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De la Rúa prepara un discurso
 como parte del �relanzamiento�

El Presidente está dispuesto a hablar por la cadena oficial. Mencionará nuevas medidas y, tal vez, la nueva integración del gabinete. Ayer discutió detalles del mensaje con Federico Storani.

De la Rúa usó hasta ahora tres veces la cadena oficial.
Ahora prepara otro discurso, asesorado por el �grupo sushi�.


Por José Natanson

t.gif (862 bytes) Fernando de la Rúa decidió poner en juego su capital político más preciado �su imagen� para explicar la reacción del Gobierno ante la crisis de sobornos en el Senado. En pocos días, en simultáneo con el �relanzamiento� de su gestión, el Presidente ofrecerá un mensaje por cadena nacional que incluirá anuncios de nuevas medidas, una descripción de las ventajas de la reforma política y, quizás, alguna mención a los futuros cambios en el gabinete.
Ayer, una vez que terminó de escuchar la catarsis de los senadores radicales (ver página 5), el Presidente se quedó un rato conversando con el ministro del Interior, Federico Storani, en su despacho de la Casa Rosada. De la Rúa ya le había comentado a un dirigente de su extrema confianza la idea de utilizar la cadena nacional para explicar la reformulación del Gobierno, pero quería la mirada política del ministro del Interior. 
Según aseguró a este diario una alta fuente de la Casa Rosada, los lineamientos básicos del discurso ya están definidos. 
u De la Rúa subrayará la voluntad del Gobierno de que la investigación judicial por coimas en el Senado se profundice e insistirá con que, mientras tanto, las instituciones deben seguir funcionando. 
u Incluirá algunas de las nuevas medidas, políticas y anuncios concretos que aún están en estudio. 
u Todavía no definió si los eventuales cambios en el gabinete �o la reforma de la ley de Ministerios� se incorporarán al mensaje. 
u Pero ya es seguro que mencionará la reforma política. Aunque se trata de una iniciativa que Storani y Carlos �Chacho� Alvarez vienen trabajando desde hace meses, De la Rúa quiere aprovechar la crisis para darle un impulso definitivo. En el mensaje, el Presidente describirá las bondades del proyecto que apunta a controlar los gastos y a acortar la duración de las campañas electorales, presentándolo como el cumplimiento de aquella vieja promesa de campaña de que �esta vez, el ajuste lo hará la política�. 
El momento del mensaje está atado a la definición del replanteo general del Gobierno, que podría producirse en dos o tres semanas. El objetivo es acompañar la salida de los dos funcionarios más cuestionados �el ministro de Trabajo, Alberto Flamarique, y el jefe de la SIDE, Fernando de Santibañes� con otros cambios en el gabinete y con algunas medidas nuevas. La idea fue confirmada ayer por Chacho Alvarez. �De la Rúa está convencido de la necesidad de hacer un relanzamiento de su administración�, señaló el vicepresidente a Radio Uno.
Sólo las situaciones graves deciden a De la Rúa a poner en juego su imagen. Por eso, en nueve meses de gestión utilizó apenas tres veces la cadena nacional: en Navidad del año pasado, cuando pidió a los senadores peronistas que aprobaran la ley de Presupuesto; en abril, para el �impuestazo�; y en junio, cuando criticó a los sindicalistas y presionó al PJ para que apure la sanción de la Reforma Laboral. 
Claro que, como suele hacer con cada movida comunicacional importante, el Presidente consultará antes con el equipo que lidera su hijo Antonio y que también integra Ramiro Agulla, su publicista de cabecera. Son justamente los miembros del �grupo sushi�, el núcleo de jóvenes funcionarios capitaneados por Antonio, algunos de los más entusiasmados con la idea de �relanzamiento�.

 

 

opinion
Por Jorge Altamira*

Por una Constituyente

Las nuevas denuncias de sobornos, una sobre la ley de patentes, la otra en relación con la de hidrocarburos, demuestran que las coimas han sobrepasado el abominable status de la corrupción y se han convertido desde hace mucho tiempo en un método político de gobierno. No es una crisis que pueda resolver el Poder Judicial, él mismo en el banquillo de los acusados.
El método coimero de gobierno no sale de la nada. Una confiscación económica de la envergadura que ha tenido lugar en los últimos años en la Argentina, y la gigantesca transferencia patrimonial que produjo, hubiera sido imposible sin la aplicación de un método especial de gobierno. Al lado de los decretos de necesidad y urgencia; de los vetos parciales de leyes; de la transferencia de expedientes judiciales a la Corte vía el per saltum; de la infinidad de decretos reservados; al lado de todo esto, la coima se integra a un régimen político de saqueo sistemático en beneficio de un puñado de pulpos. La propia ley laboral fue fogoneada por un pulpo que acaba de hacer su ingreso oficial al Gobierno, para obtener una radical liquidación de las conquistas preservadas por la ultraactividad de los convenios de trabajo.
La crisis de las coimas senatoriales alcanza al conjunto del régimen privatizador, en especial cuando se apresta a ofrendar a la especulación inmobiliaria y por lo tanto a los bancos, vastísimos terrenos de la Ciudad de Buenos Aires y ha formado para ello corporaciones vinculadas con clanes políticos. Ni hablar del Plan de Infraestructura que despedaza el Presupuesto nacional con un Fondo Fiduciario reservado para la patria contratista.
Pero los sobornos no hubieran saltado a la categoría de crisis política si antes no hubiera quedado de manifiesto el irrevocable fracaso de la política de entrega. Lo prueban la recesión, la desocupación y la virtual cesación de pagos. Las crisis políticas no ocurren en los océanos de la prosperidad. Los sobornos del Senado se procesan bajo la presión de una gigantesca caldera social y política.
Que el Chacho Alvarez quiera en la ocasión recuperar la efigie de apóstol de la moralidad sólo pone de manifiesto la estrechez de miras que caracteriza al progresismo y su desesperación por llegar a la gobernación bonaerense. Mientras tanto, la Alianza manipula al Senado acorralado para que le saque las leyes fondomonetaristas. La crisis, sin embargo, reclama otra salida. Para eso es necesario que una Asamblea Constituyente tome las riendas y proceda a una reorganización social y política en función de los intereses de las mayorías explotadas.

* Diputado de la Ciudad. Partido Obrero.

 

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