitre Cantarero había balbuceado algunas definiciones a manera de defensa. �¿Cómo Cantarero va a recibir 14 millones de dólares y los otros no?�, preguntó Cantarero hablando de Cantarero. ¿Qué son, títeres míos?. ¿Yo soy un supermago?�
A la noche y con un ayuda memoria en la mano, la senadora neuquina enfrentó a los cronistas que la esperaban en el Salón de Lectura de la cámara alta. Fue detallando cronológicamente las propuestas de Cantarero y los acontecimientos que rodearon el tratamiento de la ley de hidrocarburos. Hizo centro en las �sospechosas� reuniones que mantuvieron los gobernadores Juan Carlos Romero, de Salta, y Jorge Sobisch, de Neuquén, mientras la nueva ley era discutida en la comisión parlamentaria. Sugirió que Cantarero, justicialista por Salta, estaba en connivencia con ambos y trazó esta secuencia:
 �En noviembre de 1999 yo protesto porque se incorporaron conceptos como el de comercialización minorista en algunos proyectos, entre ellos uno del senador radical por Santa Cruz Juan Melgarejo�, dijo Sapag. La senadora recordó que la gestión de la nueva ley de hidrocarburos estaba detenida desde junio de ese año, aunque en septiembre, después de que Repsol logró el control total de YPF, habían aparecido nuevos proyectos legislativos.
�Ante mi protesta el senador Cantarero viene a mi oficina para preguntarme mis puntos de vista. Me insinúa tres cosas; 1) hay mucha plata para negociar; 2) quieren hacer un proyecto duro para negociar; 3) que las elecciones salteñas, a raíz de la ley de lemas, le habían costado 14 millones de dólares�.
La senadora manifestó ayer que luego de está insinuación se �quedó helada�, ya que entendió que se trataba �de negociar con las empresas petroleras para conseguir financiación política�. Y siguió así:
�El 30 de marzo del 2000 hay una reunión entre el gobernador Romero de Salta, que viaja especialmente a la ciudad de Neuquén para reunirse con Sobisch. Aparentemente para ponerse de acuerdo sobre los hidrocarburos�.
El 28 de abril el gobernador de Neuquén firma un preacuerdo con Repsol para la prórroga de la concesión del yacimiento más grande de gas de Sudamérica: Loma de la Lata.
7 de junio del 2000 se firma el acta de entendimiento con la empresa Repsol y el gobierno de Neuquén.
El 28 de junio del 2000 firman en Madrid el acuerdo de esta prórroga de concesión Sobisch y Adolfo Cortina, de la empresa Repsol.
�En ese momento pensé que el Senado había quedado al margen de la negociación que Cantarero me había sugerido. Creía que la negociación la habían hecho los gobernadores�, sostuvo Sapag en otro momento de su conferencia.
Para sorpresa de la senadora la ley comenzó a moverse:
�El 14 de junio las cámaras expendedoras de combustible son recibidas en una audiencia por la comisión parlamentaria�, dijo. �En ese momento el senador Cantarero viene a mis oficinas. Estando con uno de mis asesores comienza a preguntarme cosas como �¿Cuántas regalías se cobran?� y si era posible establecer un tribunal arbitral internacional. En un momento le pide a mi asesor que se retire de mi oficina. Me plantea que habría mucha plata y que una parte me iba a tocar a mí de lo que consiguiera. Tenía que decirle que cosas sí o sí yo quería que estuvieran en la ley para que ellas negociara, ya que el martes siguiente se reuniría con un español y que me iría informando de sus negociaciones. Para eso quería una ley por unanimidad�.
La senadora neuquina sostuvo que lo escuchó ya que quería indagar si los gobernadores estaban comprometidos con la maniobra. Fue en ese punto del relato que incorporó al senador radical por Santa Cruz. Melgarejo, justamente, era el vicepresidente de dos comisiones donde Cantarero era el presidente y José Genoud el vocal: Combustibles y Parlamentaria Mixta Revisora de Cuentas de la Administración. Es, además, hombre de Genoud, quien lo llamó anoche para solidarizarse al programa �A dos voces�, pocos minutos después de que Melgarejo anunciara su renuncia �indeclinable�.
�Siempre he luchado por los principios y la verdad la defiendo como simple ciudadano, sin mi banca �dijo�. Hoy nos están imputando sospechas de que podemos estar involucrados en actitudes corruptas, y yo no lo voy a permitir de ninguna manera.
