Por Laura Vales
La Justicia descartó de manera absoluta que la fuga de Agustín �Tractorcito� Cabrera y los dos paraguayos acusados del asesinato del vicepresidente Luis María Argaña haya sido producto de un simple cúmulo de �negligencias�, como hasta ahora venía sosteniendo la Policía Federal. �En menos de 48 horas se va a saber lo que pasó�, dijo ayer uno de los investigadores a Página/12. �Ya está probado que en el Departamento Central de Policía no hubo descuidos; hay indicios contundentes de que la fuga fue producto de un arreglo con gente de la Federal y de que fue largamente preparada�. Anoche, el juez federal Gabriel Cavallo ordenó la detención de dos personas �una de ellas sería policía� y tres allanamientos en el conurbano.
Los encargados de la pesquisa obtuvieron ayer nuevos elementos de prueba que hacen insostenible la hipótesis de una fuga fortuita. Tal como este diario informó ayer, una de las principales hipótesis es que el escape fue arreglado con dos policías, uno retirado y otro en actividad. En el juzgado federal también se analizan las contradicciones entre lo que declararon los testigos de lo que sucedió en la madrugada del domingo, cuando �Tractorcito� Cabrera y los paraguayos Luis Rojas y Fidencio Vega Barrios redujeron a los dos únicos guardias de la Alcaidía donde estaban detenidos, atravesaron tranquilamente el edificio del Departamento Central de Policía, traspusieron su entrada principal y se esfumaron en la noche sin que nadie notara nada. No se trata de contradicciones menores:
Los policías no lograron dar una explicación coherente sobre cómo avisaron que se les habían escapado los tres presos. Unos dicen que llamaron al 101 con un teléfono celular que estaba en poder de Mario Bareiro, uno de los detenidos por la causa AMIA. Aseguran que además había un segundo teléfono, el de la celadora Locatelli. Pero hasta ahora, ninguno de esos aparatos aparece por ningún lado.
Otros dicen que en realidad avisaron a través de un intercomunicador ubicado fuera de la Alcaidía. Lo curioso es que al mismo tiempo alegan que �después de haber sido tomados como rehenes� Cabrera y los paraguayos los dejaron a todos encerrados. Es decir que para poder llamar, tuvieron que atravesar primero una puerta cerrada con candado.
Todavía no está claro a qué hora dieron el alerta sobre lo sucedido. La única certeza es que al juez lo llamaron recién tres horas más tarde.
También es oscuro dónde estuvo la noche del escape el comisario Hugo López, responsable de la seguridad de la Alcaidía. López �que contrató para su defensa los servicios del ex juez Carlos Branca� dice que no estaba en el edificio. Pero algunos elementos reunidos en el expediente indicarían que podría haber estado allí.
El sargento Sofío Godoy aclaró, al ser indagado, que no había entrado al sector donde estaban los presos para salvar a nadie, como se creía hasta ahora y como sostuvo la cúpula de la Policía Federal para justificar lo sucedido. Godoy dijo que en realidad ingresó al lugar simplemente para ver si las puertas de las celdas estaban bien cerradas. Como se recordará, se suponía que el sargento había cometido el error de entrar en el pabellón dejando la puerta de salida abierta, desesperado al ver que los paraguayos estaban moliendo a palos a uno de los presos de la causa AMIA, el ex policía bonaerense Diego Barreda. Ahora parece ser que no fue así.
Minutos antes, la auxiliar Violeta Locatelli había cometido la misma equivocación de entrar al pabellón olvidándose de cerrar la puerta de salida. Según ella, fue para guardar un mate y un termo en los lockers contiguos a las celdas.
La celadora Locatelli, el sargento Godoy y el comisario López continúan detenidos, ante la presunción de que facilitaron la fuga. Muy posiblemente hoy volverán a ser interrogados por el juez Cavallo. Los investigadores, sin embargo, están convencidos de que la cadena de complicidades no se agota en estos tres efectivos. Mientras tanto, de los tres prófugos no se tiene noticia. En la Federal y en la bonaerense creen que todavía están en el país, posiblemente en algún lugar del conurbano. Pero hasta ahora se han sucedido decenas de allanamientos sin resultado alguno.
