Por Sergio Moreno
Aníbal Ibarra aceptó a último momento una invitación en Roma para, en una escala de su regreso de China, solicitar la documentación presentada por los abogados del represor Jorge Olivera y, con ella, iniciar una causa penal en la Argentina contra esos letrados. El jefe de Gobierno porteño evalúa la posibilidad de entablar además una demanda en Italia, para lo cual comenzará a analizar el tema con la Cancillería argentina.
Ibarra parte mañana rumbo a China, donde participará y expondrá en la VI Cumbre de las Principales Ciudades del Mundo, un foro que se reúne cada tres años desde su formación, en 1985.
Además del Jefe de Gobierno porteño, los alcaldes, intendentes y gobernadores de otras 30 megaciudades del mundo se reunirán en Beijing durante cuatro días �del 27 al 30 de setiembre�. Allí estarán los gobernantes de ciudades como Berlín, Madrid, Barcelona, Tokio, Moscú, Atenas, El Cairo, Bangkok, Montreal, Estambul, Lisboa, París, Santiago de Chile, Estocolmo, Viena, entre otras. Ibarra ha solicitado entrevistas con varios de estos alcaldes (los de Berlín, Madrid, Montreal, Barcelona y Lisboa), para revisar el estado de varios convenios firmados en el pasado y hacer consultas desde problemas de desarrollo urbano hasta relaciones con el gobierno federal, turismo, y nueva economía.
El viaje de la pequeña delegación del Lord Mayor porteño �lo acompañará su esposa, Marcela Heiss, y apenas tres funcionarios� sufrió, desde su origen, varias mutaciones. En un comienzo, la delegación porteña pensaba recalar en Nueva York tras su estadía en China, pero a último momento el jefe de Gobierno decidió suspender la escala. Las gestiones para traer una muestra itinerante del Museo de Arte Moderno de Nueva York a Buenos Aires (encaminadas por el secretario de Cultura, Jorge Telerman) no requerían de su presencia y, para realizar un anuncio debería quedarse más tiempo en la ciudad que nunca duerme. Ibarra se negaba a permanecer tanto tiempo afuera del país cuando en el gobierno aliancista de Fernando de la Rúa prepara un cambio general del Gabinete. Cambio que podría sustraerle a Ibarra a su vicejefa, Cecilia Felgueras y al legislador Enrique Olivera.
Con Nueva York fuera de agenda, la delegación porteña planeaba regresar al país el 1º de octubre, pero ante la liberación del represor Olivera gracias a la presentación de un documento apócrifo, supuestamente emitido por la Ciudad de Buenos Aires, Ibarra decidió aceptar la invitación romana y hacer una escala en la Ciudad de los Césares. La excusa fue la realización del festival Roma-Europa, la muestra de artes escénicas más importante de Italia (estarán presentes el presidente Carlo Azeglio Chiampi y el ministro de Cultura italianos), que todos los años dedican su inauguración a una ciudad del mundo y en el 2000 la elegida fue Buenos Aires y el tango.
Ibarra tomó contacto ayer a la noche con el embajador argentino a cargo en Italia (la designada diplomática Elsa Kelly aún no ha asumido), para que consiga una audiencia en el Tribunal en el día de su estadía en Roma, y realice las gestiones para obtener una copia certificada de la documentación que presentaron los abogados defensores del ex grupo de tareas del batallón sanjuanino. Una vez obtenido el documento, Ibarra iniciará una causa penal en la Argentina contra los letrados. Pero, además, el Jefe de Gobierno porteño y ex fiscal analiza la posibilidad de encontrar un vericueto para comenzar una acción en Italia contra el represor y sus letrados.
Cuando llegue a Roma, Ibarra se encontrará con una investigación puesta en marcha por el ministro de Justicia italiano, Piero Fassino, contra la jueza que liberó a Olivera, Serenella Siriaco. El gobierno italiano estudia la posibilidad de pedir la extradición del represor, pero esta vez por �fraude contra el Estado�. El Jefe de Gobierno porteño podría, quizá, sumarse a esa causa, o aportar las pruebas del fraude realizada por los abogados de Olivera.
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