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Golpe histórico del voley, que ya está en semifinales

Le ganó 3-1 al imbatible Brasil, que sumaba 21 victorias consecutivas frente al equipo argentino, y mañana jugará con Rusia por un lugar en la final olímpica. Fue el mejor partido de la Selección en muchos años.

Por E.F.
Desde Sydney

t.gif (862 bytes)  Con el partido de hockey terminado en el Parque Olímpico, había que correr hasta el centro de Sydney, donde comenzaba el partido entre las selecciones de vóleibol masculino de Argentina y Brasil. Los últimos resultados y la “demostración” que habían hecho los brasileños estaban contra la Argentina: Brasil llevaba tres años seguidos ganándole a la Argentina, un total de 21 partidos y una actuación olímpica que dejó pasmados a los comentaristas locales. Brasil era “el equipo imbatible”. Pero la Selección revivió los momentos pasados de Seúl ‘88 y Atlanta ‘96 para ganarle a Brasil el día que no se podía perder. Tres sets a uno que pusieron al rojo vivo a los 8 mil espectadores del Centro de Espectáculos de Sydney y que vienen a coronar no sólo la calidad técnica de la Selección sino, también, sus componentes humanos, la solidaridad del grupo, el compromiso sin medida y esa costumbre de jugarse enteros cuando hace falta. Cronómetro en mano sería difícil medir quién se abrazó más, si las chicas del hockey o los jugadores de la Selección: ambos, en todo caso, andaban con esa miraba incrédula de los que preguntan a todos: “Díganme, ¿esto es cierto?”. El brasileño Dante, apesadumbrado y desorientado, repetía sin cesar: “Será muy difícil de olvidar”.
La Argentina llegó a tropezones a la segunda ronda y entró a la semifinal por la puerta grande: ganaron dos partidos iniciales, exactamente los que había que ganar, pero perdieron los tres siguientes. Cuando la brújula apuntaba la dirección de la salida, la Selección forjó una victoria que es, como lo admitía Waldo Kantor, ayudante técnico del entrenador Carlos Getzelevich, “un golpe histórico”. Y qué golpe. Uno: hacía cuatro años que Argentina no le ganaba a Brasil. Dos: los brasileños llegaron invictos de su grupo al final de la primera ronda.
Después de ganar el primer set 25-17, Brasil jugó como si el adversario que estaba enfrente fuese una miniatura, se agrandó sin consuelo y la Argentina no perdió su centro. Carlos Getzelevich detalló: “Jugamos muy tranquilos, sabíamos que la única posibilidad de ganar era hacer nuestro juego y esperar el momento justo. Creo que se dio así. Brasil jugó a la par de nosotros, pero en el segundo set el final fue cerrado. Tuvimos más tranquilidad que ellos, que sintieron la presión”.
Saques bajo presión, innumerables pelotas en bloqueo y defensa, el juego desplegado por la Argentina descolocó la seguridad brasileña. Según lo expresaron varios miembros de la Selección y del cuerpo técnico, la “premisa táctica argentina fue jugar con tranquilidad”: 17/25, 25/21, 25/19 y 27/25 fue el resultado final. Los técnicos admiten que fue “increíble ver la incertidumbre en que caía Brasil al ver que no nos inmutábamos. Empezaron a cometer errores y a perder seguridad”. El dato táctico objetivo que resultó determinante fue el esquema de bloqueo del ataque brasileño adoptado por la Argentina ante un equipo cuya premisa es precisamente atacar y atacar. La táctica resultó tan eficaz que los brasileños Dante y Douglas, dos de los mejores atacantes, fueron sacados de la cancha.
El rival en semifinales será Rusia, la poderosa escuadra contra la cual Argentina perdió hace unos días. Sin dejar de reconocer al adversario, Milinkovic dijo: “Con Rusia no jugamos a nuestro nivel en el primer partido. Es un equipo muy duro y a nosotros nos cuesta mucho. Pero hay que jugar, hay que jugar”.

 

LA VERSION CORRIO EN BUENOS AIRES
Niegan presunto doping

La delegación argentina y un miembro de la comisión médica del Comité Olímpico Internacional (COI) desmintieron los rumores que habían corrido acerca de cuatro dopings positivos en la selección de vóleibol. “No hay posibilidad de algo así, los resultados de los exámenes tardan dos o tres días en salir”, dijo el doctor brasileño Eduardo de Rose, integrante de la comisión médica del COI.
Eduardo Alperín, jefe de prensa de la delegación argentina, dijo que la información “causó estupor, y luego bronca”, al tiempo que informó que el único jugador que pasó ayer por el control fue Jerónimo Bidegain. “Los otros dos controles que se le practicaron a jugadores de la selección de vóleibol fueron a Hugo Conte, el 11 de setiembre, antes de competir, y otra vez a Conte el 21 de setiembre tras el partido ante Rusia”, agregó.

PERDIERON TARABURELLI Y HERNANDO
Decepción para el taekwondo

El taekwondo quedó a un paso de la sonrisa cuando Gabriel Taraburelli perdió el combate decisivo por la medalla de bronce en la categoría hasta 58 kilos. El taekwondista argentino cayó en la definición por la medalla ante el taiwanés Chih Hsiung Huang por 3 golpes a 0 y debió, entonces, conformarse con un diploma olímpico. Taraburelli afrontó en Sydney su primera competencia de real jerarquía internacional, ya que antes de los Juegos sólo había realizado combates a nivel juvenil.
Más tarde, en la categoría de los 68 kilogramos, Alejandro Hernando cayó 3-0 ante el iraní Haidi Saeibonehkohal en un combate de la segunda ronda de la categoría. Si el iraní llega a la final del certamen, Hernando tendrá la chance de pelear en el repechaje en busca de la medalla de bronce; en caso contrario, quedará eliminado.

 

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