El jefe del Ejército, Ricardo Brinzoni, mostró otra vez a las claras cuál es su pensamiento: �La detención en el exterior de quienes han sido en su momento juzgados, condenados o no, significa un atropello a la política, a la Justicia nacional�, declaró a propósito del caso del ex mayor Jorge Olivera, detenido en Italia por la desaparición de la joven francesa Marie Anne Erize y después liberado en base a un documento falso. Brinzoni no sólo dijo eso, sino que además adelantó su intención de �asesorar� a los militares acusados por violaciones a los derechos humanos que quieran viajar al exterior, insistió en crear �una mesa de diálogo� para recabar información sobre el destino de los desaparecidos y se refirió al robo de bebés durante la dictadura como �casos individuales�. Dirigentes de los organismos de derechos humanos reprocharon sus dichos. Brinzoni habló del caso Olivera, pero nada dijo de que el mayor retirado del Ejército haya recurrido a la falsificación de la solicitud de la partida de defunción de Erize �la joven de origen francés de cuya desaparición lo acusa la Justicia de Francia� para conseguir su libertad. Sí se refirió, en cambio, a la �inquietud� que �existe en algunos oficiales retirados� por lo que podría ocurrirles si salieran del país. Una inquietud que se encargó de hacer pública con declaraciones que parecen las que suele realizar el Foro de Generales Retirados, que agrupa a partícipes y defensores de la dictadura y sus amigos. �Los juicios en el exterior son un tema que preocupa, fundamentalmente, a quienes pueden estar implicados en ese tipo de juicios�, explicó Brinzoni, quien se reunió en los últimos días con coroneles y generales retirados. Admitió también que �institucionalmente preocupa porque nosotros creemos que hay una Justicia argentina que actuó, que juzgó, que sentenció, que condenó. Hay un techo jurídico positivo para nosotros�. Ese �techo jurídico positivo� deben constituirlo �el jefe del Ejército no lo precisó� las leyes de Obediencia Debida y Punto Final y el indulto que garantizaron la impunidad de las violaciones a los derechos humanos cometidas durante la dictadura. Brinzoni se mostró tal como es durante una entrevista en CVN, en la cual dijo estar de acuerdo en que la Justicia investigue el robo de bebés durante la dictadura. �Debe existir, donde se comprueben delitos, la sanción, la pena correspondiente�, sostuvo, pero agregó que sólo se trata de �casos individuales�. Desconoció así el pronunciamiento del juez que investiga la sustracción de menores por parte de los militares, Adolfo Bagnasco, acerca de que se trató de �un plan sistemático� y desdijo a su antecesor, Martín Balza, quien coincidió en esa calificación de los hechos al ampliar su declaración ante el magistrado. �La información que pudo haber habido fue destruida hace 17 años�, declaró Brinzoni para negar que esa fuerza tenga datos que pudieran servir para establecer el destino final de los desaparecidos. Fue entonces que insistió con que �una mesa de diálogo, un foro de diálogo pueden ser un ámbito propicio� para alcanzar ese objetivo. Esa alternativa ya fue rechazada de plano por los organismos de derechos humanos, que volvieron a rechazarla además de cuestionar a Brinzoni por sus dichos. �Pretende hacernos pasar a los asesinos como angelitos�, advirtió Mercedes Melonio, de la Asociación Madres de Plaza de Mayo, y consideró que �un atropello es que el Fondo Monetario Internacional diga cuántas fábricas hay que cerrar y a cuántos matar de hambre�. Laura Bonaparte, de Madres de Plaza de Mayo-Línea Fundadora, calificó las declaraciones del jefe del Ejército como �una falta de respeto a la sociedad� y recordó que las violaciones a los derechos humanos gozan de �jurisdicción internacional, son inamnistiables y no prescriben�. �El único atropello son la Obediencia Debida, el Punto Final y el indulto, que consagraron la impunidad y convirtieron a la Argentina como la única guarida en el mundo para los militares como Olivera�, sentenció Mabel Gutiérrez de Familiares de Detenidos-Desaparecidos.
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