Storani ante los senadores
El ministro del Interior, Federico Storani, concurrirá hoy a las 11.30 al Senado para brindar un informe sobre la insólita fuga en el Departamento Central. Pero no lo hará en el recinto, como lo pretendía un proyecto presentado por un grupo de senadores justicialista, sino ante la Comisión de Seguridad Interior, que preside Carlos Corach.
En tanto, el vicepresidente Carlos �Chacho� Alvarez puso de manifiesto la voluntad política del presidente Fernando de la Rúa de �recapturar a los fugados y sancionar fuertemente a los responsables� de la fuga que se produjo en la madrugada del domingo. Consultado sobre si debería renunciar el titular de la Policía Federal, Rubén Santos, el vicepresidente optó por eludir comentarios personales: �Esa es una decisión exclusiva del presidente de la Nación y del ministro del Interior�.
�Va a haber fuertes sanciones �vaticinó el vice�. Está el sumario que está elaborando la policía, está la investigación judicial y está la voluntad política del Presidente y del ministro del Interior.� |
AYER HUBO OTROS DOS RELEVOS Y SE ESPERAN MAS
Sigue la purga en la Federal
Por Carlos Rodríguez
La purga policial sigue cobrando víctimas: dos nuevos relevos �ya suman siete� cayeron sobre el oficial ayudante Roberto Jesús Barbosa Stegman y el agente Agustín Cristian Garballo, quienes cuando ocurrió la fuga tenían bajo su responsabilidad custodiar, nada más y nada menos, la entrada y salida por Moreno 1550, abierta de par en par a la hora del escape. En medios policiales se dijo que �no hay novedades� sobre nuevos pases a disponibilidad, pero en el ámbito judicial se formulaban preguntas todavía sin respuesta: ¿Por qué no se ha tomado una medida preventiva con el comisario inspector José Laino? El nombrado es jefe de la Circunscripción 1ª, encargada de supervisar todo lo que ocurre en el área en la que está el Departamento Central, que se encuentra en jurisdicción de la Comisaría 6ª, que a su vez está bajo la órbita de Laino.
Las preguntas, en los medios judiciales, se planteaban porque, en cambio, se ha dispuesto el relevo de otros comisarios como Julio Díaz, director de Operaciones, y Néstor Mola, jefe del Departamento de Orden Público, además de Hugo Miguel López, involucrado en forma más directa por ser titular de la Alcaidía del Departamento Central.
El interrogante sobre Laino posiblemente llegue a oídos del jefe de la Federal, Angel Santos, quien ayer anunció que �a más tardar el lunes� elevará al juez Gabriel Cavallo las conclusiones del sumario administrativo elaborado. En declaraciones ante el magistrado, el superintendente de Seguridad Metropolitana, comisario general Roberto Galvarino, admitió que por lo menos hubo �negligencia� en el accionar de los guardias. El de Galvarino era otro posible relevo, pero Santos aclaró que �por ahora no está previsto� aunque forma parte �de la estructura de responsabilidades que se están viendo�. En una situación similar estaría Laino.
Una fuente policial estimó que además de los tres detenidos, el propio López, el sargento primero Sofio Godoy y la auxiliar Violeta Locatelli, la presión social del caso dificulta a priori el futuro en la institución de los otros cinco sancionados a nivel interno. �De todos modos, hay que esperar la investigación y después analizar caso por caso�, aclaró el vocero consultado por este diario.
La investigación judicial está orientada a señalar la existencia de �una cierta debilidad y deficiencias notorias� en las medidas de seguridad en la Alcaidía, a esta altura, originadas en un posible soborno. El propio comisario Santos dijo que tiene su �íntima convicción sobre la forma en que ocurrieron los hechos�, pero se abstuvo de adelantar su hipótesis. Santos dijo que cuando finalice la investigación interna dirá �cuál ha sido el resultado y cuál es el grado de responsabilidad que se puede tener sobre cada persona relevada� de su cargo. Y apuntó que en ese momento �habrá una conclusión definitiva y habrá tiempo para que quien me designó decida�, en alusión a su posible renuncia al cargo.
|