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�Quise compartir con mi público lo que me nutrió en Latinoamérica�

Joan Manuel Serrat habla de su nuevo disco, �Cansiones�, que contiene 13 temas de autores latinoamericanos, desde Víctor Jara hasta Virgilio Expósito.

Por Diego Manrique

t.gif (862 bytes)  Después de la monumental reedición de su obra completa en 29 cuidados CDs, Joan Manuel Serrat reaparece con un nuevo disco: Cansiones, que saldrá a la venta el próximo lunes, y contiene 13 temas de autores latinoamericanos. Una de las curiosidades de este trabajo es que está firmado por “Tarrés/Serrat”. El catalán explica la “íntima relación” entre Serrat y su alter ego: “No es como cuando Jaume Sisa se reencarnó en Ricardo Solfa, o lo de Santiago Auserón y Juan Perro –explica Nano–. Aquí presento la duplicidad de mi persona: digamos que Serrat es un buen ciudadano, un padre de familia responsable, mientras que Tarrés parece todo lo contrario, un vividor que no tiene más objetivo que disfrutar del presente. De todos modos, es un tipo imprescindible. Como dice mi canción, ‘cuando él no está/se atraganta el licor/los amigos se van/y no me quiere mi amor’”.
Para dar cuerpo a Tarrés, Serrat viajó en pleno verano caribeño a Cuba. En La Habana, con la ayuda del realizador Javier Rivera, se realizó un reportaje fotográfico, un “videoclip” y un documental. Cansiones se hizo en Buenos Aires, Montevideo, Bogotá y Barcelona, con mezclas finales en Madrid. “Entendí que algunas piezas necesitaban hacerse ‘in situ’, con el ambiente, con el sabor de los músicos del lugar. Luego, tuve la suerte de contar con instrumentistas extraordinarios que andaban cerca, como el acordeonista Gil Goldstein, que normalmente toca jazz. Kitflus fue el director musical y tocan tipos increíbles como Tino di Geraldo y Pedro Javier González. Y la señorita Olvido Lanza, en el violín.”
Serrat grabó en numerosos idiomas europeos: “Del ‘La, la, la’ hice versiones en catalán, castellano, portugués, italiano, inglés, alemán y francés”. Y en Cansiones prueba con el guaraní en “Che pykasumi”: “Siempre nos olvidamos del Paraguay, cuya lengua es de una sonoridad hermosísima, que unas veces parece euskera y otras francés. Fue un trabajo de todos los demonios, el guaraní tiene ocho vocales... ¡suerte que Tarrés es un poliglota! El insistió en que el disco se titulara como se titula, alega que la inmensa mayoría de los hispanoparlantes pronuncia así la palabra ‘cansiones’”.
“La idea de Cansiones era vomitar lo que he comido, compartir con mi público las canciones que me han nutrido en tantos viajes por América latina, que siempre se ha volcado conmigo. Luego, se trataba de darles un toque personal y en eso sí que parece que he acertado, hay gente que se cree que se trata de composiciones mías...¡y de Tarrés!” En algunos casos, eso supone llevar ese repertorio hacia tópicos del flamenco: “Sí, ‘El amor, amor’ es un vallenato que se recicla perfectamente en rumba flamenca. ‘En la vida todo es ir’, originalmente un son puertorriqueño de Roy Brown, ha quedado como una colombiana, el otro día me llamó Lolita para felicitarme, me dijo que le habría encantado a su padre, El Pescaílla”.
En otros casos, le quitó dramatismo a los originales: “Por ejemplo, he llevado los tangos hacia las baladas al modo, digamos, serratiano. ‘De un mundo raro’ es un bolero-ranchera de José Alfredo Jiménez pero yo siempre he cantado esa canción de madrugada, como si fuera el cierre de un cabaret”. Advierte Serrat que el disco no pretendía retratar musicalmente toda la América hispana: “Faltan temas de Centroamérica, Bolivia, Ecuador, República Dominicana. En realidad, pesaron más los autores que sus países. Hay que tener en cuenta que yo llegué a tratar con José Alfredo, Víctor Jara, Virgilio Expósito, todos gigantes. Evité muchas canciones contemporáneas que me gustan y también los grandes éxitos latinos; aparte de ‘Soy lo prohibido’ y ‘De un mundo raro’, es un cancionero prácticamente desconocido en España”.
Se podría desear que Serrat aplicara ese proceso de reinvención a sus propias canciones clásicas: ocurre que algunos de los arreglos suenanhoy..., insensibles a la vez que desfasados. “No sabría qué decir, tampoco yo estoy muy modernizado, últimamente sólo escucho a Beethoven y a Charles Aznavour. No tengo mucho interés por mi pasado: cuando remasterizaron mis CDs, me mandaron unas muestras, las escuché brevemente... y me desentendí. Cierto que se pueden revitalizar mis canciones, yo lo hago en vivo y a veces se editan en discos y en videos. Pero... ¿volverlas a grabar en estudio? Ya me van a dar bastante con este nuevo disco, dirán que se me ha agotado la inspiración, como para que me lance a recuperar mi repertorio. ¡Me crucificarían!”

 

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