Cuando en el programa Melgarejo preguntó a Sapag qué opinión tenía ella sobre él más allá de los dichos de Cantarero, la senadora neuquina le contestó:
�Lo discutiremos en los tribunales.
En su conferencia de prensa, Silvia Sapag también resaltó que un día después de que Sobisch firmara en Madrid el acuerdo con Repsol, el gobernador de Salta y el de Mendoza, el radical Roberto Iglesias, habían concurrido a la comisión de Combustibles del Senado. �Por los dichos de total irresponsabilidad de los gobernadores allí presentes, intuyó que los negociados habrían podido ser a nivel provincial y a nivel del Senado�, opinó la senadora, que agregó que ese mismo día (29 de junio) habló con dos periodistas, el columnista de este diario Horacio Verbitsky y Jorge Gadano del diario Río Negro, a quienes informó del tema off the record. La senadora resaltó que quiso alertarlos ante la posibilidad de a ella le ofrecieran una coima y ellos pudieran disponer de una cámara oculta que recogiera una prueba contundente.
�El 2 de julio el periodista Horacio Verbitsky denunció en una nota titulada �Gases Tóxicos� los posibles negociados del petróleo�, historió.
�El 12 de julio yo cuestiono al entonces secretario de Energía Daniel Montamat�, agregó después.
Sapag destacó que presentó una cuestión de privilegio luego de que la semana pasada la comisión parlamentaria �sorpresivamente da un dictamen�, sobre el proyecto de la nueva ley. �Desgraciadamente ya no tengo la oportunidad de saber más, así que lo que conseguí saber tengo que ofrecerlo a la Justicia. De aquí salgo a hacer la denuncia�, dijo. Y salió.
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opinion
Por Horacio Verbitsky |
| Radiografía
La revelación de la senadora Silvia Sapag sobre el intento de soborno para que dejara de oponerse a la ley de hidrocarburos apetecida por las compañías petroleras equivale a una detallada radiografía de la corrupción que está agobiando al sistema representativo. A la hora de prescribir la terapia, será imprescindible tenerla en cuenta.
En el caso de la ley laboral los perfiles son confusos:
Su sanción fue vivida por el gobierno como una prueba de fuerza, para demostrar que la gobernabilidad no estaba amenazada como en tiempos de Raúl Alfonsín. Pero no hay un sólo sector que la reivindique como un instrumento útil a sus fines.
Se presume que hubo sobornos, pero esto sólo se basa en dichos de oídas, off the record luego desmentidos, certezas sin pruebas, insinuaciones y panfletos anónimos.
No se sabe quién habría pagado ni quién habría cobrado por la ley.
De hecho, el elemento más contundente para la investigación es el enriquecimiento de un número asombroso de senadores, que declaran bienes desproporcionados con sus ingresos y con los ingresos de personas de las mismas edades y profesiones, cosa que también ocurre con el juez de la casa.
Ninguna de tales incertidumbres se repite con el trámite de la ley de hidrocarburos:
El dictamen de la mayoría justicialista de la comisión de combustibles del Senado satisface las máximas aspiraciones de Repsol y las demás grandes compañías petroleras. Sólo la prórroga de la concesión gasífera de Loma de la Lata implicaría una transferencia de más de 30.000 millones de dólares en favor del concesionario. Con el resto de los yacimientos del país esa suma pasaría de los 50.000 millones. La supresión de cualquier piso legal para las regalías que las empresas pagan a las provincias significaría una suma aún mayor. Estos grandes números (más que el presupuesto nacional de dos años, tal vez tanto como el total de la denominada deuda externa que, en parte, es deuda interna denominada en dólares) permiten entender la magnitud de lo que está en juego.
Las bajas regalías tenían un sentido social cuando YPF era estatal, porque sus ganancias extraordinarias volvían al conjunto de la sociedad en obras de gobierno. Ahora que sus activos han pasado a una empresa privada y extranjera como Repsol, cada peso o dólar que no se paga por regalías se fuga para crear trabajo y riqueza en España, mientras acá quedan desesperación y tierra arrasada.
La denunciante es una senadora nacional que, superando el comprensible temor de semejante ruptura, sindica con nombre y apellido al colega que le hizo el ofrecimiento infame.
El trámite parlamentario deja en evidencia cómo se sacrificaron los consensos a los intereses, la conveniencia social al lucro privado.
