Por Oscar Guisoni
Desde La Paz
 Las muertes del fin de semana hicieron estallar la situación en Bolivia, que desde entonces empeora cada día. Estallar literalmente, con dinamita en La Paz y en las rutas del interior. En la tarde de ayer volvieron a producirse enfrentamientos entre militares y manifestantes en varios lugares del altiplano y en la zona cocalera del Chapare. Después de nueve días de conflictos ya han muerto 6 personas y hay al menos 78 heridos, muchos de ellos de gravedad. El gobierno del general Hugo Banzer ha decidido postergar su decisión de declarar el estado de sitio hasta hoy, buscando una solución dialogada antes de tomar la medida extrema.
El mayor problema es que son tantos los sectores en conflicto y tan variadas sus demandas que los ministros no saben con quién tienen que sentarse a conversar. Y, en algunos casos, ni siquiera saben qué están pidiendo los que protestan. Manuel Suárez, presidente de la Comisión de Derechos Humanos del Parlamento, denunció que el gobierno en realidad no necesita el estado de sitio. Porque, a juzgar por los muertos y el gran número de enfrentamientos que se registran entre los militares y los manifestantes en todo el país, �rige un estado de sitio de hecho�, según sostuvo en diálogo con Página/12. La defensora del Pueblo, Ana María Campero, que ya enjuició al gobierno por los acontecimientos ocurridos durante el estado de sitio de abril, pidió a los sectores en conflicto una tregua para que no se siga derramando sangre.
Las zonas más conflictivas son el Chapare, donde los cocaleros endurecieron ayer sus medidas de protesta, y la ciudad de Cochabamba, que vive una auténtica pueblada. Ayer, el embajador de Estados Unidos en Bolivia, Manuel Rocha, respaldó al gobierno en el plan para construir tres cuarteles militares en el Chapare, una de las medidas más resistidas por los cocaleros. En las afueras de Cochabamba, los bloqueos son los más fuertes del país. Una caravana de más de 1000 vehículos trailers se encuentra a pocos kilómetros de la ciudad. El ejército intentó, en la mañana de ayer, hacerla llegar a Cochabamba, pero los bloqueadores atacaron los camiones. En el enfrentamiento con los militares que custodiaban el convoy quedaron 6 manifestantes heridos de bala y un militar. El gobierno envió ayer una delegación de cuatro ministros a la ciudad para que dialogara con Evo Morales, el principal dirigente cocalero, y con los miembros de la Coordinadora del Agua, la institución cívica que encabeza las protestas en la ciudad.
Mientras tanto, el bloqueo está ahogando a la capital boliviana de La Paz, donde hoy se llevará a cabo un paro, convocado por el Comité Cívico de la ciudad, en apoyo a las demandas de los distintos sectores en conflicto. Los precios de los alimentos básicos se han disparado en la capital y se calcula que en dos días más dejarán incluso de aparecer los principales diarios nacionales, por la carencia de papel.
En la zona del altiplano, fronteriza con Perú, también se registraron enfrentamientos entre militares y campesinos. Felipe Quispe, el líder de la poderosa Confederación Sindical Unica de Trabajadores Campesinos de Bolivia, declaró por la mañana que si el gobierno no atiende a sus peticiones, los campesinos sitiarán la ciudad de La Paz en las próximas horas. Otro sector que lleva varios días de huelga es el gremio docente. El Ministerio de Educación comenzó ayer a despedir a los huelguistas y convocó a maestros jubilados y recién graduados a cubrir las vacantes.
El conflicto se trasladó también al ámbito político. El principal partido opositor, el MNR (Movimiento Nacionalista Revolucionario) �liderado por el ex presidente liberal Gonzalo Sánchez de Losada, antecesor de Banzer� cuestionó la capacidad de la coalición de gobierno para dirigir al país, en lo que se entendió como una sugerencia para que el presidente Banzer dé un paso al costado y renuncie: �¿Pueden ADN (partido del presidente conservador Hugo Banzer), el MIR (del ex mandatario Jaime Paz Zamora) y la UCS (populista) continuar gobernando el país y sacarnos del atolladero en el que nos encontramos?�, preguntó el comunicado. El gobierno reaccionó acusando al MNR de ser el �articulador político de la desestabilización social� y denunció que �le hace juego al narcotráfico�.
PINOCHET RECHAZARA HACERSE ESTUDIOS MENTALES
Un Tata viejo vale más que uno loco
Decidido a que sus últimos años de vida no pasen a la historia bajo el rótulo de demencia �y a que los procedimientos judiciales se alarguen indefinidamente�, Augusto Pinochet rechazó ayer someterse a los estudios ordenados por el juez chileno Juan Guzmán Tapia para determinar el estado de sus facultades mentales. Sus abogados defensores anunciaron que impugnarán la decisión del juez ante la Corte de Apelaciones de Santiago, el mismo tribunal que falló a favor del desafuero parlamentario del ex dictador en junio pasado. Aún es una incógnita si Pinochet exigirá la realización de exámenes de salud que, sobre la base de sus 12 �enfermedades irreversibles� y sus efectos, puedan acaso eximirlo de ser sometido a juicio sin pasar por la �humillación� de ser declarado loco o demente. Pero la senilidad es la única condición contemplada por la ley chilena para evitar un juicio.
El abogado Gustavo Collao anunció que el recurso para anular la decisión de Guzmán será presentado ante la Corte de Apelaciones de Santiago. Collao precisó que mientras el tribunal decida, la orden judicial que fijó un plazo de 30 días para el trámite quedará en suspenso. El lunes, Guzmán postergó el interrogatorio a Pinochet previsto para el 9 de octubre por su responsabilidad en la �Caravana de la Muerte� �un escuadrón militar que ejecutó a más de 70 presos políticos en 1973�, y ordenó la realización de estudios médicos psiquiátricos al ex dictador para comprobar si está en condiciones de ser enjuiciado. La medida fue adoptada según la reserva legal que obliga los estudios para todo imputado mayor de 70 años.
Esta observancia de la ley fue calificada por Collao �como un agravio�. El vocero de Pinochet, el general (R) Guillermo Garín (vicecomandante del Ejército durante la dictadura), declaró que la apelación es una decisión �firme�, pero aclaró que una eventual resolución adversa de la Corte de Apelaciones (que no puede ser apelada ante la Corte Suprema) no llevaría a Pinochet al �desacato�. En ese caso, explicó Garín, �me imagino que sí� se haría los exámenes, que van a demostrar que �él no está loco ni demente�.
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Ninguno de los reclamos sectoriales es nuevo en Bolivia; la mayoría de los conflictos ya había estallado en febrero y abril de este año.