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Hugo Juri, flamante ministro
 de Educación, habla de Llach, del pacto y de Marta Maffei.

�Lo importante es hablar con los actores involucrados�

Hasta ayer rector de la Universidad de Córdoba, mañana reemplazará a Juan Llach. Sostiene que cuando el país crezca hay que aumentar el presupuesto educativo. Y que dialogará con todos.

Fernando de la Rúa se comunicó anteayer por la tarde con Juri y le ofreció el ministerio.


Por Romina Calderaro

t.gif (862 bytes) Todavía se refiere a Juan José Llach como �el ministro�, pero Hugo Juri, rector de la Universidad Nacional de Córdoba y, desde mañana, ministro de Educación del país, tiene bien claro lo que se viene con su nuevo puesto: confesó a Página/12 que su familia está convulsionada con la inminente mudanza a Buenos Aires y que tuvo que decidir su futuro en el lapso de una tarde porque la designación del presidente Fernando de la Rúa lo tomó por sorpresa. Juri prefirió no dar precisiones sobre el futuro del Pacto Federal Educativo, que tantos problemas le trajo al ministro saliente. �Los nombres no son tan importantes, lo importante es hablar con los actores involucrados�, sostuvo. Y aunque lamentó las restricciones presupuestarias ��el país necesita que se inviertan porcentajes del PBI como los de los años cincuenta y mediados de los sesenta��, también se mostró esperanzado en que la situación mejore �apenas aumente la recaudación impositiva y se salga de la recesión�. Juri, casado, con dos hijos, también aseguró que no le tiene miedo a Marta Maffei: �Como rector de una universidad estoy acostumbrado a dialogar�.
�¿Lo tomó por sorpresa la designación o ya le habían sugerido que usted era un eventual reemplazante de Llach?
�No me lo habían comentado antes. Me enteré el viernes de boca del presidente Fernando de la Rúa. Es un gran desafío. A uno le puede ir más o menos bien, pero yo soy un producto de la educación pública argentina así que es un gran honor poder devolver algo de lo que la educación pública me ha dado. Creo que el ministerio es una de las posiciones claves para el futuro del país.
�Algunos dicen que Jorge de la Rúa fue uno los impulsores de su nombramiento.
�El doctor Jorge de la Rúa es un profesor de nuestra casa. Quien me hace la propuesta es el Presidente. Pero seguramente alguien habló con el Presidente y si alguien habló debe ser la gente que más nos conoce de la Universidad de Córdoba.
�¿Y aceptó enseguida o se tomó tiempo para pensarlo?
�Uno no lo espera, pero como venía trabajando en el área de Educación y muy cercano al Ministerio de Educación, luego de que me repuse de la sorpresa me di cuenta del gran honor del cargo y mucho más que haya sido el Presidente de la Nación quien me lo ofreció.
�Se va a tener que mudar a Buenos Aires.
�Ese es el problema. Pero vamos a hacerlo a medias porque siempre hay que tener una visión desde el interior también. Ya mañana vamos a estar yendo para Buenos Aires.
�¿Va a seguir impulsando la idea de un Pacto Federal Educativo?
�Vamos a hablar. Vamos a hablar con... yo creo que no son tan importantes los nombres, sino ir trabajando paso a paso con todos los actores que están actuando en esta área.
�Marta Maffei dijo ayer que a usted no le va a ir bien si, como Llach, se empecina �en medidas que no tienen ningún consenso ni dentro ni fuera de la Alianza�, en referencia al Pacto. También dijo que el problema educativo es económico y que no se soluciona con un cambio de ministro.
�Las limitaciones presupuestarias obviamente existen. Eso lo sabemos todos en el país. Obviamente, hay que tratar las cuestiones presupuestarias siempre y cuando se puedan resolver. Pero hay otras cosas que se pueden solucionar con los ministros, con los gobernadores y con los gremios quizá sin poner nombres, digamos, tan específicos.
�¿Ya habló con Maffei?
�No, todavía no, pero sin ninguna duda que a partir del lunes sí.
�¿Le tiene un poquito de miedo? Es una señora de carácter...
�No, no, no. Por favor. No se me ocurre esa palabra específicamente. Yo creo que cualquier persona en la posición de Marta Maffei, que es una tomadora de decisiones muy importante, tiene toda la responsabilidad comopara discutir esas cosas. Yo estoy acostumbrado a dialogar con la gente. En una universidad enorme con muchas dificultades como la Universidad de Córdoba, y con distintas opiniones, uno se acostumbra a dialogar con todo el mundo. A veces las discusiones llegan a un punto en el que no se pueden resolver las diferencias, pero bueno.
