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Diez velitas para un matutino que renovó el aire de Rosario

t.gif (862 bytes)  ¿Quién cumple 10 pero es 12 y no es Página/, aunque lleva a Página/ adentro?: por supuesto, Rosario/12. Esta década da testimonio de cómo la presencia de un medio independiente puede revolucionar todo el periodismo en una ciudad provincial. Temas como los casos de “gatillo fácil” policial en Santa Fe salieron por primera vez a la luz en sus páginas, y el Consejo de la Magistratura, cuando hubo de condenar a un juez por violaciones a los derechos humanos, se fundó en sus investigaciones periodísticas. “Nuestra aparición benefició no sólo a nuestros lectores sino a los de los otros medios, que se vieron obligados a cambiar”, recuerda su director.
“Esta era una ciudad de periodistas burócratas, chiveros, amigos de sus amigos, sin el hábito de un trabajo profesional riguroso y de investigación –resume Pablo Feldman, director de Rosario/12–; un periodismo basado en ‘recortar y pegar’ gacetillas y cables, y muy ligado con el poder local, en una ciudad particularmente reaccionaria.”
En ese panorama, el 28 de setiembre de 1990, irrumpió Rosario/12: primero fue semanal, todos los viernes, junto con Página/12; ocho meses después pasó a ser diario, acompañado por la edición nacional. En ese momento Rosario, con más de un millón de habitantes, tenía un solo diario, La Capital. “Nuestra aparición benefició no sólo a nuestros lectores sino a los de los otros medios. Empezamos a tratar temas como el aborto o los embarazos adolescentes, que en Rosario no se publicaban, como si no existieran –recuerda Feldman–, y al hacerlo obligamos a los demás medios a tratarlos también... Espero que no suene arrogante decirlo así.”
No sonará arrogante para quien tenga idea de la realidad de los medios gráficos en la mayoría de las ciudades de provincia argentinas y, así, pueda imaginar la revolución periodística dada por la presencia de un medio independiente. “Hicimos lugar a los chicos de la calle, las madres solteras, a todas esas historias que ‘no favorecen la imagen de la ciudad’. Más de 150 mil personas viven bajo la línea de la pobreza en las villas del Gran Rosario: constituyen la tercera ciudad de la provincia, después de Rosario misma, de Santa Fe con sus 500.000 habitantes y por delante de todas las demás localidades.”
“También denunciamos las violaciones a los derechos humanos, el ‘gatillo fácil’, los apremios ilegales –continúa Feldman repasando la historia–: antes, del accionar policial sólo se conocía la información de los partes de prensa de la repartición.” Cuando el Consejo de la Magistratura enjuició al juez federal de Santa Fe, Víctor Hermes Brusa, solicitó a Rosario/12 copia de las más de treinta notas en las que revelaba los actos del magistrado durante la dictadura militar, cuando había participado en interrogatorios bajo tortura. El proceso concluyó en la destitución de Brusa.
En sus páginas de cultura, “Rosario/12 dio lugar a sectores y actividades que no formaban parte del establishment cultural rosarino. Inauguró una página dedicada a la plástica, por primera vez en la historia de una ciudad que produjo artistas como Antonio Berni, Lola Mora, Lucio Fontana. Cubrimos exposiciones por fuera del circuito de las salas tradicionales. En música, dimos lugar a grupos que todavía no habían sido aceptados por las compañías discográficas, así como en literatura nos ocupamos también de las ediciones de autor, que tienen un papel importante en la ciudad”, recuerda Feldman.
“Rosario/12 se manejó y se maneja con autonomía en las decisiones periodísticas, sin perjuicio de que compartamos los lineamientos editoriales de Página/12 –destaca su director–. Por su plantel han pasado colegas que después llegaron a ocupar puestos de gran responsabilidad en medios de circulación nacional.” El equilibrio más difícil de mantener fue en realidad el deportivo, en una ciudad partida en dos: “Los porteños no terminan de entender que acá los lunes, pase lo que pase en el mundo, se habla de Rosario Central y Newell’s Old Boys. En el diario, la redacción es mayoritariamente canalla, pero el jefe de Deporteses leproso. En todo caso yo, como hincha de Independiente, garantizo la ecuanimidad”, asegura Feldman.

 

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