�No podemos quedarnos con el diagnóstico psicoanalítico del FMI�, reclamó ayer Carlos Alvarez. �Algo de eso hay�, afirmó Fernando de la Rúa. Los motivos que demoran la reactivación económica dividen las aguas en el máximo nivel político. El vicepresidente volvió a señalar que no pueden atribuirse los problemas económicos al supuesto bajón anímico general, como evaluó el martes uno de los auditores del FMI para Argentina, Tomás Raichmann, y lo avaló al día siguiente José Luis Machinea. El Presidente, por el contrario, adhirió a la teoría de estos últimos, marcando, una vez más, diferencias con Alvarez. El contrapunto entre ambos ya no fue por la crisis del Senado ni por los cambios en el gabinete, sino por otro tema de alta sensibilidad social: la crisis económica. �Uno de los problemas es que no hay claridad en la explicitación del plan económico.� �Hay una dificultad para mover las expectativas de la sociedad en consumo e inversión.� Alvarez volvió a hablar de economía tras el revuelo que causaron sus declaraciones de anteayer. Había pedido �cambios� en la gestión, lo que algunos leyeron como un cuestionamiento a la figura de Machinea y a su continuidad en el cargo. Pero ayer aclaró que su intención no pasaba por ahí. En verdad, lo del vicepresidente es más un sutil tiro por elevación a De la Rúa que una crítica abierta al jefe de Hacienda. Esta vez, la excusa para demandarle al Presidente que le imprima mayor dinamismo a su gestión fue la cuestión económica. Mientras tanto, De la Rúa aseguró que �vamos a toda velocidad� en cuanto al ritmo de las decisiones. Aunque ambos se esfuerzan por marcar que no existen diferencias, apenas con sus expresiones públicas sobre distintos temas se advierte otra cosa. �El Presidente está muy de acuerdo en que hay que explicitar con mayor claridad, fundamento y fuerza que las medidas están insertas en un plan económico y un modelo de crecimiento a mediano y largo plazo�, sostuvo ayer Alvarez. Fue un ejemplo de cómo se da el debate entre los líderes de la Alianza. Alvarez dio su opinión, contraria a la de De la Rúa, pero dijo que éste �está muy de acuerdo�. El titular del Ejecutivo, en tanto, se manifestó más cercano a Raichmann y Machinea. Dijo que, como una profecía autocumplida, �tanto se habla con pesimismo que cunde algún derrotismo, pero yo le digo a la gente que vamos por más�. �En el contexto de economías que crecen, la Argentina no está creciendo y no nos podemos quedar con el diagnóstico psicoanalítico del poco crecimiento�, dijo Alvarez. �Falta contundencia, vigor, una explicitación mucho más nítida para la sociedad �agregó� si no queremos caer en las interpretaciones psicológicas para que la gente se incluya en el modelo económico.� Para aclarar que no pedía la renuncia de Machinea, remarcó que �hay un problema de comunicación� de la política económica. Pero dejó entrever su disconformidad por la falta de un programa acabado, lo que es tanto una demanda a Machinea como a De la Rúa, quien debiera dictar el objetivo de las políticas. Alvarez sostuvo que �se tomó una cantidad importante de iniciativas pero que no están articuladas en un proyecto, en un plan económico que ponga como énfasis el crecimiento de la Argentina�. En su intento por cuidar las formas, Alvarez puntualizó que sus sugerencias deben ser tomadas como �aportes positivos, no como críticas o, mucho menos, pedido de cambio de personas�. �Eso es competencia absoluta del presidente, siempre lo planteo así.� �Jamás voy a cambiar nada que afecte la esfera de decisiones del presidente. Sé cuál es mi lugar, soy totalmente respetuoso�, insistió. Más allá de sus aclaraciones, otras figuras de la Alianza salieron ayer a poner paños fríos. Raúl Alfonsín es un especialista en esa tarea. Con su tono paternal, afirmó que �si hay un amigo de Chacho en el Gobierno, ése es Machinea�. El ex presidente apeló a la explicación del mal entendido: �Hay que ver cómo a veces se presentan las cosas tergiversadamente, no porque así lo quiera el periodista sino porque es la impresión que tuvo�. También opinó que �a pesar de las dificultades, lo que está consiguiendo el ministro de Economía con el FMI es realmente extraordinario�. Serefería a la renegociación de las metas fiscales, algo que, según el propio Alfonsín, �no pensé que lograría�. Por su parte, el diputado Darío Alessandro desmintió que lo hubiera llamado a Machinea para aclararle los dichos de Alvarez �su jefe político�. �El ministro de ninguna forma se sintió molesto por ese tipo de declaraciones�, sostuvo, y enfatizó que �pienso que es el mejor ministro de Economía que puede tener este Gobierno�.
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