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Por
Claudio Zlotnik
Los ojos de la sociedad están posados sobre los bienes e ingresos
de los senadores involucrados en la causa por sobornos. Pero en la DGI
aseguran que no los están investigando “en forma específica”.
Roberto Sericano, titular del organismo, quita todo dramatismo al asunto.
“Las fiscalizaciones son permanentes porque los senadores son contribuyentes
como cualquier otro”, dijo a Página/12.
–¿La DGI está investigando a los senadores implicados
en el caso de supuestos sobornos?
–Los senadores son contribuyentes como cualquier otro y están
dentro de nuestro esquema de fiscalización. Sería injusto
y peligroso que los investiguemos en forma específica. No hacemos
particularizaciones y, para la DGI, los senadores son como cualquier otro
contribuyente. Las fiscalizaciones son permanentes.
–¿El juez Liporaci les pidió datos de esos legisladores?
–No.
–¿Encontraron alguna irregularidad en la investigación?
–Si contestara que sí, aunque no dé nombres, mañana
estarían todos especulando sobre este tema. No es un dato para
dar en público.
–El impuesto a los Bienes Personales sólo lo pagan 370 mil
personas. ¿Van a encontrar a los que lo evaden?
–Queremos lograr un efecto cascada. Empezamos con 13 mil. Muchos
van a venir solos a pagar antes de que les llegue la citación para
ahorrarse los intereses y las multas que se les imputará si, antes,
los detecta la DGI. Es muy importante crear situaciones de riesgo.
–Fernando de la Rúa dijo que la DGI debía encontrar
a los grandes evasores. ¿Cómo les está yendo?
–No me cabe duda de que debe haber grandes evasores. Pero no en la
magnitud que el común de la gente imagina. Los grandes contribuyentes
tienen un sistema de autocontrol, porque el dueño está en
otro lado, y es muy difícil que evadan. Al margen de esto, existen
bolsones de evasión en distintas actividades, como el de la indumentaria,
que estamos investigando. El objetivo es focalizarnos en los grandes contribuyentes.
–¿Cuáles son esos bolsones de evasión?
–No puedo comentarlos porque sería advertir sobre nuestras
futuras intervenciones.
–¿No es contradictorio proclamar que la lucha contra la evasión
es un tema prioritario y, al mismo tiempo, la DGI se achique y recorten
su presupuesto?
–Los retiros de personal no pueden considerarse un debilitamiento.
Nos obliga a reestructurar las actividades. En cambio, es importante el
hecho de no tener demasiado presupuesto, más que nada por los viáticos
que necesitamos para movilizarnos. Habrá que ver a cuánto
asciende el recorte de fondos. Algo tendremos que inventar para no perder
efectividad.
–¿Por qué se recauda tan poco de Ganancias?
–La estructura del impuesto es progresiva, pero tiene demasiadas
exenciones que limitan tanto esa progresividad como su recaudación.
El tema de las exenciones es de política tributaria, que no me
compete analizar. Están definidas por cuestiones políticas,
sociales y económicas.
–¿En el IVA también habría que eliminar exenciones?
–Para que el IVA cumpla su condición de uniforme y neutral
debería tener una tasa única y no debería haber ninguna
exención. De lo contrario, se distorsiona su postulado teórico.
Si se quitaran las exenciones, seeliminarían distorsiones y, con
una alícuota uniforme, podríamos tener un IVA más
bajo.
–¿Al grupo Yoma se les están devolviendo los reembolsos
por sus exportaciones?
–Para La DGI es un exportador común que cumple con todos los
requisitos como exportador.
–¿A pesar de que tiene una deuda con el Banco Nación?
–Son cosas distintas. Ellos están en un concurso preventivo,
pero siguen en actividad. Mientras cumpla con nuestras exigencias, nosotros
cumplimos.
–¿Hay presiones políticas en la DGI?
–No.
–¿A cuánto asciende el incumplimiento en la última
moratoria?
–Hay incumplimiento como en cualquier plan de facilidades, y no llega
al 16 por ciento.
–¿Están pensando en un plan para reincorporar a los
que quedaron afuera por falta de pago?
–No. La moratoria terminó. Si un contribuyente deja de pagar
durante dos meses consecutivos, el régimen caduca y no hay forma
de reactivar los beneficios. Lo que salió ahora es un plan de facilidades,
pero que no tiene nada que ver con una moratoria porque no hay condonación
de intereses ni perdón de multas. Es un simple programa de financiamiento.
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