La corrupción es el precio que el poder económico paga por la traición de los representantes a sus representados y, como tal, intrínseca al modelo económico vigente. Luchar contra ella es necesario, pero no suficiente, para rescatar al sistema representativo de la sórdida caricatura en que lo han convertido. El verdadero mal que la radiografía detecta es la concentración sin límite de riquezas en cada vez menos manos. Liberarse de los corruptos no basta. Además hay que enfrentar a los corruptores. |
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Crónica de un Senado sin Chacho
y al borde del ataque de nervios
Una escena francamente llamativa: Augusto Alasino y Remo Costanzo ríen a carcajadas en el recinto.
Son dos de los senadores imputados en la causa por supuestos sobornos en el Senado. |
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Por Fernando Almirón
Los ánimos en el Senado de la Nación están tan caldeados que hasta un hombre que se caracteriza por su parsimonia, buenos modales y lenguaje diplomático, el senador riojano Eduardo Menem, ayer se salió de sus casillas al referirse a Carlos �Chacho� Alvarez. �Es un bocón que no tiene límites en las acusaciones que hace y eso merece mi repudio�, dijo el hermano de Menem sobre el vicepresidente, quien un par de horas antes había declarado que dejaría a presidir las sesiones hasta que no se renueve el cuerpo. En rigor el Senado amaneció hecho una maraña de nervios, una vez que llegó a los integrantes del cuerpo la edición de Página/12 que reproducía en su tapa las declaraciones de la senadora neuquina Silvia Sapag: �Cantarero me dijo que había mucha plata� de las empresas petroleras para sacar la ley de hidrocarburos. Mientras los aliancistas estudiaban cómo dejar sin banca a Cantarero, los peronistas apuntaban a la Sapag. Y todos, absolutamente todos, imaginaban distintas estrategias contra Alvarez.
Alvarez �sigue en esta actitud hostil en contra del Senado haciendo gala de un protagonismo que no tiene parangón, no sólo en la historia de la Argentina sino en ningún país del mundo�, disparó Menem, que agregó: �Desfila tanto por los medios, que si está tantas horas en los medios, ¿en qué momento va a presidir el Senado?�. Después explicó que Alvarez �tiene la obligación constitucional de presidir el Senado le guste o no le guste, tiene que cumplir con su obligación�.
La nueva denuncia por sobornos en el Senado de la Nación desconcertó a los legisladores que, desde hace un mes, sienten que transitan un campo sembrado de minas. La revelación de la senadora por el Movimiento Popular Fueguino Silvia Sapag contra Cantarero (PJ) encolerizó a los justicialistas. �No podemos permitir quedar siempre nosotros como los malos de la película�, se enojó un legislador mesopotámico antes de interrogar a uno de sus compañeros de bancada: �¿Y ahora qué hacemos con Cantarero?�. Mientras los peronistas dudaban, en el bloque aliancista tenían en claro qué destino darle al salteño. El frepasista Pedro del Piero presentó un proyecto de resolución solicitando �excluir� de la Cámara alta a Cantarero por supuesta �inhabilidad moral�. En forma paralela, los radicales Luis Molinari Romero y Horacio Uzandizaga elaboraron otro proyecto de resolución para que se integrara una comisión �ad hoc� para analizar el comportamiento del legislador. �Lo quieren fusilar por la espalda�, dramatizó un vocero de prensa del bloque opositor.
El senador Jorge Yoma, presidente de la Comisión de Asuntos Constitucionales, buscó dar vuelta las declaraciones de Sapag. �La denuncia de la senadora es muy grave. Si, como ella asegura, le ofrecieron una coima hace tres meses, no entiendo cómo en su momento no hizo la denuncia ante la Justicia. No quiero pensar que hubo encubrimiento por parte de esta señora�, dijo el riojano con gesto de preocupación tratando de transformar a la acusadora en acusada.
Los peronistas se juntaron antes de las sesión en el despacho del senador Eduardo Bauzá. El conciliábulo fue largo y las discusiones muy duras. El argumento más utilizado fue: �Ahora ya nadie habla de los sobornadores que están en el Gobierno, ni siquiera de los radicales que se dice que fueron sobornados, ahora sólo quedamos nosotros, como siempre�, se quejaban mientras acusaban a Sapag de haber cerrado un acuerdo político con Carlos Alvarez: �No te extrañe que en el 2001 vuelva como senadora por el Frepaso�, anticipó un justicialista que sabe que para él no habrá pasaje de retorno al Congreso.