�Los universitarios le dieron su apoyo. ¿Cómo piensa encarar el tema del presupuesto de las universidades?
�Yo soy todavía rector y estamos en conocimiento de este problema. Siempre hemos estado de acuerdo en una distribución de pautas a partir de aumentos presupuestarios. Lo que no queremos es causar ninguna inquietud en ese caso. Estamos todos seguros, todos los rectores, de que es imprescindible mejorar la eficiencia en el gasto no sólo en el área educativa, sino en todas las áreas del Estado como pasa en cualquier lugar del mundo. Tenemos que acordar estas cosas y no causar inquietud en este momento.
�Concretamente, ¿cuál es el margen de acción que le queda a un ministro de Educación en este país teniendo en cuenta la falta de presupuesto?
�Hay programas con financiamiento internacional. Por ejemplo, el programa Educ.ar, que no va a ser necesariamente todo lo que uno va a hacer, pero es un programa de muy alto impacto en la democratización de la educación. Seguramente hay que buscar otras maneras imaginativas de mejorar el financiamiento. Ha sido una postura de la Alianza apostar a la educación y apenas se mejore la recaudación impositiva, se salga de la recesión, creemos que los fondos se tienen que destinar a educación como una de las áreas prioritarias.
�De la Rúa definió la gestión de Llach como descollante. ¿Por qué cree que renunció el ex ministro entonces?
�No sé. Es difícil hacer muchas cosas cuando, en palabras del ministro, no se cuenta con todos los recursos. Pero él es una excelente persona y un excelente técnico. Habrá que preguntarle al ministro por qué tomó la decisión.
�Muchos creen que usted va a ser menos resistido que Llach por ser de la Alianza.
�Puede ser, puede ser. Pero en el área educativa sabemos que lo que valen son las ideas y no adónde uno está afiliado.
�¿Le pesa tener que remontar una situación tan compleja? ¿Por qué cree que le va a ir mejor que a Llach?
�Es difícil. Yo creo que probablemente, por las declaraciones que uno lee, el ministro piensa que le ha ido peor de lo que realmente le ha ido. Ha estado muy pocos meses. Es una lucha constante esto en un país que siempre ha estado con crisis económicas. Sabemos que no va a ser fácil, pero bueno, vamos a poner el máximo esfuerzo.
�Llach había propuesto que la Nación aporte, además de los 660 millones de pesos anules del incentivo, cuatrocientos millones de dólares por año por un lapso de siete años. ¿Le parece dinero suficiente?
�Le repito: en salud y en educación, en cualquier país del mundo los fondos nunca terminan de ser suficientes. Sucede que uno, en esta distribución de una torta muy pequeña, a veces se tiene que atener a las realidades, ¿no es cierto? Seguramente un país tan desparejo como el nuestro necesita inversiones mucho mayores en educación. Mucho mayores significa porcentajes del PBI como se hacía en las mejores épocas de la Argentina: mediados de los cincuenta, mediados de los sesenta. Pero bueno, no es ésa la realidad hoy día, pero hay que hacer un máximo esfuerzo y recordar que educación, salud y el área social deben recibir las principales inversiones para el futuro del país.
�Me imagino que usted tiene esperanzas porque si no no hubiera aceptado el cargo...
�Yo confío, yo confío porque confío en el gobierno de la Alianza y en el país en general. No podemos seguir tan mal desde el punto de vista económico: el mundo está desarrollándose rápidamente. Nuestro país estáingresando en la sociedad del conocimiento mucho más rápido que otros países, así que hay que hacer el esfuerzo.
�¿Piensa seguir adelante con la reforma de la educación media?
�Hay que seguir adelante... O sea, en el mundo se está reformando la educación en todos los sectores. Sin duda, además de ver estos aspectos coyunturales hay que ver los aspectos de fondo, pero no desfasados. Hay que hacerlos en paralelo. También estamos trabajando en una coordinación entre las universidades, los colegios terciarios y un derrame desde ahí hacia la educación más básica.
�Cambiando de tema, ¿tiene casa en Buenos Aires?
�No, hay que instalar todo. Porque nosotros estamos ya desde hace muchos años reinstalados en Córdoba, desde que regresé al país.
�¿Y qué dicen sus hijos y su esposa? ¿Están contentos?
�Eh...
�Los convulsionó un poco el tema de la mudanza...
�Efectivamente. Sobre todo la situación familiar es una situación que hay que tener en cuenta.
�¿Usted consultó la decisión con su familia?
�Sí, pero tampoco tuve mucho tiempo porque ha sido todo en el día de ayer.

