Por Eduardo Febbro
Desde Sydney
El deporte es una historia de tiempo. Apenas unas centésimas, como en la natación, o los 70 años que tuvo que esperar Colombia para ganar la primera medalla de oro de su trayectoria olímpica. El tiempo del centro acuático de Sydney volvió a estar a favor de Holanda ayer cuando el nadador Pieter van den Hoogenband ganó la carrera más codiciada de la especialidad, despojando al ruso Alexander Popov de la corona de los 100 metros libres que llevaba puesta desde hacía ocho años. En el transcurso de una semana, Popov perdió todo su imperio: el sábado pasado, el australiano Klim le arrebató el record mundial que detentaba desde hacía 8 años, dos días después Van den Hoogenband aplastó a los dos nadadores inscribiendo una marca mundial y al día siguiente la mejoró con un record histórico por debajo de los 48 segundos. El miércoles, el holandés volador terminó su trabajo con la medalla de oro. Con un tiempo superior a su record, 48.30, Van den Hoogenband le dejó a Popov el consuelo de la medalla de plata, 48.69, mientras que el bronce se lo llevó el norteamericano Gary Hall con un cronómetro de 48.73.
El otro delfín de la jornada fue Inge de Bruijin. La nadadora estableció un nuevo record del mundo en los 100 metros libres femeninos, 53.77, superando el record que ella misma había impuesto en mayo de este año, 53.80. De Bruijin sumó así en Sydney una nueva marca mundial que se agrega a la que había alcanzado en los 100 metros mariposa. Fuera de las holandesas, la norteamericana Mysti Hyman conoció un instante de gloria al ganar la medalla de oro de los 200 metros mariposa, quebrar un record olímpico que tenía 16 años de existencia y desplazar de paso a la australiana Susie O�Neil del trono de una especialidad en la que, hasta ayer, nadie le hizo sombra durante cuatro años. El italiano Domenico Fioravanti, campeón olímpico de los 100 metros pecho, se llevó una medalla de oro suplementaria en los 200 metros pecho, al tiempo que el cuarteto estadounidense de 4x200 sobrevoló la disciplina y se llevó la medalla de oro.
La fiesta de la jornada de ayer la ofreció Colombia, cuando María Urrutia obtuvo la primera medalla de oro para su país en halterofilia. Desde su primera participación en 1932, Colombia sólo había cosechado dos medallas de plata y cuatro de bronce. Urrutia puso el oro en la canasta tras levantar un total de 245 kilos. La recompensa es tanto más especial, ya que la halterofilia femenina es una disciplina recién integrada este año a los deportes olímpicos. La nigeriana Ruth Obeifo ganó la medalla de plata. Pero hubo más oro para América latina y una inesperada medalla de plata que ganó Uruguay. En judo, la cubana Sibelis Veranes se consagró campeona olímpica en categoría 70 kilos y Brasil sacó el subcampeonato olímpico en 90 kilos, justo detrás de Holanda, que conquistó el oro.
Otra de las grandes noticias de la jornada para la región fue el notable segundo puesto obtenido por el ciclismo de Uruguay, que ganó la primera recompensa de plata en ciclismo por puntos. Tras clasificarse tercero en los Juegos Panamericanos de Winnipeg, el oriental Milton Wynants obtuvo la consagración de la plata detrás del español Llaneras.
En fútbol olímpico, los chilenos corrieron como conejos detrás de la selección de Corea del Sur. Los coreanos ganaron uno a cero ante una formación chilena que parecía jugar con varias pelotas y contra un adversario dos veces superior en número. Brasil dominó tranquilamente a Japón y España le ganó al ya descalificado Marruecos. Los cuartos de final tendrán como protagonistas a dos equipos latinoamericanos, Brasil y Chile, dos africanos, Camerún y Nigeria, dos europeos, Italia y España, más un asiático, Japón, y EE.UU. Hoy se consagrarán 17 nuevos campeones olímpicos, en una jornada donde sobresale la final femenina de los 100 metros libres y los relevos 200 metros cuatro estilos.
ESPINOLA FUE OTRA VEZ LO MEJOR
Muy poco para traer a casa
La Selección Argentina de Vóleibol cayó 3-0 ante Italia (parciales 40-38, 25-18, 25-14) en un partido en que el conjunto de Carlos Getzelevich jugó de manera brillante en el primer set, aunque luego no pudo mantener ese rendimiento. Fue el broche lógico a una jornada no del todo buena para la delegación argentina:
Natación: José Meolans no pudo repetir su actuación en los 100 metros y quedó eliminado en los 50 metros libres. El cordobés marcó 22s89, casi medio segundo más lejos de su mejor marca y a 9 centésimas de la clasificación, y terminó vigesimoprimero en la general. En 100 mariposa, Pablo Abal quedó 26º tras registrar 54s45 y mejorar en 22 centésimas el record argentino. En los 800 libres, Cecilia Biagioli quedó 26ª y última al marcar 9m04s02.