En un pasillo cercano los operadores matizaban la tensión con chistes al paso: �¿Sabés que De la Rúa ya no es el excelentísimo presidente? Ahora �es el lentísimo� presidente�.
En el bloque del PJ barajaban una controfensiva. Al tanto de los proyectos de resolución contra Cantarero presentados por Del Piero yMolinari Romero, propusieron presentar sendas cuestiones de privilegio contra los dos senadores, otra contra la Sapag y una cuarta contra Alvarez, �por abandono de tareas�. Pero la sangre no llegó al río. La sesión comenzó cerca de las ocho de la noche, con pronóstico de tormenta. Pero todo terminó en una calma chicha después de algunas llamadas telefónicas entre peronistas y radicales para postergar un cruce de fuego que podría hacerlos a todos cenizas.
CRISTINA KIRCHNER HABLA DE LA CRISIS DEL SENADO
�Como un muerto en el mar�
Por Diego Schurman
�El propio vicepresidente pedía que alguien dé un paso al costado. ¿Y ahora qué pasa? Si Cantarero tiene que dar un paso al costado, también lo tendrá que dar en todo caso Melgarejo.� De esa manera, la diputada justicialista Cristina Kirchner se expresó ayer ante Página/12 luego que la senadora Silvia Sapag denunciara a su par Emilio Cantarero por intento de soborno para aprobar la ley de hidrocarburos y antes de que Melgarejo anunciara que renunciará hoy a su banca.
�¿Estaba al tanto de lo que denunció Sapag?
�No. Algunos diarios quitaron de sus páginas la crisis del Senado. Pero ahora vuelve. Esto es como el muerto que tiraron al mar y el mar lo trae de vuelta, y cada vez que lo trae, lo trae más hinchado y más descompuesto. Esto no se soluciona con el paso del tiempo.
�Ningún senador se va a autoincriminar...
�Todos tienen que renunciar porque hay una crisis de representatividad. Sapag menciona a un senador que no está entre ninguno de los citados por la Justicia: Juan Melgarejo, de la Unión Cívica Radical y de Santa Cruz.
�Es su comprovinciano.
�Mire, yo no me quiero referir a Melgarejo. Lo que yo digo es que cambiar los presidentes del bloque, como promovió el vicepresidente (Carlos Alvarez), es sólo maquillaje porque todos quedan en sus bancas.
�Insisto: ¿no estaba al tanto de las sospechas de coimas para la aprobación de la ley de hidrocarburos?
�No. Realmente eso lo desconocía. Lo que sí sabía de todas las denuncias por la prórroga que (el gobernador de Neuquén) Jorge Sobisch acordó con la petrolera Repsol. Lo vi por televisión, vi las protestas que había en la propia Neuquén. Y nosotros (Santa Cruz) no compartimos esto porque somos los segundos productores de petróleo.
�¿De Melgarejo no escuchó nada?
�Lo que sé de él es que es muy amigo de De la Rúa y que ocupa el despacho que era de De la Rúa. Se lo dejó a él.
�¿De Melgarejo sabe sólo eso?
�Yo no sabía ni que él estaba de vicepresidente de la Comisión de Combustible. Lo leí hoy (por ayer) en el diario. Hoy me enteré que él quedaría en el lugar de Cantarero, porque yo desde que me fui del Senado me desentendí. Creo que fue, fundamentalmente, un ejercicio terapéutico.
�Entonces lo que dijo Sapag sobre Melgarejo la sorprendió.
�A esta altura de lo que estoy viendo y escuchando no me sorprende nada. Sapag dijo que éste no va a ser el único caso. Cantarero renunció a la comisión, pero por lo que acaba de contarse ya no puede ni siquiera sentarse en la banca. Y ahora se agrega un senador que no está entre los once solicitados por la Justicia. Esto no admite soluciones parciales. El propio vicepresidente pedía que alguien dé un paso al costado. ¿Y ahora qué pasa? Si Cantarero tiene que dar un paso al costado, también lo tendrá que dar en todo caso Melgarejo.
�¿Le cree a Sapag?
�No tengo por qué creerle ni por qué dejarle de creer. Está haciendo una denuncia muy seria con cuestiones que afectan a su provincia, que es la primera productora de gas y petróleo. En el marco de todo lo que está sucediendo, cualquier cosa es creíble. Si mañana decimos que esta gente participó del asesinato de Kennedy, va a haber gente dispuesta a creerlo.
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