Por F.C.
Debido a la presión de los servicios de espionaje de potencias extranjeras, el Gobierno decidió no levantar el secreto de las cuentas de la SIDE. En reemplazo, el presidente Fernando de la Rúa firmó ayer un decreto que le permitirá al jefe de los espías, Fernando de Santibañes, mostrarle al juez federal Carlos Liporaci en qué gastó 6,2 millones de pesos durante la época de la aprobación de la reforma laboral, pero sin que eso signifique el fin de la reserva de sus operaciones.
La discusión se llevó buena parte de la reunión de gabinete de ayer (ver asimismo página 6). El canciller Adalberto Rodríguez Giavarini transmitió la alarma que había causado en los servicios secretos extranjeros que trabajan en conjunto con la SIDE el hecho de que algunas de sus operaciones de espionaje tomen estado público. El canciller no especificó, pero según un ministro contó más tarde a Página/12, la presión la hicieron de los servicios secretos de Israel, Estados Unidos y, al menos, dos países europeos.
En el gabinete, el secretario general de la Presidencia, Jorge de la Rúa, alegó su condición de jurista para hacer una interpretación más amplia sobre el alcance del levantamiento del secreto. En cambio, el ministro de Justicia, Ricardo Gil Lavedra, mostró una visión restringida, en la que podía circunscribirse al solo hecho que se investiga.
Además de las consideraciones judiciales, también se hizo un análisis político. Uno de los ministros advirtió sobre los riesgos de darle a un juez tan cuestionado como Liporaci información top secret sobre las áreas más delicadas del Gobierno. Y de cómo podía utilizar esos datos mientras avanza la causa en la que se lo investiga por enriquecimiento ilícito.
También se mencionó el daño que podría causar el levantamiento del secreto en el trabajo conjunto con otros servicios que la SIDE viene desarrollando en la zona de la triple frontera, lugar de incubación del terrorismo islámico en la región.
Como resultado de lo discutido allí, horas después salió el decreto 833 que autoriza a De Santibañes a informar sobre la causa de los sobornos. Pero aclara: �Que esta medida excepcional en favor del juez de la causa no significa en modo alguno modificar el carácter secreto de las operaciones de la Secretaría de Inteligencia del Estado ni del respaldo documental correspondiente�.
Básicamente, el decreto permite a De Santibañes autorizar al presidente del Banco Nación que le envíe a Liporaci los comprobantes originales y los cheques correspondientes por las sumas aproximadas de 1,2 y 5 millones abonados durante la época de discusión de la reforma laboral. El juez sospecha que ese dinero se utilizó para pagar sobornos y De Santibañes ya dijo que no dejará la SIDE hasta que no quede claro que no fue así.
La voz de Gil Lavedra
Por I.H.
�El decreto apunta a que el juez pueda constatar que los movimientos de fondos de la SIDE se orientan sólo a actividades de inteligencia�, señaló el ministro de Justicia, Ricardo Gil Lavedra.
�¿Por qué el Gobierno está haciendo tanto ruido con esto?
�¿Cómo tanto ruido? Si no quiere no hablamos.
�Hablemos, hablemos. ¿Basta esta medida para resolver o dilucidar algo?
�Esto permitirá constatar que de la SIDE no salió dinero.
�¿Usted cree que se tendrían que �abrir� otras cuentas que puedan haber sido posibles fuentes del dinero de las supuestas coimas?
�Sólo el Ministerio de Defensa tiene fondos reservados. Tendría que aparecer la duda del juez al respecto, que no se ha planteado. Además, López Murphy levantó el secreto de las cuentas mediante una resolución.
�Con este decreto respecto de los movimientos de la SIDE, ¿hubo reclamos concretos de algún servicio de inteligencia extranjero?
�Sé que Fernando De Santibañes ha estado hablando con los servicios para tranquilizarlos, no sé quién llamó a quién. Pero quiero aclarar que no se levantó el secreto de las operaciones, o sea, no quedarán al descubierto.
�¿Hay alguna preocupación particular por transparentar la gestión de Fernando De Santibañes, que ya fue cuestionado varias veces desde su asunción?
�Esto se inscribe en la decisión de facilitar la investigación.
�¿A usted le consta?
�Yo no lo he constatado.
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