Las cifras oficiales de nivel de actividad siguen confirmando que la reactivación, por ahora, solo existe en el discurso de los funcionarios del Ministerio de Economía. Según el INdEC, en agosto, las ventas en supermercados y shoppings cayeron un 1,7 y un 6,8 por ciento, respectivamente, en comparación a las realizadas en igual mes del año pasado, cuando la economía atravesaba los peores meses posteriores a la crisis brasileña. Respecto de julio último el bajón fue mucho más pronunciado (en shoppings superó el 24 por ciento), lo cual se explica porque en ese mes se vivió un miniveranito gracias al medio aguinaldo. Hace algunas semanas, no había colaborador de José Luis Machinea que no asegurara que había indicadores concluyentes de que la reactivación, aunque lenta, se estaba consolidando. Sin embargo, hoy las cosas cambiaron. Primero, se supo que la economía habría crecido mucho menos de lo que se creía durante el segundo semestre del año. Y que esto ya condicionaba los pronósticos para el resto del año: así, Machinea tuvo que admitir que el PBI en el 2000 crecerá por debajo del 2 por ciento, acercando el pronóstico oficial al 1 por ciento que estiman los consultores privados. Segundo, el indicador de producción industrial de agosto mostró una caída significativa, sorprendiendo a los funcionarios que apostaban un pleno que iría para arriba. Finalmente, ahora se conoce que las ventas en supermercados y shoppings de agosto también se desplomaron, confirmando la tendencia. Ayer, los pocos funcionarios que no viajaron con Machinea a Praga y se quedaron en sus puestos en Economía trataban de dar una explicación a este último dato. �El indicador de supermercados y shoppings del INdEC todavía no me termina de convencer, tiene variaciones muy grandes de un mes a otro. Además, un mes no dice nada, hay que ver qué pasa en septiembre�, intentó relativizar la mala nueva un estrecho colaborador del ministro. Otro, en cambio, admitió que, en particular la caída de ventas en grandes centros de compra, se debe a que �ante la crisis la gente privilegia la compra de insumos de primera necesidad y posterga la compra de artículos no esenciales�. Las cifras difundidas ayer por el INdEC tienen matices. En supermercados, por ejemplo, la caída en agosto fue la cuarta consecutiva. En realidad, salvo en abril, en todos los meses del año hubo caídas, comparados con iguales meses del año pasado. Medido agosto versus julio último, la baja fue del 6,7 por ciento, pero puede explicarse por un factor estacional: el pago del medio aguinaldo, que habría provocado una tenue recuperación de ventas durante ese mes. Así, en los primeros ocho meses del año el balance marca una caída del consumo en supermercados de 1,4 por ciento con relación a igual período del �99, cuando la recesión poscrisis brasileña golpeaba con mayor fuerza. En el INdEC dicen que esta situación se explica en parte porque hubo �una deflación de precios en particular en alimentos y elementos electrónicos�, ya que medidas en volumen las ventas aumentaron 2,4 por ciento. Pero la propia deflación es un indicador de recesión, ya que la gente sustituyó primeras marcas por segundas, más baratas.
|