Esgrima: Alejandra Carbone quedó eliminada en la segunda ronda en florete al perder 15-8 con la china Aihua Xiao. En la primera fase, Carbone había vencido 15-13 a la japonesa Miwako Shimada.
Yachting: Carlos Espínola continúa segundo en la clasificación de la clase Mistral, tras terminar quinto y séptimo en las últimas regatas. El líder es el austríaco Christoph Sieber. En la clase 470, María Fernanda Sesto y Paula Reinoso se ubican en la décima posición, mientras que Javier Conte y Juan de la Fuente están duodécimos tras dos regatas. En la clase Europa, Serena Amato está undécima, y en la Láser, Diego Romero se ubica 26º.
Tiro: Daniel Felizia fue decimosexto en la primera ronda de pistola rápida con 288 puntos, Amelia Fournel fue 41ª en carabina tres posiciones, con 542 puntos y Pablo Alvarez terminó 49º en rifle acostado.
Judo: Eduardo Costa estuvo muy cerca de acceder a las semifinales en la categoría hasta 90 kilos, pero quedó eliminado en el repechaje. El tucumano venció al italiano Michele Monti y en forma agónica al coreano Sung Yeon Yoo, aunque luego cayó por ippon ante el francés Frederick Demontfaule en los cuartos de final. En el repechaje perdió con el ucraniano Ruslan Mashrenko. En la categoría hasta 70 kilos, Daniela Krukower venció con comodidad a Mariama Sonah Bah, de Guinea, aunque cayó en segunda ronda ante la británica Kate Howey. Luego quedó eliminada en el repechaje por la holandesa Edith Bosch.
Boxeo: Los representantes argentinos volvieron a sumar decepciones, ya que Víctor Hugo Castro y Hugo Garay resultaron eliminados en la primera ronda. Castro perdió por puntos (5-3) ante el alemán Kay Huste en la categoría de hasta 63,5 kilos, mientras que Garay (81kg) cayó 27-12 ante al kazajo Olzhas Orazaliyev.
Ciclismo: El marplatense Juan Esteban Curuchet no tuvo una actuación destacada y finalizó decimocuarto en la prueba puntuable.
ZABALETA SI Y SQUILLARI NO EN TENIS
Salerni pisó muy fuerte
Por Eduardo Febbro
Desde Sydney
Al chileno Marcelo Ríos la bandera le costó muy caro. Los colores nacionales se le cruzaron dos veces por el camino y al final le arruinaron los juegos olímpicos. El primer �banderazo� lo conoció cuando se negó a desfilar con la delegación de su país en señal de protesta porque su familia no consiguió entradas para asistir a la ceremonia inaugural. El segundo �golpe de bandera� lo provocó él mismo en el partido de la primera ronda contra Mariano Zabaleta. Ríos había ganado el primer set 7/6, perdió el segundo por 6/4 y arrancó el tercero con la seguridad de la victoria en la raqueta. Quién podía dudar que a 5/2 el chileno privaría a su país de una de las más seguras posibilidades de medallas que tenía. Seguro de su triunfo, Ríos sacó a relucir una bandera chilena, una forma de compensar el efecto desastroso que había causado su negativa a ser el abanderado de la delegación en la ceremonia de apertura. Pero decididamente, la bandera no le trae suerte. Zabaleta le jugó un set de oro empujándolo a cometer muchas faltas y le ganó 7-5. Demasiado seguro de sí mismo, demasiado envuelto en la protección de la bandera, el chileno se fue por la puerta chica. Pero la Argentina perdió también a una de sus chances más sólidas, Franco Squillari, que cayó en dos densos sets ente al marroquí Karim Alami, 6/4, 7/5, mientras que el momento de gloria lo protagonizó la argentina María Emilia Salerni, la joven campeona juvenil a la que le tocó como rival una de las grandes campeonas de la ex URSS, la bielorrusa Natalia Zvereva. Salerni, más potente, más ágil, más vivaz, sacó del torneo olímpico a la veterana. En cambio, Juan Ignacio Chela quedó eliminado en la segunda ronda del certamen al caer 7/6, 6/4 con el ruso Yevgueni Kafelnikov.
