Los cambios se van a hacer, pero no ya, explicaba anoche un
funcionario que pasó algunas horas en Olivos. El presidente Fernando
de la Rúa se apresuró en salir a desmentir que en Montevideo
hubiera adelantado nuevas renuncias luego de la rápida salida del
ministro de Educación, Juan Llach. En ningún momento,
aclaró el Presidente haber dicho eso. Ayer, el jefe de la SIDE,
Fernando de Santibañes, le pidió al Presidente permanecer
en su cargo hasta que quede claro que no tuvo nada que ver con las coimas
en el Senado. De la Rúa le concedió el deseo y firmará
el decreto que levanta el secreto de las cuentas de la secretaría,
con lo que el ex banquero quedó en condiciones de presentarse frente
al juez federal Carlos Liporaci para dar las explicaciones que le pidan.
Como informó ayer Página/12, De la Rúa ya le está
buscando reemplazante a De Santibañes, candidato puesto a salir
del Gobierno como consecuencia del escándalo de las coimas que
se sumó a otros problemas que ya había causado el ex banquero
con algunas declaraciones. Entre una cosa y la otra, De Santibañes
terminó obligando al Presidente a decidir su salida a apenas diez
meses de haber asumido.
Como es su costumbre, De Santibañes pasó buena parte del
fin de semana en Olivos junto al Presidente. También estuvo su
segundo y uno de los candidatos a sucederlo, Darío Richarte. Allí,
el jefe de los espías aceptó dar un paso al costado, pero
le pidió a De la Rúa al menos salir de la función
pública sin sospechas encima. El juez Liporaci investiga una denuncia
que reveló que durante la discusión de la reforma laboral
una de las cuentas que la SIDE tiene en el Banco Nación tuvo una
extracción de 6,2 millones de dólares. Curiosamente, cuando
el director de finanzas de la secretaría, Juan Gallea, se presentó
a declarar ante la Justicia, omitió mencionar esa cuenta.
Ayer quedó confirmado que en las próximas horas De la Rúa
firmará el decreto que levanta el secreto de las cuentas de la
SIDE y le permitirá al juez acceder a toda la información
necesaria. Es cierto, admitió el Presidente anoche
a la agencia DyN. De Santibañes me solicitó elevarme
el pedido y yo lo acepté, le dije que me lo mandara, agregó.
A partir del pedido de De Santibañes, su apartamiento demandará
un tiempo más. Para el Presidente mejor porque todavía no
tiene determinado quién puede ser su reemplazante. Los rumores
más fuertes mencionan al legislador porteño Enrique Olivera
quien, al igual que De Santibañes, más que aptitudes para
el cargo, lo que posee es la confianza del Presidente.
Por otro lado, De la Rúa desmintió que luego de un acto
en Montevideo hubiera adelantado más dimisiones. En ningún
momento hablamos de otras renuncias, aseguró el Presidente.
No he anticipado cambios, sino que pude haber dicho lo que ya he
dicho: que todos los ministros tienen la renuncia a disposición
del Presidente, agregó. De la Rúa también rechazó
la posibilidad de elevar la AFIP a rango de ministerio.
En realidad, quienes pasaron por Olivos explicaron que no notaron al Presidente
muy seguro de cuáles son los cambios precisos que servirían
para distender el clima creado como consecuencia de las denuncias en el
Senado y, a la vez, imprimirle una mayor dinámica a su gestión.
Esto significa un reposicionamiento, un relanzamiento en materia
educativa que es una prioridad fundamental, explicó ayer
al Presidente sobre la salida de Llach, quien fue reemplazado por Hugo
Juri, rector de la Universidad Nacional de Córdoba. Y volvió
a decir que habrá otras modificaciones, pero que no
hay fechas ni plazos.
Un funcionario que pasó algunas horas del domingo con De la Rúa
aseguró no haber escuchado hablar de nombres concretos ni de áreas
específicas en las que quisiera meter el cuchillo.
Me parece que lo está pensando, pero que todavía está
lejos de una definición. Por lo menos hoy, yo no tuve ningún
indicio, respondió. Con respecto de los posibles reemplazos
de De Santibañes, no se barajan más que especulaciones.
Para mí, ni Olivera ni (el viceministro de Interior) Carlos
Becerra son candidatos. El Presidente va a buscar un suplente con un perfil
más bajo, tal vez más técnico, sostenía
el funcionario aunque, reiteró, ayer no se había hecho ningún
nombre. Igual, recomendaba no impacientarse: Si De la Rúa
comenzó su gestión sin jefe de la SIDE porque no sabía
a quién poner, no es razonable esperar que decida al reemplazante
de De Santibañes más rápido.
