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EL ACUERDO CON LA ISL NO SE DISCUTIRA HOY
La imagen todavía es de Boca

El oficialismo pedirá postergar la aprobación del convenio, que le daría el merchandising a la empresa suiza, que la oposición pretende sea rechazado. Tratan expulsión de barras.

Por Facundo Martínez

t.gif (862 bytes)  El orden del día que se iba a tratar hoy en la asamblea de representantes de Boca experimentó algunas modificaciones. Varias agrupaciones oficialistas plantearán que, hasta tanto no se le dé al convenio Boca-ISL Worldwide, para la cesión de los derechos de imagen, una forma definitiva, no se vote su aprobación, aunque propondrán que se ratifiquen las gestiones que viene realizando al respecto la comisión directiva. Por su parte, los opositores pedirán por el “rechazo absoluto” de este acuerdo por entender que “es inconveniente para Boca”. Tampoco se tratará la expulsión de los dos socios barrabravas, Rafael y Fernando Di Zeo, porque ambos dejaron de pagar sus cuotas sociales y ya fueron depurados del padrón. Una representante, consultada por Página/12, confió que el abogado Daniel Wolanik, integrante de la mesa de representantes, e hijo del letrado oficial del club, fue amenazado por los violentos en un intento por evitar las expulsiones.
Pese a que el oficialismo de Boca controla la mayoría en la asamblea de representantes (la relación es de 185 votos contra 25 de la minoría), no conseguirá hoy la aprobación del acuerdo con ISL, por el que la empresa de capitales germano-suizos se haría cargo de la comercialización de todos los derechos del club. “El acuerdo es favorable para el club. Pero vamos a pedir que no se apruebe en esta asamblea. Lo que queremos aprobar es la gestión de la comisión directiva para que siga con las negociaciones, que permitan darle al acuerdo su forma definitiva”, le dijo a este diario la abogada Estela Iribarren, representante por la agrupación Dale Boca.
En tanto que los opositores plantearán hoy que se rechace de lleno esta propuesta. “Este pacto con ISL obra en detrimento de la sociedad civil y de sus fundamentos –argumentó Pablo Abbatángelo, presidente de la agrupación interna La Bombonera–. Boca debe tender al bienestar general y no a la celebración de contratos que beneficien exclusivamente a terceros.”
Según el dirigente opositor, “este vínculo sólo les sirve a las actuales autoridades para descomprimir la asfixiante situación económico-financiera a la que llevaron al club, que tiene un pasivo de 48,2 millones de pesos, de los cuales 13,8 millones corresponden a deudas vencidas”. Para Abattángelo, “este acuerdo se quiere firmar para conseguir los 12 millones que adelantaría ISL, que se usarán para pagar las deudas del pasado”,
Además del acuerdo Boca-ISL, los representantes deberán tratar otras cuestiones: la aceptación del balance del año, que según el oficialismo dio superávit por 4,07 millones de pesos; la incorporación de una nueva estrella, la 35ª, al escudo, por la obtención de la Copa Libertadores; la posibilidad de que se negocie con el gobierno de la Ciudad de Buenos Aires la entrega de La Candela a cambio de más tierras en Casa Amarilla, y la expulsión de los socios que integran la barra brava del club y que han sido imputados en causas judiciales por participar en hechos de violencia.
Este último punto será también foco de tensiones: dentro del oficialismo hay quienes argumentan que no es necesario expulsarlos porque ya fueron depurados del padrón, y quienes pretenden que se aplique el derecho de admisión, por lo que han recibido amenazas.

 

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