La pasión no descansa en el Senado de la Nación. El peronista Augusto Alasino y el radical José Genoud compitieron para ver quién respondía con más dureza a las declaraciones formuladas a
Página/12 por el senador frepasista Pedro Del Piero, quien denunció �un pacto� entre ambos. El peronista replicó: �Lo que dijo Del Piero es una ficción que corre por su cuenta. Debe estar en su imaginación�. El radical fue bastante más duro: �No le recuerdo ninguna participación valiente en contra de los arrebatos del justicialismo. Más bien en los últimos años se limitó a adherir a mis posiciones en distintos temas. Es un mediocre�.
Alasino organizó una conferencia de prensa sólo para decir que no tenía acuerdos corporativos con Genoud. Este, a su vez, en diálogo con la agencia DyN, no ahorró diatribas a quien, se supone, sigue siendo su aliado. Visiblemente ofuscado, le atribuyó un �oportunismo político incalificable� y �estar afectado por una profunda amnesia respecto de la tarea común realizada�.
Del Piero había actuado en línea con las acusaciones que prodiga a diario al �sistema� del Senado su jefe político, el vicepresidente Carlos �Chacho� Alvarez. En una entrevista exclusiva publicada ayer en Página/12 habló de un �pacto� entre el presidente del Senado y el ex jefe de la bancada justicialista. �Son los que más alimentan el odio a Chacho�, añadió y consiguió al menos por un día conseguir ser él el pararrayos de la bronca de Genoud y Alasino.
En tanto, el radical Juan Ignacio Melgarejo aseguró que no volverá a ocupar su banca pese a que el cuerpo rechazó en la sesión del miércoles su renuncia, la que pasó a estudio de la Comisión de Asuntos Constitucionales.
Indignado hasta al borde de las lágrimas, el radical santacruceño aseguró que no solo dejará de ocupar su banca sino que además resignará el cobro de su dieta a pesar de que el cuerpo, con mayoría justicialista, resolvió durante la sesión del miércoles no aceptar su dimisión �indeclinable�, tras haber sido mencionado por la neuquina Silvia Sapag en un supuesto caso de corrupción en torno a la elaboración de la ley de hidrocarburos.
�Si quieren llevarme al Senado obligadamente, me tendrán que llevar por la fuerza pública, pero no violentando mi decisión de haber renunciado en forma indeclinable�, dijo luego Melgarejo, quien además anunció que no cobrará más su dieta como legislador.
El justicialismo, al trabar la renuncia del legislador radical, intentó diluir las diferentes actitudes entre Melgarejo y el peronista salteño Emilio Cantarero, que apenas solicitó una licencia por sesenta días. Cantarero está severamente sospechado de haber participado en hechos de corrupción relacionados con la ley laboral e involucrado como supuesto ofertante de coimas entre los integrantes de la Comisión de Combustibles a cambio de éstos aprobaran una ley de hidrocarburos conveniente para las empresas petroleras.
La postura de la oposición se produjo pese a que Melgarejo, después de un emotivo discurso, le �imploró� a la bancada opositora para que lo ayudaran �a cumplir con la palabra empeñada frente a todo el país�. Se refería a su promesa de renunciar para defender su honra �sin fueros, sin privilegios, como un ciudadano más�. Pero el jefe del bloque del PJ, José Luis Gioja le contestó: �Melgarejo, usted no puede implorar nada porque acá hay una sola categoría de senadores y nadie tiene más autoridad que otros para acusar o juzgar, y menos para que nadie tenga que tomar determinadas soluciones o medidas�.
Está claro que el PJ no esta dispuesto a hacerse cargo de las denuncias de sobornos en el Congreso, y que embarrará la cancha tanto como sea necesario hasta enterrar la ofensiva de Chacho Alvarez que no deja pasar día sin reclamar una renuncia en el Senado, cuyas sesiones se niega a presidir si se mantiene la actual composición del cuerpo. Los legisladores peronistas pretenden compartir los costos políticos de la denuncia que investiga el juez federal Carlos Liporaci con sus pares radicales. Además, reclaman que el presidente Fernando de la Rúa sacrifique a los funcionarios del Ejecutivo mencionados como los encargados de pagar los supuestos �favores personales�: el jefe de la SIDE, Fernando de Santibañes, y el ministro de Trabajo, Alberto Flamarique.
|