Si no fuera porque es ministro de Economía y por sus antecedentes
en los nueve meses que lleva en el cargo, no hubiera pasado de ser más
que una declaración de circunstancia. Pero fue en ese contexto
que José Luis Machinea aplaudió ayer, en Praga, la postura
intervencionista de la banca oficial de Estados Unidos, Europa y Japón
para rescatar el valor de la moneda de la Unión Europea, el euro.
Los bancos que han intervenido están tratando de guiar a
los mercados, señaló el ministro, y justificó
la toma de posición de la banca oficial apuntando que el
euro se tiene que apreciar a largo plazo, todo el mundo lo dice, pero
los mercados funcionan en el corto plazo. Una lección que,
seguramente, no tomará en cuenta ante las deficiencias del mercado
cuando vuelva a territorio nacional.
Machinea participó ayer en un seminario previo a la asamblea anual
conjunta del Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial, y posteriormente
ofreció una conferencia de prensa. El ministro consideró
un problema para la Argentina la depreciación de la
moneda única europea, que desde que nació en enero de 1999
ha perdido más de un 27 por ciento de su valor. Al tener atada
su moneda al dólar, Argentina pierde competitividad frente a los
productos europeos cuando el euro se devalúa en relación
al dólar. Machinea señaló que el sábado le
había transmitido esa preocupación al director del FMI,
Horst Koehler.
Sorprendentemente, el ministro refirió que Argentina ha tenido
un impacto positivo por el alto precio del petróleo,
por tratarse de un país exportador, pese a que no tiene los niveles
de exportación de Venezuela o México. Pero, a diferencia
de estos países, el Gobierno argentino no tiene participación
en la renta excedente que reciben las petroleras. Por el contrario, Argentina
sufre los padecimientos de los países importadores al quedar a
merced de los precios que determinen las empresas privadas.
Al respecto, el jefe del Palacio de Hacienda manifestó que desde
el Gobierno saludamos y apreciamos calurosamente que Repsol
YPF haya decidido no pasar todo el aumento del precio del crudo
al de los combustibles, tema que dijo haber tratado antes de partir
para España y Praga con el titular de esa petrolera, Alfonso Cortina,
en un encuentro sobre el que hasta ayer las autoridades se habían
negado a suministrar información.
En cuanto a la prolongación de la concesión del rico yacimiento
neuquino de Loma la Lata por 10 años más a partir del 2017,
sobre el que se desató un escándalo tras las denuncias de
la senadora Silvia Sapag sobre presuntos arreglos para su aprobación,
señaló que eso supone una renta importante y tiene
que tener su precio, en relación al pago de un canon que
se le reclamará a Repsol. Agregó que el tema es ponerse
de acuerdo en cuál es un precio razonable, porque parece difícil
pensar que sea gratis, y manifestó que sobre el particular
se barajaron dos hipótesis, una de adelantamiento de inversiones
y otra de poner plata sobre la mesa, en referencia al canon.
La ampliación de la concesión, recordó, es una facultad
de la Nación. El gobernador Jorge Sobisch se había anticipado
a firmar un preacuerdo con la empresa, concediendo la extensión.
Machinea también se refirió a las declaraciones del economista
jefe del FMI, Michael Mussa, que en la última semana, tras comparar
las perspectivas de los inversores con respecto a Argentina y Brasil,
había augurado de seis a doce meses más de complicaciones
para la economía argentina y la necesidad de seguir profundizando
el ajuste. Parece que Mussa, que habló de un nivel de riesgo
país superior para Argentina que para Brasil, lee los diarios de
hace 30 o 40 días, ironizó el ministro, señalando
que en ese período el escenario había mejorado para el país.
Sin embargo, Teresa Ter Minassian, que ejerce la supervisión de
los países del cono sur en el FMI, y que debe leer las noticias
a diario de estos países, opinó ayer durante un seminario
que la situación fiscal argentina es delicada y que
la experiencia de recuperación brasileña era la más
exitosa de la región. Machinea admitió, sin embargo, que
las dudas no desaparecieron (respecto de la situación económico-financiera
del país), pero ahora se discute acerca del ritmo de crecimiento
de Argentina y no de escenarios más problemáticos.
De cualquier forma, descartó por completo la posibilidad de que
haya un nuevo shock fiscal.
Blindaje
para emergencias más flexible
El Comité Financiero del FMI aprobó ayer una nueva
estructura crediticia en la que se flexibilizan las condiciones
y se crea un blindaje financiero internacional para enfrentar posibles
crisis. Así lo aseguró el ministro de Economía,
José Luis Machinea, luego de participar en ese foro, al tiempo
que aseguró que el FMI se va a ocupar de vigilar los problemas
internacionales, y el Banco Mundial y el BID pasarán a tener
mayor participación en el otorgamiento de préstamos
de garantía contra eventuales crisis. El jefe del Palacio
de Hacienda llegó a la Asamblea del FMI con una posición
común a los países iberoamericanos ante el Comité
Financiero, postura acordada con el ministro de Hacienda de España,
Rodrigo Rato, en Madrid, antes de viajar a Praga. Los préstamos
contingentes incorporan como novedad una automaticidad en su aprobación
y un control por parte del FMI cada seis meses, al tiempo que disminuyen
las sobretasas y desaparecen las comisiones de compromiso. A ellos
se sumará un mecanismo de préstamos conjuntos
entre el BM y el BID, con la participación del sector privado,
lo que va a dar como resultado una red de seguridad para los países
en crisis, explicó Machinea. Esto crea un blindaje
financiero agregó, que disminuye los temores
para evitar que los países caigan en default, pero al mismo
tiempo redunda en una mejor performance de los países endeudados,
porque disminuye el riesgo y el costo de financiamiento. También
informó que se eliminó la comisión por compromiso
en este tipo de crédito cuando un préstamo es otorgado
y luego no se utiliza en los plazos establecidos. Aclaró
que Argentina no necesita ni pidió un crédito
de estas características.
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