Por Miguel Jorquera
Juan Carlos Rousselot finalmente mostró una generosa sonrisa de satisfacción, cambiando el gesto adusto que había mantenido durante las dos horas y media que le llevó al secretario del tribunal leer el veredicto y la sentencia. Lo que el ex intendente de Morón celebró es la benevolencia del fallo, que evitó que fuera a parar a la cárcel, a pesar de haberlo condenado a �un año de prisión en suspenso y a tres años de inhabilitación para ejercer cargos públicos� por los delitos de �amenaza simple� y �malversación de caudales públicos�.
La satisfacción por no ir preso no impidió que Rousselot volviera a reivindicar su inocencia, criticara �la motivación política que generó las causas� y anunciara que apelará el fallo, en busca de su absolución. La fiscalía anunció que también recurrirá a la instancia judicial superior para pedir una condena mayor. La diferencia fue que Rousselot festejó el fallo junto a sus abogados y un grupo de partidarios que lo esperaban a la salida de la audiencia judicial.
La estrategia jurídica de su defensa, el anhelo de sus seguidores más fieles y, por supuesto, el objetivo central del acusado se había cumplido: no quedaba encarcelado. La clave fue que por unanimidad los jueces del tribunal, Pedro Rodríguez, Carlos Torti y Rodolfo Castañares, decidieron cambiar la carátula de la acusación fiscal de �peculado� por el de �malversación de caudales públicos�.
Esta determinación del tribunal redujo la pena mínima del delito por el cual lo halló culpable. El �peculado de servicios públicos en provecho propio o en favor de terceros� tiene prevista una pena de dos a diez años de prisión y la inhabilitación absoluta y perpetua para ejercer cargos públicos. La clave fue que los tres jueces consideraron que el ex intendente no se benefició a sí mismo ni a terceros por las obras que inició en forma inconsulta en el casino de suboficiales de la ex VII Brigada Aérea de Morón, a donde pensaba trasladar el hospital municipal sin la autorización del Concejo Deliberante ni de la Fuerza Aérea. Pero a pesar de que también desestimó la pericia contable sobre los gastos que se habrían hecho en el derruido casino de la base militar, juzgó que Rousselot incurrió en el delito de malversación desestimando las leyes y ordenanzas vigentes.
Fue una decisión salvadora, porque la primera estrategia de Rousselot no había dado resultado. Los testimonios del ex contador municipal, Osvaldo Bernini, del ex secretario Legal y Técnico, Miguel Angel Bruno, y el de la mayoría de los brigadieres y comodoros que desfilaron por el juicio le quitaron sustento a los argumentos de Rousselot y sus abogados Luis Deuteris y Enrique Villareal.
Los ex funcionarios afirmaron que no había documentación legal y económica que avalara la inversión que el ex intendente hizo en el predio militar y los aviadores coincidieron en que tampoco había un convenio específico con la fuerza que autorizara la realización de la obra en la ex VII Brigada.
Otra de las premisas del tribunal fue despojar al fallo de los fundamentos políticos que tanto defensores como acusadores introdujeron a lo largo de las cinco jornadas que duró del juicio oral. Los tres jueces rechazaron las acusaciones que Rousselot hizo sobre �una conspiración política� en su contra para enviarlo a la cárcel, de la que responsabilizó al fiscal que pidió su detención en marzo de 1999, José De los Santos; a su archienemigo, el senador provincial Horacio Román, de quien afirmó que �manipulaba la Justicia de Morón�; y al ex gobernador Eduardo Duhalde.
Tampoco hicieron lugar al argumento de los fiscales Alejandro Jons y Alejandro Varela, quienes afirmaron que la obra no se pensaba continuar y sólo era �una fachada� de la cual el ex intendente pensaba sacar rédito político con el anuncio del traslado del hospital en plena campañaelectoral a través de un acto al que concurriría el ex presidente Carlos Menem.
Los jueces también hallaron culpable a Rousselot del delito de �amenaza simple�. Después de un extenso análisis sobre la credibilidad de los testigos, consideraron verídica la versión que volcaron en el juicio las personas convocadas por el querellante, el ex secretario de Gobierno de Morón Carlos Bonicalzi.
La abogada Patricia Akerfeld, otra ex funcionaria del ex intendente, afirmó que Rousselot le dijo telefónicamente a Bonicalzi, que se encontraba en su despacho del palacio municipal: �Sos un hijo de puta. Si querés tiros vas a tener tiros. Ya voy a ir con mi gente para allá�. El testimonio de la abogada fue corroborado por otros testigos que estaban junto al locutor en el momento de su arranque de ira y que sólo �no alcanzaron a escuchar� los amigos del ex intendente.
Néstor Achinelli, ex secretario de Servicios Públicos de Rousselot, fue condenado a �dos años de inhabilitación para ejercer cargos públicos�. El argumento de �obediencia debida� que intentó su defensa se desbarrancó. Los jueces consideraron que el ex funcionario, que no concurrió a escuchar la sentencia por prescripción médica, �debía obediencia a las leyes� y no se podía desentender de la responsabilidad que le cabe como funcionario de la primera línea jerárquica dentro del organigrama municipal desde la �estratégica secretaría�.
�La contundencia de los términos que el tribunal utilizó para fundamentar su veredicto no coincidió con la condena�, se animaron a decir algunos colaboradores de la fiscalía.
Pero los fiscales fueron más cautos: �La fiscalía no está de acuerdo con el fallo. Pensamos que la calificación que hicimos del delito era la correcta. Vamos a leer nuevamente el fallo para ver si recurrimos o no al Tribunal de Casación. Nosotros pedimos siete años de prisión, la diferencia es mucha y va en función del delito por el cual fueron condenados, pero no eran las expectativas del ministerio público fiscal�.
Los abogados de Rousselot también recurrirán a la apelación: �Sabíamos que no se iba a poder demostrar la intención de beneficiarse o favorecer a terceros con sus actos. Consideramos que nuestro cliente es inocente y
apelaremos porque queremos la absolución�. Ya en la puerta del tribunal, el ex intendente se abrazó con algunos de sus partidarios y volvió a hacer declaraciones: �Hablé hoy con Menem, me deseó suerte y me dijo que después habláramos así le contaba qué pasó�, aseguró que seguirá en la actividad política y ratificó su lealtad al ex presidente.
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