El
turno de Cavallo
En un nuevo capítulo del renacido diálogo político,
el presidente Fernando de la Rúa recibirá hoy en la
Casa de Gobierno al ex ministro y líder del partido Acción
por la República, Domingo Cavallo. El Presidente recibirá
a Cavallo a las 9.30 en su despacho, en un encuentro en el que abordarán
una agenda que va desde la situación económica hasta
los mercados abiertos por el Gobierno durante la última gira
presidencial. Junto a De la Rúa estarán el jefe de
Gabinete, Rodolfo Terragno, y los ministros del Interior, Federico
Storani, y de Relaciones Exteriores, Adalberto Rodríguez
Giavarini. En tanto, a Cavallo lo acompañarán el economista
Adolfo Sturzenegger, el ex ministro Armando Caro Figueroa y el ex
diputado nacional Guillermo Francos, quien esta semana presentó
su renuncia a la banca, a raíz del cansancio moral
que denunció por el tema de los sobornos en el Senado. No
vamos a reclamar nada. Vamos a escuchar primero los puntos de vista
del Presidente y luego transmitiremos la preocupación de
nuestro partido por la parálisis que sufre la economía
del país, adelantó ayer Caro Figueroa.
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ALVAREZ
BUSCA RECOMPONER SU RELACION CON LA UCR
Bienvenido, bienvenido amor
Por
F.C.
A tono con el diálogo político que quiere poner de moda
el Gobierno, el vicepresidente Carlos Chacho Alvarez se reunirá
hoy con el jefe del bloque de senadores radicales, Mario Losada, para
intentar reconstruir un vínculo hoy por hoy inexistente. La intención
de los senadores de la UCR es que Alvarez cese en lo que denominan ataques
generalizados al cuerpo y que, juntos, busquen la forma de aprovechar
la crisis para desgastar a la bancada justicialista, más comprometida
con las sospechas de sobornos. Pero donde seguramente no se pondrán
de acuerdo Chacho y Losada será en la situación del presidente
provisional de la Cámara alta, José Genoud, a quien el bloque
radical sigue sosteniendo a pesar de los pedidos de renuncia del vicepresidente.
Desde que estalló el escándalo por sobornos, la relación
de Alvarez con el bloque radical comenzó a sufrir un deterioro
progresivo hasta llegar hoy a una posición cercana al enfrentamiento.
Cuando hacen reuniones de bloque, los senadores radicales hablan pestes
de Chacho. Cuando el vicepresidente da alguna entrevista, nunca se olvida
de mencionar el sistema de corrupción que, entiende, viene funcionando
desde hace años en el cuerpo y que el bochorno de la reforma laboral
dejó al descubierto.
En el encuentro que mantuvieron la semana pasada con el presidente Fernando
de la Rúa y el ministro del Interior, Federico Storani, los senadores
radicales se quejaron por los ataques del vice. Hasta ahora, la crisis
provocó el reemplazo del riojano Raúl Galván por
Losada en la conducción del bloque y la renuncia del santacruceño
Juan Melgarejo. Dos movidas que los radicales no dejan de reivindicar
como si se tratara de mártires de una causa.
Desde el comienzo de las denuncias, el presidente de la UCR, Raúl
Alfonsín, trató de mediar entre un sector y otro. El viernes
estuvo en el despacho de Alvarez en el Senado y allí acordó
la reunión de hoy a las 17 en la que intentarán un acercamiento
de las posiciones.
Losada llegará con una propuesta: quiere que Alvarez y radicales
se pongan de acuerdo en apuntar a los peronistas por los sobornos. Sobre
todo ahora, que la denuncia de la senadora Silvia Sapag involucró
al salteño Emilio Cantarero en otro caso de coimas para la Ley
de Hidrocarburos. Pero el escollo para cualquier acuerdo continuará
siendo Genoud, una renuncia que Chacho puso como condición para
volver a presidir las sesiones en el Senado. Losada hizo ayer varios llamados
y, en principio, la señal que recibió es que el bloque radical
sigue bancando al mendocino. Al menos hasta que se cumpla el plazo de
su mandato, que vence en diciembre.
Otro inconveniente es también de forma. Aun cuando puedan ponerse
de acuerdo en atacar a los justicialistas, los senadores radicales nunca
hicieron públicas manifestaciones pidiendo la renuncia de Cantarero
como las que viene sosteniendo Alvarez (ver página 6). Nosotros
estamos llevando adelante una negociación con los peronistas para
que desafecten a Cantarero, pero no evaluamos hacer una campaña
pública con eso, respondía ayer un vocero de la bancada.
Así que si Alvarez y Losada no llegan a un entendimiento cien por
cien, en el bloque esperan al menos abrir un canal de diálogo.
Aunque sea que no nos ataque más, se conformaba ayer
un integrante de la bancada.
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