Chau invicto
La selección femenina de hockey cayó 3-1 ante Australia, actual campeón mundial y olímpico, en un partido por el Grupo C. Pese al revés, Argentina ya está clasificada para la próxima fase. El único tanto argentino lo convirtió Soledad García. Hoy a las 6.30, las chicas jugaban el último partido de la clasificación ante España, que necesita un triunfo para avanzar. El equipo masculino empató en un gran partido 5-5 con Polonia y complicó su chance de clasificación. Jorge Lombi, en cuatro ocasiones, y Santiago Capurro marcaron los goles argentinos. |
Sydneylandia |
El astro australiano Ian Thorpe padece una infección en sus vías respiratorias y es incierta su participación en la prueba de los relevos cuatro estilos el próximo sábado. Según el médico del equipo australiano, Brian Sando, Thorpe comenzó a sentir los primeros síntomas de gripe antes de la competencia de los 200 metros libres
La velocista francesa Marie-José Perec, campeona olímpica de 200 y 400 metros, abandonó precipitadamente Sydney después de ser amenazada en la habitación de su hotel. Sin embargo, todavía no se confirmó su ausencia en las dos pruebas. Si bien no se conocen los motivos de la amenaza, se especula que se trataría de un fanático de la local Cathy Freeman, la gran rival de Perec.
�Es difícil concentrarse después de que un presidente te pide una respuesta en plenas Olimpíadas.� De esa manera, Marcelo Ríos atacó al presidente de Chile, Ricardo Lagos, y justificó su derrota ante Mariano Zabaleta. La respuesta que le había pedido Lagos fue por la ausencia del tenista en la ceremonia inaugural, en la que era abanderado de la delegación.
El estadounidense Michael Johnson está convencido de que puede bajar los 43 segundos en los 400 metros llanos. Sin embargo, consideró que puede no lograrlo por factores ajenos. �Me siento con fuerzas para correr así, pero existen otros factores que no puedes controlar, como el clima, el viento... Por ello, no se puede asegurar nada�, señaló.
Brasil, Chile, Japón y España se clasificaron para los cuartos de final de fútbol. Brasil derrotó 1-0 a Japón, en un resultado que le permitió avanzar a ambos. A pesar de perder 1-0 con Corea, Chile se adjudicó la zona, ya que España le ganó 2-0 a Marruecos. |
opinion
Por Diego Bonadeo |
Estaría para la propina
Años antes que Tarzán le susurrara a Juana �te invito a pasear en liana�, el primer rey de los monos del cine, Johnny Weissmuller, se había convertido en el primer nadador del mundo en bajar el minuto en los cien metros estilo libre, que casi desde siempre fue el estilo crol, aunque cuentan algunas leyendas que a fines del siglo XIX, en tiempos de los Juegos Olímpicos de Atenas en 1896, había quienes optaban por el �trudgen� o el �over�. Esto es, nadaban �de costado�.
Entre nosotros, ya en plena Segunda Guerra Mundial fue Alfredo Yantorno el primero en bajar el minuto y hoy en día, los Juegos Olímpicos de Sydney son testigos cronométricos �con tecnología electrónica cada vez más avanzada �de que los mejores del mundo, y no necesariamente los superhéroes, merodean entre los cuarenta y ocho y los cuarenta y nueve segundos.
También las mujeres hace ya mucho tiempo han bajado el minuto y mientras tanto, como bizarra postal de Sydney, la televisión entregó al mundo la �proeza� de Eric Moussambani abanderado y único representante en natación de Guinea Ecuatorial, nadando solo su serie eliminatoria de 100 libre con un tiempo de un minuto cincuenta y dos segundos y setenta y dos centésimas, esto es bastante más de lo que varios representantes olímpicos registran habitualmente en el doble de esa distancia.
Las pretendidas excusas folclóricas que intentan justificar la participación de Moussambani en el máximo episodio deportivo al que puede aspirar cualquier mortal, encierran un trasfondo de perversa contricción de parte de quienes desde el �poder de los anillos� permiten que un �simpático negrito�, de un paisito periférico, sea aplaudido por miles de rubios de ojos azules en el marco de la magnificencia de un complejo olímpico de estas características.
El episodio encierra faltas de respeto concurrentes. Por de pronto al propio Moussambani, porque en vez de ser expuesto al elogio o a la crítica, al aplauso por el logro o a la reprobación por el fracaso, es colocado en el lugar de la indulgente conmiseración. Y también a los miles de nadadores de todo el mundo que por alguna centésima, o inclusive por algún segundo, quedaron en el camino en sus aspiraciones por ser representantes olímpicos.
Pero seguramente los rubios de ojos azules que lo aplaudieron, no irían más allá de la propina si el mismo �simpático negrito� abriera puertas de limusinas o trabajara de botones en cualquier hotel de cinco estrellas, ya que con sus casi dos minutos para los cien metros estilo libre y su estilo de principiante, difícilmente pudiera conchabarse como bañero en algún Hyatt o en algún Sheraton. |
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