 

 

otras voces

Federico Storani, ministro del Interior: �Según Llach, los motivos de su renuncia se deben a motivos personales, a los que se agregan algunos temas vinculados con dificultades en su gestión. La decisión de su alejamiento estaba prácticamente tomada desde que él pidió dar un paso al costado durante la gira del Presidente por Estados Unidos y China. Fernando de la Rúa le sugirió que esperara a su regreso para dejar el cargo. Y finalmente abandonó el ministerio después de la inauguración del portal educativo en la cual Llach había puesto mucha energía y que significa un paso adelante muy importante para la educación en nuestro país, y de dejar en claro que su dimisión nada tiene que ver con la crisis que se desató en el Senado�. 
Manuel Terrádez, presidente de la Federación Universitaria Argentina (FUA): �El recambio es una excelente noticia para la comunidad educativa en general y para la universitaria en particular. Confío en que el nuevo ministro tendrá una relación aceitada y respetuosa con las universidades nacionales y será un impulsor decidido de las transformaciones que necesita el sistema educativo superior�.
Leopoldo Moreau, senador nacional y presidente de la UCR bonaerense: �La designación de Hugo Juri alejará los intentos de limitar la autonomía universitaria e imponer una trasnochada y retrógrada política de arancelamiento. Significa un hecho positivo para la educación argentina. Llega al Ministerio de Educación un hombre consustanciado con los principios básicos de la enseñanza pública y que seguramente impulsará una nueva ley de Educación Superior�.
Graciela Giannettasio, diputada nacional y ex directora general de Escuelas bonaerense: �Con un cambio de nombres en el Ministerio de Educación no alcanza para mejorar el sistema de educación real. El Gobierno debe construir una política de Estado que incluya a todos los sectores para definir el modelo nacional que la Argentina necesita�.
Fernando de la Rúa, presidente de la Nación: �Esto significa un reposicionamiento, un relanzamiento en materia educativa que es una prioridad fundamental para el gobierno. Ya vendrán otras renuncias, lo que sí es que no hay fechas ni plazos para llevarlas adelante�.
Juan Llach, ex ministro de Educación: �Creo que cuando una persona que está en un cargo público encuentra que hay dificultades que no puede superar para cumplir con sus objetivos, lo lógico es que presente la renuncia a su cargo�. 
Marta Maffei, Secretaria General de la Ctera: �Los condicionamientos económicos y la situación de las provincias no cambian porque cambie el nombre del ministro. Habrá que ver si hay capacidad como para juntar lo mejor de cada uno, escuchar y respetar un poco más la actividad docente. Un gran ministerio hoy, no es un ministerio con inmensos proyectos sino un ministerio que pueda encontrar caminos para devolverle la unidad al sistema educativo, porque está absolutamente atomizado. Las políticas educativas de Estado necesitan dos cosas: por un lado la continuidad, no se puede improvisar en materia educativa porque los que pagan las consecuencias son los chicos; y por otro necesita la incorporación de la transformación y el cambio y para ello hay que arbitrar consensos�.

 

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